Carrera de autos voladores

Uber, la compañía de taxis, impulsará el desarrollo de estos autos con 62.000 millones de dólares. Dicen que quizá la gente llame sus coches voladores mediante ondas de pensamiento en lugar de por teléfono inteligente.

PopUp, auto volador de Airbus, es una cápsula que se conecta a módulos terrestre o aéreo para obtener mayor eficiencia. PopUp, auto volador de Airbus, es una cápsula que se conecta a módulos terrestre o aéreo para obtener mayor eficiencia.

Tim Bradshaw, Leslie Hook
Capitales / 16/05/2017 00:26

Los tecnólogos de Silicon Valley se han obsesionado con la transportación: desde coches sin conductor y trenes ultrarrápidos hasta viajes espaciales, pero el último capricho parece improbable: los coches voladores.

La semana pasada, Uber prometió que probaría un servicio de taxi aéreo en Dubái y Dallas en 2020. “Al igual que la inteligencia artificial, los coches voladores nos fueron prometidos durante décadas, pero hasta ahora están llegando”, dijo Jeff Holden, director de producto de Uber. “Yo realmente odio ese término (autos voladores), pero tenemos que vivir con él; a los medios les encanta”.

Las empresas y sus pruebas

Kitty Hawk, una empresa startup respaldada por el cofundador de Google, Larry Page, presentó la semana pasada un prototipo de su “flyer”, una aeronave ultraligera para una sola persona propulsada por ocho rotores eléctricos, que prometió que saldría a la venta “a finales de este año”. Sebastian Thrun, el fundador del programa de coches sin conductor de Google quien dirige Kitty Hawk, dijo en un mensaje de Twitter que se habían completado exitosamente más de 1.000 vuelos en su aeronave hasta la fecha.

Kitty Hawk es una de varias compañías privadas que estuvieron trabajando silenciosamente durante varios años en los “vehículos de despegue y aterrizaje vertical” (VTOL, por sus siglas en inglés). Según un inversionista, ya hay más de 40 compañías desarrollando pequeñas aeronaves VTOL que funcionan con baterías y no requieren de pistas de aterrizaje o aeropuertos convencionales.

Lilium, una de esas startup, concluyó recientemente un exitoso vuelo de prueba de su taxi aéreo eléctrico. “Creemos en un mundo donde cualquiera pueda volar a cualquier lugar, en cualquier momento”, dice Daniel Wiengand, cofundador y director ejecutivo de Lilium que se fundó en Múnich en 2015. “Queremos democratizar el transporte aéreo limpio por encargo”. En el otro extremo, Airbus dijo que su concepto Vahana hará vuelos de prueba este 2017.

Jaiwon Shin, administrador asociado de investigación aeronáutica de la NASA, dijo que “realmente creo que estamos observando los albores de una nueva era de la aviación”.

Más avances tecnológicos

Los avances tecnológicos que alimentan el renovado entusiasmo son similares a los que sustentan los coches sin conductor: el cambio a la propulsión eléctrica, impulsado por mejoras en tecnología de baterías, y avances en el aprendizaje automático que permite a las máquinas “ver” y pilotear ellas mismas.

“La locura actual en torno a la comunidad de coches sin conductor se desbordó hacia la industria aeroespacial, de forma positiva”, dice Missy Cummings, expiloto militar quien ahora es profesora de ingeniería mecánica en la Universidad de Duke.

Otro factor es la aparición de los drones. Aunque mucho más pequeños y ligeros, contribuyen a disminuir el costo de componentes, igual que la cadena de suministro de teléfonos inteligentes permitió crear productos como los quadcópteros Phantom de DJI en primer lugar. Un fabricante chino de drones, Ehang, ya creó un vehículo de pasajeros que planea probar en Dubái próximamente.

“Si los drones baratos son el dividendo de paz de la guerra de teléfonos inteligentes, los coches voladores sin conductor serán el dividendo de paz de las guerras de drones”, afirma Jeremy Conrad, socio del inversionista de hardware Lemnos Labs.

CLAVES

Airbus

Tecnologías emergentes

Paul Eremenko, director de tecnología de Airbus, quiere acelerar el desarrollo y construcción de vehículos de demostración de vuelo. El exGoogle prueba tecnologías emergentes incluyendo la autonomía, la electrificación y los compuestos de carbono baratos.

Problemas

Ruido y regulación

Aunque los motores eléctricos prometen ser mucho más silenciosos que un helicóptero, un problema para ganar la aceptación del público es el ruido. Otro es la incertidumbre regulatoria, desde el control del tráfico aéreo hasta los controles de seguridad.

Dudas

Seguridad y fiabilidad

La seguridad y la fiabilidad a largo plazo de los vehículos eléctricos y VTOL tampoco están comprobadas. Más personas han viajado en un cohete al espacio que volado en un avión alimentado por baterías, según un ejecutivo de Pipistrel, compañía pionera de las aeronaves eléctricas.

Inversiones

Aporte de Uber

“Las dos mayores preocupaciones que me surgieron como inversionista son realmente el riesgo de mercado y el riesgo regulatorio”, dice Michael Linse (Levitate Capital, fondo enfocado en las compañías VTOL). “El compromiso de Uber con la industria contribuye a mitigar esos riesgos un poco”.

Pilotos

Antes de la autonomía

Antes de alcanzar la autonomía, estas pequeñas aeronaves seguirán necesitando pilotos humanos y no está claro quién va a entrenar o certificar a miles de pilotos para alcanzar la magnitud que Uber prevé. Hay mucho que hacer antes de que el cielo esté repleto de coches voladores.

 

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