Aumentan los casos de cáncer de piel

Utilizar protectores solares para salir a la calle, evitar exponerse al sol en horas pico, usar sombreros de ala ancha o sombrilla, son los valiosos consejos de expertos que para muchos pueden sonar repetitivos pero que ayudan a evitar en gran medida los casos de cáncer de piel. En Sucre, en 2016, el Instituto de Cancerología Cupertino Arteaga atendió 276 casos de cáncer de piel, mientras que en 2017 ya suman 20 más.

A nivel nacional la incidencia de este cáncer en hombres, cuyas edades oscilan entre 18 y 60 años, es de 20,9 por cada 100 personas. En las mujeres, de 27,6 por cada 100.

El cáncer de piel puede darse en cualquiera que no se cuide de la exposición a los rayos solares ultravioleta.

En Sucre

Esta patología es la segunda más frecuente de atención en el Instituto de Cancerología Cupertino Arteaga, dependiente de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.

Roger Corrales, oncólogo radioterapeuta desde hace 35 años y actual director de esa institución, confirma a ECOS que este año ya atendieron a 20 pacientes más que en 2016.

El año pasado se registraron 276 casos, de los cuales 127 correspondieron a pacientes de Chuquisaca, 68 de Potosí, 23 de Tarija, 28 de Santa Cruz, 11 de Cochabamba, cuatro de Oruro, cuatro de La Paz, uno de Pando y uno de Beni.

Según Corrales, gestor de una serie de conquistas para el Cupertino Arteaga, como la adquisición de dos bombas de cobalto en diferentes periodos y la incorporación de sistemas de radioterapia semiautomáticos y otros servicios como internación, el cáncer de piel afecta sobre todo a partir de los 40 años de edad, tanto a hombres como a mujeres. Es poco frecuente en personas más jóvenes.

En Bolivia

De acuerdo con datos provenientes del Ministerio de Salud, quienes viven en las zonas andinas del país tienen mayores probabilidades de padecer de este cáncer. De esta manera, los departamentos de mayor riesgo son: La Paz, El Alto, Oruro y Potosí. En Bolivia, el cáncer de piel afecta más al género femenino.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia de cáncer de piel en todo el planeta es mayor entre las mujeres debido a la exposición al sol por el bronceado y las camas solares.

Capa de ozono

Por el gran agujero abierto en la capa de ozono ya no se absorbe en la atmósfera la radiación ultravioleta proveniente del sol, que actúa sobre la superficie de la tierra y, por ende, sobre los seres humanos.

Esa radiación tiene la habilidad de estimular a las células basales y germinativas de la piel, provocando una serie de alteraciones en ellas, y cuando estas empiezan a enfermarse son capaces de desarrollar cáncer de piel.

Factores de riesgo

El de piel es el tipo de cáncer más común. Si uno tiene esta patología es importante saber de qué tipo es, pues esto afecta a las opciones de tratamiento y su pronóstico.

Si no se está seguro de qué tipo de cáncer tiene, debe preguntarle al médico para recibir la información correcta.

Un factor de riesgo es todo aquello que afecta la probabilidad de que uno padezca una enfermedad como, por ejemplo, el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo, explica Corrales a ECOS.

Algunos factores de riesgo, como fumar o la exposición excesiva a la luz solar, se pueden controlar. En cambio otros como la edad, la raza o los antecedentes familiares, no.

Presentar uno o varios factores no significa que de hecho se vaya a padecer cáncer de piel. Muchas personas con factores de riesgo nunca padecen cáncer de piel, mientras que otras pueden tener pocos o ningún factor de riego conocidos y, sin embargo, sufrir esta enfermedad.

“Son varios los factores que influyen para que se pueda adquirir un cáncer de piel, como la raza por ejemplo. La raza blanca es la más propensa para adquirir el mal, en cambio la morena está más protegida por la melanina. Con el transcurso de los años también puede influir la exposición a varios agentes nocivos que hacen que la piel se vuelva más delicada y factible a presentar cáncer”, dice Corrales.

Hay factores que predisponen sobre todo en patologías como el melanoma, que tiene cierta tendencia hereditaria. La rosácea también en algún momento puede desarrollar un cáncer de piel.

La acción ultravioleta del sol, el frío, humedad, viento y un ambiente demasiado seco, afectan y debilitan la piel de la gente que trabaja en agricultura, es decir, que está permanentemente expuesta a esas condiciones.

Por otra parte, la exposición a grandes cantidades de ciertos químicos como el arsénico aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel y la exposición a la radiación.

Tipos de cáncer de piel

Corrales explica que existen el carcinoma basocelular y epidermoide y el melanoma; ambos difieren por su estructura histológica. Mientras el cáncer basocelular y espinocelular provienen de las células basales y epidermoides de la piel, el melanoma maligno es un cáncer que se origina en los melanicitos, que son las células que producen melanina y dan color a la piel.

Cuando se desarrolla un cáncer en esas células se llama melanoma. Es una enfermedad muchas veces mortal en nuestro medio. •

Síntomas a tomar en cuenta

• Un elevado número de cánceres de piel se curan cuando son detectados a tiempo. Cuando no es así, algunas patologías tienen la habilidad de crecer en forma desproporcionada, destruyendo estructuras extensas de la piel y tejidos vitales como los huesos, nervios y músculos hasta provocar la muerte-
• En países desarrollados este tipo de cáncer ni siquiera ingresa en las estadísticas, por la facilidad con la que se curan. Otro capítulo es el melanoma maligno; cuando se lo descubre, debe recibir un tratamiento de especialidad en oncología en sus diferentes ramas. Es muy peligroso y puede causar mucho dolor.
• De acuerdo con las características clínicas de un cáncer de piel, aparecen llagas que no se curan y a pesar de que la herida tiene costra, esta nunca se cierra. Más bien crece cada vez más, pese a la aplicación de pomadas.
• Es importante tratar el cáncer de piel cuando las heridas son pequeñas. Las llagas aparecen sobre todo en el rostro, el cuello y las zonas descubiertas del cuerpo.
• Cuando aparece una herida que no se cierra es notorio, entonces hay que visitar al dermatólogo para recibir tratamiento.
• Cualquier llaga que no cicatriza, protuberancia, imperfección, marca o cambio inusual en el aspecto o área de la piel podría ser señal de un melanoma u otro tipo de cáncer de piel, o una advertencia de que puede producirse.
• La propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante, enrojecimiento o una nueva inflamación más allá del borde, cambio en la sensación (comezón, sensibilidad o dolor), puede tratarse de cáncer.

La prevención es vital

• El rol de los padres es cuidar a sus hijos, desde pequeños, de los rayos solares y enseñarles que lo hagan en un futuro.
• Es importante visitar al dermatólogo para que determine qué tipo de piel tiene una persona y qué cuidados necesita. Por ejemplo el uso de cremas, pomadas, vitaminas o antioxidantes en comprimidos y ampollas que, necesariamente, deben ser recetadas por él.
• No exponerse al sol en horas pico del día, entre las 11:00 y las 14:00.
• Utilizar gorras, sombreros de ala ancha y pomadas protectoras para salir a la calle.
• Usar prendas de vestir frescas, que cubran los brazos y las piernas.
• Colocarse crema que hace que la piel se ponga más tersa, lozana y húmeda.
• Mantener una buena alimentación consumiendo mucha verdura, fruta y vitaminas A, E y C.
• Cuando los niños y adolescentes salen de clases deben usar gorras y sombreros.