“El estudio puede cambiar el mundo”
Cuando en diciembre de 2016 el Presidente de Bolivia le entregó 1.000 bolivianos de premio por sus calificaciones escolares de 99.9, una de las 18 mejores del país, Liana Tania Terán Pascual terminó de abrir las...
Cuando en diciembre de 2016 el Presidente de Bolivia le entregó 1.000 bolivianos de premio por sus calificaciones escolares de 99.9, una de las 18 mejores del país, Liana Tania Terán Pascual terminó de abrir las puertas de su sueño mayor y encendió por completo uno de los ideales que, según ella, movió su vida desde los cinco años: “El estudio es la mejor arma y… puede cambiar el mundo”.
Con una sonrisa siempre atenta, un brillo de esperanza en los ojos, voz suave y muy fresca, lenguaje bien tratado y muchos sueños a cuestas, Liana, de 17 años, es hija de maestros rurales, lectora ferviente de historias de grandes triunfadores, conoce bien el significado de las palabras respeto, solidaridad, responsabilidad y disciplina.
Vive en Llallagua, provincia Bustillo del departamento de Potosí, donde más de la mitad de la población tiene entre 14 y 25 años. Soñó ser la mejor alumna y lo consiguió; sueña con ser médica, pero de las mejores para servir y dar lo mejor de sí a la población.
La familia, la primera escuela
Con humildad admite que es “una de las mejores 18 estudiantes del país”. Con su lenguaje cuidado y bien pensado, fruto de intensas lecturas y condimentado con una sonrisa que nunca parece abandonarla, recuerda que a los cinco años sus papás, Tania Pascual Loayza y Edwin Terán Bernal, se fueron a trabajar de maestros rurales y la dejaron con su abuela; ahora la visitan cada fin de semana. “No puedo tenerles todos los días”, dice casi con lágrimas en los ojos.
Asegura que ser la mejor alumna es una recompensa al sacrificio permanente de sus padres. Y recordando más su infancia, afirma que no entendía bien que contar con buenas calificaciones significaba ser la mejor alumna; era “natural en mí”, dice ahora que tiene las mejores calificaciones escolares en el país.
Ser mejor en Potosí
El vicerrector de la Universidad Tomás Frías, Pedro López, explicó en febrero de este año que muchos estudiantes de las provincias tienen problemas en comprensión de lectura, matemáticas, física y química. Señaló que ampliaron a dos meses el curso preuniversitario para compensar esas debilidades. “Tardan siete, ocho y hasta diez años en egresar de las carreras de Ingeniería”, dijo la autoridad.
Los estudiantes potosinos ocuparon el séptimo y octavo lugar de manera permanente y consecutiva en la tabla de calificaciones de las VI Olimpiadas Científicas Estudiantiles realizadas en Bolivia. Ninguno fue campeón nacional en Matemáticas, Física o Química.
En general, 30 de cada 100 estudiantes de Potosí asiste a secundaria, por debajo del promedio nacional que es de 39.7%. Está en el penúltimo lugar en ese nivel de asistencia.
Además, solo 18 de cada 100 estudiantes alcanzó estudios superiores, según el Censo 2012, y 16 de cada 100 estudiantes no logró ningún nivel de estudio superior.
De acuerdo con las estadísticas, la población potosina es la última en acceder a las tecnologías de información y comunicación.
Casi todas las escuelas y colegios del área rural y de las provincias no cuentan con laboratorios de Física, Química y Matemáticas. En Llallagua, por ejemplo, solo cuatro de los 10 colegios cuentan con esos laboratorios, y algunos no los utilizan.
A políticos: “aprendan historia”
Para Liana, “no hay otra arma más valiosa que el estudio”. Una persona debe prepararse con disciplina porque eso ayuda al desarrollo del país y de eso depende la formación de mejores profesionales.
Le brillan los ojos antes de rematar sus ideales: “para ser político también, tiene que aprender la historia de Bolivia para hablar y servir bien”. Según esta jovencita, una de las mejores alumnas del país, “el estudio puede cambiar el mundo”.
Hablar bien y aprender mejor
En los 12 minutos de entrevista ante los micrófonos de Radio PIO XII no se equivoca, tiene una facilidad especial para hablar.
Nos deja sorprendidos su manejo de las palabras responsabilidad, respeto, disciplina y solidaridad; dice que son las claves para el éxito y para el servicio a los demás.
Cuando hablamos de la nueva ley educativa, comenta que “el estudiante mejor alumno es quien tiene buenas calificaciones, pero también practica valores de responsabilidad, puntualidad, solidaridad”.
Según su propia experiencia en el colegio, “en el curso un buen alumno tiene que ser eso: responsable con las tareas y en los conocimientos, en los exámenes, ser solidario, respetuoso con tu persona y con los demás”.
Y al finalizar su testimonio afirma que Medicina, la carrera que ha escogido para continuar sus estudios, es una “profesión noble”. Según ella, la nobleza de la medicina viene por el trabajo con vidas humanas, ayudando a los demás, y porque “Bolivia necesita buenos médicos que trabajen por mejorar la salud”.
“Yo quiero ser médico que logre antídotos para los males, ser competitiva y estar entre las mejores”, dice Liana, encantadora. •