¡El abuso sexual infantil no es cuento!

Campaña internacional “Niños informados, niños seguros”

¡El abuso sexual infantil no es cuento! ¡El abuso sexual infantil no es cuento!

Oscar Díaz Arnau ECOS
Ecos / 22/10/2017 06:17

Investigaciones serias dicen que una adecuada educación sexual a temprana edad y una buena comunicación entre padres e hijos disminuye en un 80 por ciento la probabilidad de un abuso sexual en los niños.

Habitualmente se cree que este tipo de abusos se da únicamente en ámbitos sociales vulnerables: lejos, en el campo, en cualquier parte menos cerca de nosotros. Nos cuesta imaginar que algo así pudiera suceder, por ejemplo, en nuestra propia familia.

“Pensamos: ‘Si esto llegara a pasar en mi familia, yo me voy a dar cuenta”, enseña la psicóloga Gabriela Arraya de Montecinos ante centenares de padres de familia. Ella llegó a Sucre desde Cochabamba para ofrecer una charla reveladora, en la que señala que “muchas veces son las madres (de las niñas o niños abusados) las que no denuncian por distintas razones”.

“Pero hoy nosotros vamos a aprender que la denuncia es un acto de amor”, enfatiza después. Un acto de amor no solamente a las víctimas, sino también a las posibles víctimas. Porque los abusadores sexuales suelen actuar sistemáticamente, y si lo hicieron una vez, con toda probabilidad lo volverán a intentar.

En este día, de la conferencia de Arraya en el Colegio del Sagrado Corazón, a pesar de ser larga y agotadora, por tratarse de un tema de interés general del que se tiene poca información, los padres y madres asistentes salen satisfechos al haberse enterado, por ejemplo, de que el abuso sexual infantil puede ser con o sin contacto físico.

“No son cuentos”

Mientras presenta el libro “Cuentos que no son cuentos: Mejora la autoestima, fortalece el carácter y promueve el diálogo en familia”, de José Luis y Silvia Cinalli, la psicóloga Arraya cita casos de gente incluso adulta que, por desconocimiento, nunca supo que de niña había sido víctima de un abuso sexual por parte de un pariente o un amigo de su familia.

Son historias silenciadas por el temor y la ignorancia, historias que habitaron durante mucho tiempo en víctimas amordazadas debido al tabú de la sociedad y al miedo de que no les crean. Hay un sinfín de falsas creencias en torno al abuso infantil…

“Aunque resulte difícil hablar, callar puede ser fatal”, alerta Arraya. Y, de nuevo: “Una adecuada educación sexual a temprana edad, y una buena comunicación entre padres e hijos, disminuye en un 80 por ciento la probabilidad de abuso sexual infantil”.

Entretanto, las cifras hablan por sí solas. Cada 15 segundos un niño es abusado en América Latina y el Caribe. Tres de cada 10 han sido víctimas de abuso sexual infantil, del que la propia psicóloga que da la charla en Sucre se confiesa una “sobreviviente”.

Ella, en primera persona, revela: “No dejé que esto me ganara, busqué ayuda y ahora sé, porque está en la biblia, que cuando tú superas el abuso, entiendes que de lo que te pasó de pequeña puedes sacar algo positivo. Y por eso ahora estoy empecinada en que este material llegue a la mayor cantidad de niños”.

Ese material es “Cuentos que no son cuentos”, donde los niños encuentran herramientas importantes para reaccionar cuando no estén sus padres cerca en una situación límite como esa. Didácticamente se les enseña que ellos son “un regalo de Dios” (para que aprendan a valorar su cuerpo); que tienen “partes privadas que tenemos cuidar” (no mostrarlas, nadie tiene que mirarlas ni tocarlas); y, finalmente, que “los secretos no sirven” (porque el abusador amenaza a sus pequeñas víctimas con que, si revelan “el secreto”, les harán algún daño a ellos o a sus padres).

Educación sexual

Un daño enorme a las sociedades provoca la creencia equivocada de que “educación sexual es igual a enseñar cómo mantener relaciones sexuales”. En pleno siglo XXI, eso es lo que mucha gente cree, advierte la profesional.

Lamentablemente, la educación sexual es un tema del que no se habla en la casa. “Tenemos un preconcepto, creemos que educación sexual son geniales. Pero en realidad la educación sexual no es más que educación más valores”, desmitifica Arraya.

“Mamá (o papá), ¿cómo nacen los bebés?”. La pregunta parece inevitable. Y si no hay respuesta, los niños la buscan por sus propios medios y en lugares inadecuados; en YouTube, por ejemplo, tal vez incitado por un hermano mayor o un amiguito. Los padres deben evitar que sus hijos indaguen por su cuenta y se formen ideas equivocadas respecto de su sexualidad.

“Es un grave error creer que el conocimiento daña”, alerta la psicóloga, creer que “¡estas cosas los niños no tienen que saber!”. Después, sus propios compañeros les cuentan, y de eso que los padres no fueron capaces de explicar, se enteran en otro lado.

“Niños informados, niños seguros” es una campaña que se extiende por el mundo. Sirve para prevenir situaciones que nadie quisiera en su familia; por ejemplo, el caso de una niña boliviana que hace poco resultó embarazada con apenas 11 años de edad. U otro de un niño que había sido abusado sexualmente por un tío desde los 10 años y que sus padres solo se enteraron cuando un médico le diagnosticó a su hijo una enfermedad de transmisión sexual.

“Reconocer que la sexualidad es una parte vital del ser humano es el principio fundamental en el camino a la madurez”, enfatiza la psicóloga cochabambina. Y advierte que esquivar como padres esta responsabilidad para con sus hijos puede acarrear consecuencias negativas.

Ella aconseja encarar la educación sexual en la familia “a temprana edad”, incluso a partir de los tres años de edad. Indicarles de principio que su cuerpo es “un regalo” y que, como tal, deben cuidarlo; que ese cuerpo tiene “partes privadas”; por último, que “los secretos no sirven”. También, si alguien se les acerca y les ofrece un dulce o cualquier otra cosa, deben rechazarlo y denunciarlo inmediatamente ante sus padres.

“Cuentos que no son cuentos” es una publicación para padres e hijos que forma parte de la campaña internacional “Todos contra el abuso infantil”, declarada de Interés Provincial, Municipal y Legislativo, además de Interés Educativo en distintas provincias de la República Argentina y en varios países de América Latina.

En definitiva, los niños informados significan también un alivio para sus padres. “Vas a estar más seguro cuando tus hijos aprendan a identificar riesgos”, sentencia la psicóloga Arraya. •

Mitos en torno al abuso sexual infantil

Estos son mitos o creencias equivocadas que giran en torno al abuso sexual infantil:

1. Si yo, como madre, lo supiera, lo denunciaría y defendería a mi hija o hijo. Llegado el momento, muchas no lo hacen porque no se atreven, porque son sumisas al agresor y dependen económica y afectivamente de él, porque priorizan su seguridad por encima de la de sus hijos; porque antes, quizá, sufrieron el mismo abuso.

2. ¡Antes no ocurría! En efecto, recién en 1970 se ha demostrado que el abuso sexual infantil es altamente traumatizante. Por eso, ¡hay que estar alertas, informar a nuestros hijos e intervenir a tiempo!

3. Si el abuso se repite es porque el menor lo desea, lo busca o le gusta. Hay manipulación de parte del abusador, que se gana la confianza de los niños: “debes guardar el secreto”, les dicen. O les amenazan incluso diciéndoles que si hablan, matarán a su mamá y a su papá. Pero es mentira que a los niños les guste mostrar o que les toquen sus partes privadas (“los niños son niños, no tienen deseos sexuales”, enfatiza la psicóloga Gabriela Arraya).

4. El abuso es algo muy infrecuente. Cada 15 segundos un niño es abusado en América Latina y el Caribe. En ciudades de Bolivia, como Cochabamba, por ejemplo, una sola mañana se denunciaron 6 abusos sexuales infantiles. Y cuántos más se callan, no se denuncian nunca…

5. Los niños mienten, confunden fantasía con realidad o son “usados” por sus madres para vengarse del padre o algún familiar. Un niño jamás puede fantasear un abuso sexual infantil. ¡Créeles a tus hijos, los niños no mienten!

6. El abuso se da únicamente en ámbitos sociales vulnerables. Lejos, en el campo, en cualquier parte menos cerca de nosotros. Pero no es así, puede darse incluso en mi propia familia.

Fuente: Lic. Gabriela Arraya de Montecinos

Consejos para padres y madres de familia

Los siguientes son algunos factores de riesgo:

Ignorancia de lo que puede ser un abuso sexual.

Necesidad de atención y afecto (el abusador trata de cubrir esa carencia del niño o niña).

Autoestima pobre.

Abandono emocional por parte de los padres o tutores.

Niños/as sumisos, obedientes y condescendientes.

Escasa habilidad para responder frente a los problemas.

Extremadamente confiados/as.

Fuente: Lic. Gabriela Arraya de Montecinos

Beneficios del conocimiento

Estimula al niño o niña a realizar elecciones responsables.

Le otorga confianza en su proyección hacia el futuro.

Purifica la sexualidad de cualquier componente morboso.

Conduce a la correcta interpretación de los hechos, evitando prejuicios.

Satisface el deseo de conocer y sosiega la curiosidad.

Fuente: Lic. Gabriela Arraya de Montecinos

Etiquetas:
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