
Se fundó el año 1992 bajo la dirección de María Teresa Reyes Nava. Celebra su 25 aniversario participando de la Entrada Folclórica, dedicada a la Patrona de la ciudad de Sucre, la Virgen de Guadalupe.
La danza es un imitar al caminar del ñandú, avestruz o suri, un ave con garbo y elegancia, por lo cual los pasos que buscan parecerse al animal, son un despliegue de gran delicadeza. El vestuario es gigante y cada bailarín gana en altura con los tocados en la cabeza, ornamentados con plumas y entramados con lana de colores.
El resto del vestuario, tanto de los varones como de las mujeres, está elaborado con textiles indígenas.
Es una de las danzas más originales de la Entrada por su cadencioso movimiento que imita a la imponente ave cuando está en celo. La danza es acompañada con el sonido de los sikus, zampoñas nativas. La coreografía fue creada en Oruro en 1982, buscando rescatar al personaje del Suri Sikuri que era el hombre que salía a cazar estas aves, ataviado con un llamativo sombrero que en el folclore se ha estilizado.
Los ritmos se adaptan al Kaluyo y el Huayño. La coreografía contempla avance, retorno en callejones, cruces y vueltas sobre el mismo eje.
Los Suri Sicuris de Sucre, participan igualmente en la Entrada de la Virgen de Urkupiña y de la Virgen del Socavón en las ciudades de Cochabamba y Oruro, respectivamente, así como en la fiesta de San Bartolomé de Chutillos, en Potosí.
El grupo está conformado por 30 bailarines y músicos.