Aunque Brasil llega como líder de las Eliminatorias y Argentina, sumergida en una crisis pero con el regreso de Lionel Messi, ninguna de las selecciones tiene amplio favoritismo para el choque de mañana, jueves (19:45 HB), por las Eliminatorias. Más aún cuando los últimos partidos arrojan un historial muy parejo.
Las dos potencias del continente se medirán en una nueva edición del Clásico Sudamericano, que desde 2012 tuvo resultados dispares. Jugaron cinco partidos desde ese año, la Albiceleste ganó dos, la misma cantidad que la Canarinha y registraron un empate.
El último encuentro terminó con una igualdad (1-1), el 13 de noviembre de 2015, en Buenos Aires. Ezequiel Lavezzi adelantó a los locales, pero Lucas Lima empató un partido gris por la primera ronda de las Eliminatorias Rusia 2018.
Un año antes, el 11 de octubre, el delantero brasileño Diego Tardelli fue el protagonista de este amistoso (2-0) al anotar los dos goles en el primer “Superclásico de las Américas” jugado en Asia.
En 2012, ambas selecciones disputaron el trofeo “Superclásico de las Américas”, que quedó en manos de Brasil por su victoria en la tanda de penales (3-4), luego de perder por 2-1 en la vuelta (21 de noviembre), resultado que emparejó su victoria de la ida (19 de septiembre).
Más antes, el 9 de junio, jugaron otro amistoso, en Nueva Jersey (EE.UU), donde Lionel Messi fue genio y figura al marcar un “hat-trick” que propició la victoria albiceleste (4-3). Neymar también estuvo en ese partido.
Ahora, ambos jugadores, considerados dos de los mejores futbolistas del mundo, se volverán a ver las caras y ayer, también con Javier Mascherano, arribaron juntos a Belo Horizonte, sede del partido.
Los argentinos sostuvieron su primera práctica pese a la lluvia. El seleccionador Edgardo Bauza tiene definido utilizar a los dos futbolistas en el onceno titular, en el que Enzo Pérez, volante del Valencia español, figuró como novedad.
Mientras tanto, Neymar también se unió a la concentración brasileña y participó en una sesión de fútbol, en la que formó un tridente ofensivo junto con Coutinho y Gabriel Jesús, según probó Tite, de cara al partido de mañana.