
El líder opositor venezolano Juan Guaidó consiguió que 12 países dieran ayer un primer paso en la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), una especie de OTAN americana que podría abrir la puerta a una intervención militar en Venezuela.
Se trata de un nuevo movimiento de Guaidó, reconocido como presidente interino por más de medio centenar de naciones, en su ajedrez de presión contra el jefe de Estado de Venezuela, Nicolás Maduro.
Los 12 países que apoyaron el TIAR son: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, EE.UU., Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, República Dominicana y Venezuela, esta última representada por los delegados de Guaidó.
La decisión se tomó en la Organización de Estados Americanos (OEA), que ejerce como testigo del TIAR, también conocido como "Tratado de Río" y firmado en 1947.
En concreto, lo que esos 12 Estados decidieron ayer fue convocar una reunión de los ministros de Exteriores de las naciones firmantes del TIAR para que, en la segunda quincena de este mes de septiembre, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, decidan qué medidas tomar respecto a Venezuela.
Entonces, tendrán que decidir cómo presionar a Maduro y determinar si rompen las relaciones diplomáticas y económicas, o si van más lejos y decretan un bloqueo al transporte naval y aéreo.
Un bloqueo marítimo significaría que los turistas que, por ejemplo, vayan a la Isla de Margarita (uno de los mayores atractivos turísticos de Venezuela) no podrían entrar. Entretanto, de aplicarse un cerco aéreo, ningún avión que tenga destino u origen en Venezuela podría pasar por el espacio aéreo de los países del TIAR.
La opción más agresiva que incluye el tratado es el "empleo de la fuerza armada", pero por el momento algunos países, como EE.UU, dijeron que esa posibilidad no está sobre la mesa.
Para justificar ese primer paso, los 12 países firmantes argumentaron que "la crisis en Venezuela tiene un efecto desestabilizador, representando una clara amenaza a la paz y a la seguridad" en la región.
El canciller de Chile, Teodoro Ribera, ya advirtió que el Gobierno chileno no apoyará ninguna acción armada contra Venezuela que pueda derivarse de las decisiones que se adopten tras la activación del TIAR.
"Desde ya expresamos, como lo hicimos en la OEA (Organización de Estados Americanos), que no impulsaremos ni apoyaremos la adopción de ninguna medida que implique el empleo de la fuerza armada o agrave la severa crisis que vive el pueblo venezolano", dijo el canciller en una rueda de prensa.
Retirada
En 2012, estando el fallecido Hugo Chávez en el poder, Venezuela anunció su retirada junto a otros miembros de la ALBA, como Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
La ONU pide rebajar la tensión en la frontera común
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió ayer a Venezuela y Colombia diálogo para tratar de rebajar la tensión, sobre todo tras el inicio de maniobras militares venezolanas en la región fronteriza.
"Hemos visto las informaciones de ejercicios militares. Esperamos que a través del diálogo los dos países puedan encontrar una forma de rebajar las tensiones existentes", dijo Guterres a través de su portavoz, Stéphane Dujarric.
Venezuela comenzó el martes sus maniobras con un despliegue de tropas y armamento en los límites con Colombia, con quien protagoniza actualmente una fuerte escalada de la tensión.
Las relaciones entre los dos países, muy complicadas desde hace tiempo, atraviesan un nuevo pico de tensión diplomática desde que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunciara que desplegará un sistema de misiles antiaéreos en la frontera y ordenará los ejercicios militares.
En respuesta, el presidente colombiano, Iván Duque, dijo que Maduro no debe salir con "bravuconadas" e insistió en que el líder chavista protege a los cabecillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) al igual que a alias "Iván Márquez", "Jesús Santrich" y otros mandos de las desmovilizadas FARC que abandonaron el proceso de paz colombiano y retomaron las armas.