
El movimiento económico que genera la administración pública –Gobernación, Alcaldía y Órgano Judicial–, la extracción minera y la explotación de hidrocarburos constituyen el 36.48% del Producto Interno Bruto (PIB) de Chuquisaca, siendo los sectores que más aportan al índice regional en el que también participan, aunque en porcentajes más bajos, la agricultura y la manufactura.
Mientras la administración pública aporta en un 21.88%, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a 2015 –los más recientes–, la extracción de minas y la explotación de hidrocarburos incide en el PIB en un 14.60%; seguido del rubro de la agricultura con 13.79%; industrias manufactureras con 12.05%; transporte, almacenamiento y comunicaciones con 7.98%; establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles y servicios prestados a las empresas que apenas aporta en un 6.44%; comercio 5.45%; servicios comunales, sociales, personales y domésticos 2.89%; construcción 2.49%; restaurantes y hoteles 1.73% y al final el área de electricidad, gas y agua con un 1.46%.
Las cifras no sólo muestran una notoria brecha entre los sectores que delinean la economía del Departamento, sino también que la región no se ha enfocado en afianzar una vocación productiva, así advierte el analista de presupuestos de la Fundación Jubileo, René Martínez Céspedes, para quien Chuquisaca es un ejemplo de la situación de Bolivia “que es muy dependiente de los recursos naturales, que no tiene un aparato productivo desarrollado, no hay industria, no hay manufactura, no hay una estructura agropecuaria como en la mayoría de los departamentos”.
Si bien la extracción de hidrocarburos se registra como “producción”, Martínez recuerda que “nadie produce hidrocarburos, lo que se hace es extraer y vender; nadie fabrica oro ni gas, se extrae y se vende. Es rentista”, concluye.
Y es que aunque la extracción de minas y la explotación hidrocarburífera ocupan el segundo lugar en el sostenimiento de la economía chuquisaqueña, en realidad los servicios del sector público se incrementaron en los últimos años en la región y el país, debido al aumento de sus ingresos por regalías, es decir, que la renta por hidrocarburos es en el fondo la que sostiene el PIB departamental.
“Lo que pasa es que el PIB en Bolivia ha subido mucho en los últimos años, pero por hidrocarburos”, ratifica el analista. “Necesitamos un cambio de esos sectores a otros en los que la gente trabaje y produzca y eso es generar industria”, recomienda.
LOS RUBROS EN MONTOS
Los datos más recientes publicados por el INE –a 2015– y facilitados por la Fundación Jubileo, indican que el PIB de Chuquisaca es de exactamente de Bs 11.879.198.000 ($us 2.834); al que la administración pública aporta con Bs 2.599 millones, mientras que la extracción de minas y canteras en un total de Bs 1.734 millones, de los que Bs 1.404 millones corresponden a la explotación de petróleo crudo y gas natural, y Bs 330 millones a minerales metálicos y no metálicos.
La agricultura, silvicultura, caza y pesca le aportan a Chuquisaca un total Bs 1.637 millones, en los que los productos agrícolas no industriales tienen una participación de Bs 1.176 millones, los industriales Bs 4 millones, los pecuarios de Bs 443 millones y Bs 13 millones la silvicultura, caza y pesca.
TRANSFORMACIÓN NECESARIA
Para Martínez, la inversión pública y privada en la región no se enfoca en el área productiva de manera adecuada, para cambiarla es necesario que se impulse una planificación nacional complementada con planes de desarrollo departamentales y ver cuál es la vocación productiva de Chuquisaca para que sea a ese sector al que se deban destinar recursos e invertir en generar industria, equipamiento y condiciones adecuadas para quienes se dediquen a ese rubro.
Sin embargo, esta falta de inversión en el área productiva se debe además a que en los últimos años no se ha aplicado un cambio de matriz, una responsabilidad de todos los niveles de Gobierno y un resultado de hace varios años.
¿Pero qué es lo que se debe hacer ahora? Para Martínez “desde la planificación nacional hay que analizar qué podemos producir en Bolivia, invertir en eso, en tecnología, en recursos humanos, en investigación, en desarrollo, se necesita inversión en el sector productivo y es parte del tipo de cambio que se debe solucionar y luchar contra el contrabando seriamente, además de políticas que den condiciones necesarias para el sector privado”.
¿CUÁNTO GENERA CADA CHUQUISAQUEÑO?
Al PIB nacional de Bs 228.014.119 ($us 3.071) –siempre según datos a 2015–, Chuquisaca aporta apenas con el 5.8%, siendo el sexto departamento con mayor participación en la cifra que refleja el crecimiento y productividad del país, por lo que la región no es una de las que más incide en esas áreas.
Sin embargo, si se analiza la representación poblacional de la región a nivel nacional, Chuquisaca tiene al 6.4% de los habitantes del país, según datos del Censo de Población y Vivienda de 2012, por lo que la participación productiva es más baja que la cantidad de porcentaje poblacional que tiene la región.
Es así que analizando ya el PIB per cápita, es decir, por persona, del Departamento es de Bs 19.440 –ó 2.834 dólares–, considerando que a 2015 la región tiene una población estimada de 611.068 habitantes, según los datos del INE facilitados por la Fundación Jubileo.
Este ingreso es uno de los más bajos del país, ocupando así Chuquisaca el quinto lugar de los nueve departamentos respecto a su ingreso PIB per cápita; en una comparación que muestra a Tarija en el primer lugar aportando con un total de Bs 46.008, seguida de La Paz, aunque con más de Bs 20.000 menos, con un total de Bs 21.661. El tercer lugar es ocupado por Santa Cruz con Bs 21.621, una cifra con diferencia de apenas Bs 40 con relación al promedio por habitante de la Sede de Gobierno.
En el cuarto peldaño está Oruro con Bs 20.701, seguido de Chuquisaca con los más de Bs 19.000 mencionados. Por debajo de la región se encuentran Cochabamba (Bs 18.137), Pando (Bs 15.542), Potosí (Bs 14.514) y, por último, Beni (Bs 13.130).
DE LAS REGIONES AL PAÍS
Como ya se mencionó, Chuquisaca representa el 5.8% del total del PIB nacional, una cifra que la ubica en el sexto lugar de mayor contribución de los nueve departamentos a la economía nacional, pero ¿cuál es la región que más recursos otorga?
La respuesta es Santa Cruz, que con Bs 64.970 millones –5.4 veces más que el monto de Chuquisaca– representa el 28.49% del crecimiento del país.
Le sigue La Paz con Bs 61.128 millones (26.81%), Cochabamba con Bs 34.243 millones (15.02%), Tarija con Bs 24.542 millones (10.76%), Potosí con Bs 12.587 millones (5.52%) y Chuquisaca con los ya mencionados Bs 11.879 millones (5.21%).
En los últimos tres puestos están Oruro con Bs 10.755 millones (4.72%) y las amazónicas Beni con Bs 5.904 millones (2.59%) y Pando 2.004 millones (0.88%).
DIEZ AÑOS DESPUÉS, LA SITUACIÓN
En la última década, Chuquisaca tuvo un crecimiento promedio del 6.05%, sin embargo, esta tasa se reduce a casi la mitad cuando se analiza únicamente a los sectores de industria, servicios y turismo, llegando a un 3.53%, que son los que generan empleo e inversión, explica el gerente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (CAINCO) Chuquisaca, Lorenzo Catalá.
Y es que tras excluir del promedio de crecimiento de la región al área de agricultura por ser bastante rudimentaria; la construcción, porque en los últimos años presentó un crecimiento particular; y el gas, que crece incluso al doble que el más alto de los otros rubros, se ve que las áreas que ofrecen fuentes laborales no crecen a un ritmo adecuado, detalla Catalá.
“Si bien se comenta que Chuquisaca tiene una tasa de crecimiento superior al 7% (sólo para 2015), es decir que está duplicando prácticamente la tasa de crecimiento que tiene China, en la práctica si uno mira con calma y con un espectro mayor lo que sucede en la región”, afirma.
Para Catalá, la tasa “real” de crecimiento de los sectores que invierten en Chuquisaca es del 2.63%, ya que la cifra total esconde asimetrías profundas entre rubros, provocando que se estudien las cifras de la región con una mirada sesgada.
“Hay rubros que sesgan la información y que hacen que ese valor de crecimiento sea tan alto, uno de ellos es sin duda alguna el gas que tiene tasa de crecimiento de 28% en los últimos diez años, versus un sector de textiles, por ejemplo, que apenas crece en promedio 1.1%, en los últimos diez años; hay 28 puntos de diferencia entre un sector y otro, y eso evidentemente genera el sesgo”, asevera.
Uno de los rubros que mayor incremento tuvo en los últimos cuatro años, fue la construcción, que en 2014 tuvo su pico más alto con un crecimiento de 16.55%. En 2015, su mejora fue del 9.94%.
La construcción tuvo en promedio en los últimos cuatro años un crecimiento de casi 11%, lo que evidencia que es un sector pujante en la región, muy distinto a sectores como turismo e industria que en el último cuarteto de años crecieron en 3% y 6%, respectivamente; mientras el comercio se muestra en un estado de estancamiento con un crecimiento cerca del 3.7%.
“Eso muestra que la gente busca un refugio de inversión en lo inmobiliario ante la tendencia o imposibilidad de encontrar otros rubros que le rentabilicen más”, agrega Catalá.
LO PÚBLICO Y LA BUROCRATIZACIÓN
Para Catalá, la tendencia de crecimiento en cuanto a participación de rubros enfocada a la administración pública que tiene el PIB de Chuquisaca, es preocupante, porque muestra que se ha “burocratizado en nuestro tejido de movimiento económico, que cada vez hay mayor presencia de ese aparato estatal, paquidérmico, costoso, burocrático que crece mucho respecto a otros”, critica.
A diferencia de la administración pública que creció un 4% en su representatividad en el PIB Chuquisaca, la industria está estancada ya que lo que aporta a la región, según datos de 2015, es el mismo porcentaje que el de diez años atrás (12%).
En contraste, el sector agropecuario ha disminuido su participación en el PIB departamental, pasando de un 15.97% a un 13.79%,
“Cada vez hay mayor abandono a la actividad en el área rural porque no hay condiciones para tener una vida digna; de hecho, ocho de las diez provincias de Chuquisaca tiene crecimiento negativo, es decir que decrecen y esa es una tendencia irreversible. Los indicadores muestran que hay pérdida de fuerza agro-productiva y vamos a alimentar esa masa burocrática en otros sectores de la administración pública porque no se han variado las condiciones de inversión sustancialmente”, reflexiona el Gerente de CAINCO.
MALNUTRICIÓN
Consultado sobre si se puede considerar “crecimiento” el aumento en la administración pública en la región, Catalá compara el estado de Chuquisaca con el de una persona obesa, que tiene una pésima nutrición, pero que ha engordado; en la práctica, dice él, esto no es saludable y esta realidad persiste con signos vitales preocupantes porque “tarde o temprano, cuando se reduzcan los recursos públicos, se va a conducir una caída fuerte y lo grave es que no hemos sembrado en otras áreas las condiciones necesarias para que toda la gente que no encontrará oportunidades laborales, encuentre una alternativa de empleo”.
Y como resultado, habrá más gente dedicándose a distintas áreas del comercio, en lugar de reforzar el rubro productivo.
¿Y AHORA?
Para Catalá, lo que se debe hacer ahora es lo que no se encaró hace diez años, buscando que Chuquisaca tenga una visión de desarrollo adecuada, vinculada con polos importantes como Santa Cruz y replanteándose cuál es su futuro.
“Claramente hay un departamento impulsor del desarrollo e inversiones que está atrayendo no sólo gente, sino empresas y que es naturalmente cercano al nuestro, y es Santa Cruz. Santa Cruz está entre las 14 ciudades que más crece de Latinoamérica, entonces una de las cosas que debemos hacer como región y guste o no nos guste, y no es de gusto sino de lógica, es vincularnos a ese polo económico ya no boliviano sino latinoamericano”, concluye el Gerente, para quien es importante enfocarse en la vinculación caminera y de otras áreas de la región, especialmente con la pujante capital oriental.
Construcción, a su propio ritmo
En los últimos cuatro años, el rubro de la construcción ha mostrado una alta tasa de crecimiento, aunque su promedio entre 2006 y 2015 es de 3.22%, entre 2012 y 2015 llega a un 10.85% en promedio de aumento.
En 2012 el crecimiento de la construcción salta a un 8.02%, de ahí, al doble en 2013 con 16.55%; 8.89% para 2014 y en 2015 sube a 9.94%.
Para el Gerente de la CAINCO Chuquisaca, Lorenzo Catalá, este pico es el resultado de que la gente prefiera invertir en el sector inmobiliario ante la imposibilidad de no encontrar otros rubros que le rentabilicen más.
“La construcción tiene un promedio (de crecimiento) de casi 11% en cuatro años, lo que muestra que es un sector pujante en la región, no sucede lo mismo en otros”, concluye.
La rama de la construcción ha sufrido un notorio boom en los últimos años, debido, según algunos analistas, en gran parte, al ingreso de capitales provenientes de personas que migraron al exterior.
Este rubro es uno de los que ayuda al incremento, considerado por algunos como sesgado, del PIB en Chuquisaca, ya que tiene un ritmo muy distinto al de los demás sectores, especialmente los referentes a la industria.
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