Recibió una carta de agradecimiento de Hawking
Teodoro Aracena le había enviado dos de sus libros al renombrado astrofísico
Hace 13 años, en 2005, el oftalmólogo chuquisaqueño Teodoro Aracena Ibarra envió un ejemplar de su libro “Tiempo Cero” (2003), escrito bajo el seudónimo de Santos Puma, al renombrado físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico Stephen Hawking, quien falleció el pasado 14 de marzo.
Un año después, Aracena hizo lo propio con otro libro suyo, “Ciegos y Cegueras”. Y tenía todo listo para mandarle el último, “Universalismo” (2018), cuando le llegó la noticia de su muerte.
“Le envié el ensayo poético no con el deseo de que lo comentara, sino para hacerle saber que en estas latitudes también nos preocupa el origen y el destino del universo”, explica Aracena a ECOS.
La respuesta
Hawking tuvo la gentileza de remitirle al autor chuquisaqueño una carta desde la cátedra Lucasiana de Matemáticas de la Universidad de Cambridge, agradeciéndole por el ejemplar recibido.
“Estimado Dr. Aracena: Gracias por su carta y copia de su libro titulado: Tiempo Cero. Me→ →disculpo por la tardanza en responderle. Cambios de personal y un gran retraso en la correspondencia son las principales razones.
Como puede imaginar, el profesor Hawking recibe cientos de solicitudes de editoriales y autores para comentar sobre sus libros. Tuvo que hacer una regla solo para comentar sobre el trabajo de una persona con la que está personalmente familiarizada. Espera que comprenda que no puede responderle personalmente y le desea mucho éxito en sus esfuerzos”, es el texto que firma Judith Croasdell, asistente personal del físico británico.
En realidad, la contestación no tardó mucho, puesto que llegó en el transcurso del mismo año del envío del libro, el 23 de junio de 2005.
Aracena dice que “pienso que soy el único boliviano que recibió una carta firmada por Hawking. Como el mayor científico cósmico de nuestra época, se esforzó por explicar la existencia y la naturaleza del tiempo, mientras que yo sostengo que el tiempo no existe, o que después de la muerte del tiempo podremos asistir a sus funerales”.
“Universalismo”
“La evolución cósmica del universo y la evolución biológica del planeta Tierra muestran nuestro origen común y hermandad con todo lo que existe y vive en el universo”. Ese el fundamento del ‘universalismo’ que propone en su libro “Universalismo: Bases Científicas” el doctor chuquisaqueño Teodoro Aracena como conducta para nuestra especie.
Él deja en claro que no es experto en las materias que revisó para escribir esa obra, por tanto dice que esta no se encuentra dirigida al mundo científico en particular sino a todas las personas interesadas en el tema.
“El lector tiene que estar consciente de que leerá una descripción de acontecimientos en los que todos estamos involucrados, sin la menor posibilidad de sustraernos ni aislarnos, puesto que se trata del origen y la evolución del universo y de la vida”, resume para ECOS.
Respecto a esta, que es su última obra, “cuando tenía listo el paquete para su envío llegó la noticia del fallecimiento del profesor Hawking”, dice Aracena.
En su criterio, “Universalismo”, al ser “escrito con rigor científico, hubiera gustado a Hawking, y seguramente lo hubiera comentado”. •
Teodoro Aracena
Chuquisaqueño de nacimiento, estudió Medicina en las universidades de San Simón de Cochabamba y San Andrés de La Paz.
Se especializó en Oftalmología en la Clínica Barraquer de Barcelona y en la Clínica Oftalmológica Universitaria de Ginebra.
Perteneció a varias asociaciones científicas, entre ellas a la Sociedad Francesa de Oftalmología y la Real Sociedad de Oftalmología del Reino Unido.
Fue miembro del Consejo Superior de Investigación Científica de la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia.
Publicó sus trabajos en España, Colombia, Francia, México y Estados Unidos.
Entres sus principales libros están: “Patología Geográfica y Antropología Médica en Bolivia” (1987). “Malformaciones Oculares” (1989). “Grupos Étnicos Aislados” (1991). “Manual de Oftalmología” (1994). “Tiempo Cero” (2003). “Ciegos y Cegueras” (2006) y “Sequential Atlas of Ophthalmology” (2009).
El “multiverso” de Stephen Hawking
- El último estudio del astrofísico británico Stephen Hawking aborda los universos paralelos, un concepto polémico popularizado por la ciencia ficción.
- “No estamos limitados a un universo único, pero nuestros descubrimientos demuestran que los universos posibles son mucho menos numerosos” de lo que piensan algunos investigadores, afirma Stephen Hawking en un artículo publicado esta semana en el diario High Energy Physics.
- La idea de universos múltiples emerge de una teoría que sugiere que cuando el cosmos se creó, con el Big Bang, el universo experimentó una expansión fulgurante.
- Durante este periodo, las distintas regiones del espacio no evolucionaron a la misma velocidad. Algunas pararon antes que otras, lo que creó distintos universos burbuja. El nuestro es una de estas burbujas.
- La idea de universos múltiples o “multiverso” no es nueva. Aparece en toda la historia de la filosofía, pero “irrumpió desde hace poco en el campo de la física teórica”, explica Aurélien Barrau, astrofísico del Laboratorio de física subatómica y de cosmología en París.
- Thomas Hertog, coautor del último estudio de Hawking, fallecido a los 76 años el 14 de marzo, describe el universo múltiple como “un mosaico de pequeños universos de bolsillo donde cada bolsillo es diferente”. Otros prefieren la imagen de las burbujas en agua hirviendo.
- Un islote en un metamundo
- El “multiverso” sigue siendo un tema muy polémico y algunos científicos critican que el concepto no pueda probarse. Según Aurélien Barrau, implica que nuestro universo vendría a ser “un islote diminuto en un inmenso metamundo indefinidamente vasto y diversificado”.
¿Decepción para el ser humano?
- “'El multiverso' se inscribe dentro de la historia de las ideas: nuestra representación global, tras haberse centrado en la región, la Tierra, el Sol, la galaxia y nuestro universo, ya no tiene centro”, explica el investigador del CNRS.
- La idea se basa también en teorías científicas. Además, imaginar que hay una multitud de universos permitiría responder a algunos de los interrogantes de los físicos.
- Las teorías pueden calificarse de científicas aunque contengan elementos no observables: la existencia de las ondas gravitacionales se aceptó antes de su detección. Pero todo depende de la credibilidad que se les conceda.
- “Para algunos científicos convencidos de sus teorías, el ‘multiverso’ puede parecer casi tan real como el universo que observamos. Pero para la mayoría de nosotros, estas teorías son especulaciones”, considera Sabine Hossenfelder.
- Aurélien Barrau reconoce que la teoría puede ponerse en duda, pero lamenta que se niegue de entrada.
Fuente: www.debate.com.mx
Evolución cósmica del universo
El doctor Teodoro Aracena sostiene que nuestra historia comenzó con el “Big Bang” (la gran explosión) hace 13.800 millones de años, cuando se formaron los primeros elementos químicos, el hidrógeno y el helio, que constituyen desde entonces casi toda la materia de las estrellas y las galaxias.
Nuestra galaxia (la Vía Láctea) existe desde hace unos 12.000 millones de años. Es el inicio del proceso de lo que se conoce como la “Evolución Cósmica del Universo”. En este periodo se originan en forma paulatina los demás elementos químicos.
Sostiene que los llamados “elementos químicos pesados” (entre ellos el carbono) se generan en el núcleo de las estrellas de mayor tamaño que el Sol, mediante un proceso físico-químico de compresión, gravitación y calor intenso denominado “Nucleosíntesis Estelar”, un proceso que continúa en la actualidad junto con el ciclo de vida de las estrellas.
Evolución biológica de la Tierra
Según Aracena, hace aproximadamente 3.800 millones de años, por la presencia del carbono y otros elementos químicos pesados, comienza la vida en el planeta en forma de un organismo unicelular primitivo, de estructura simple, todavía sin núcleo, que se denomina “procariote”.
Esta primera célula dio origen a todos los seres vivos que han existido en épocas pasadas y a los que existen actualmente.
A este proceso de transformación que sufren los organismos vivos a través de las generaciones se lo conoce como “Evolución Biológica en el Planeta Tierra”, según sus bases. El carbono es el elemento fundamental en la conformación de toda forma de vida en nuestro planeta, por eso la Química Orgánica o Química Biológica es también llamada “Química del Carbono”, detalla el galeno.
“Nuestro arranque en el Big Bang y nuestro inicio en la célula procariote, en base al carbono generado en las estrellas, señalan desde un comienzo nuestro vínculo con todo lo que existe en el universo. Toda la materia, viviente o inerte, está conformada por uno o más de los 105 elementos químicos naturales clasificados en la Tabla Periódica de los Elementos”, refuerza.
A partir de esa célula primordial sin núcleo (un procariote) se originan dos clases de células con núcleo: eucariotes vegetales y eucariotes animales, que son el origen de plantas y animales, es decir del Reino Animal y del Reino Vegetal, (Zoología y Botánica). Estas dos formas de vida solo se diferencian porque las unas poseen cloroplastos para la fotosíntesis en las plantas y las otras tienen mitocondrias para la respiración aeróbica en los animales.
“Por eso, la expresión frecuentemente usada por los poetas ‘hermano árbol’ es, ante todo, una realidad biológica”, agrega.
Cromosomas, ADN y código genético
Aracena recuerda que los cromosomas que ocupan el núcleo de las células están conformados por largos filamentos de ácidos nucleicos, principalmente ácido desoxirribonucleico o ADN, envueltos como en un carrete.
En ese filamento se reconocen segmentos llamados “genes”, que tienen una función específica que caracteriza a todas las formas de vida. Estos genes conforman el “Código Genético”, que tiene la facultad de “saber elegir” el número y el orden en que deben colocarse los aminoácidos para formar una determinada proteína que es propia de un tejido u órgano para cada planta o animal.
“Solo el número de aminoácidos y el orden en que están colocados en las proteínas diferencian al conejo del girasol y al pato de la margarita”. Es una prueba concluyente de relación de hermandad entre dos formas de seres vivos en la naturaleza, sostiene.
El árbol filogenético de la vida
Los trastornos que con frecuencia se producen en la estructura y función de los genes se llaman “mutaciones”. Estas pueden dar lugar a tres formas de cambios en los seres vivos: a) malformaciones, b) tumores, y c) nuevas especies en el curso de las generaciones mediante un proceso denominado “especiación”, dice Aracena. Es el modo cómo han surgido millones de especies, muchas de ellas extinguidas, en ese largo proceso evolutivo que comienza con la primera célula procariote y que se divide en tres dominios.
Así se conformó el “Árbol Filogenético de la Vida”, con su enorme follaje en donde los animales están representados por una pequeña y casi imperceptible rama en el dominio llamado “Eukaria”.
La raíz de este árbol representa a la primera célula viviente de hace 3.800 millones de años.
Las fases evolutivas
“Saltando largas e importantes etapas en la evolución nos encontramos con los vertebrados, empezando por los peces más primitivos, pasando del celacanto a los anfibios que invadieron la tierra por primera vez.
Luego aparecieron los reptiles que dominaron la tierra y se transformaron más tarde en aves con seres de transición como el Archaeopterix , que estaba dotado de escamas en el cuerpo y plumas en las alas”, sostiene el galeno.
Dice que el surgimiento de los mamíferos marca una era notable en la vida sobre la tierra. Por ejemplo, la relación evolutiva de los huesos del miembro superior en cuatro mamíferos con distintos hábitos de vida: un primate (el ser humano), un felino (el gato), un cetáceo (la ballena) y un quiróptero (el murciélago), que dan diferentes usos a sus miembros superiores, según sus necesidades: manos, garras, aletas y alas.
Además, la llamada “Explosión del Cámbrico”, hace 540 millones de años, aumentó súbitamente el número y variedad de especies en la Tierra, agrega el científico.
Todas las especies se distribuyen en la biosfera de acuerdo con el cambiante mapa geográfico y movimientos geológicos que modifican el planeta, empezando por la “Pangea” (el continente único) y la “Pantalasa” (el océano único).
Todo lo que existe nos muestra un origen común y nos encamina hacia una unidad evolutiva con distintos caracteres, pero con una presencia y un propósito único de sobrevida sobre el planeta, de acuerdo con la explicación ofrecida a ECOS por el doctor Teodoro Aracena.
“A esa hermandad nos referimos y proponemos como meta: el ‘Universalismo’ que explicamos y fundamentamos con hechos científicos comprobados”, sostiene a continuación.
Los primates y el hombre
En una etapa muy avanzada en la evolución de los primates se llega al “homo sapiens”, con una historia evolutiva que lo diferencia de una gran variedad de otros simios, en una transición casi imperceptible, tanto en sus cambios anatómicos como en su avance cultural, recopilados en más de tres siglos de investigación paleontológica y antropología cultural.
Ese proceso de diferenciación dentro de los simios para convertirse en “homo” a lo largo de más de 8 millones de años ha sido y sigue siendo objeto de discusión, sobre todo en el terreno cultural.
“Para el ‘Universalismo’ pierde importancia el momento de transición que seguramente ocurrió en miles de generaciones y muchos millones de años, puesto que sostiene que nuestra hermandad entre todos los seres vivos es indisoluble, tanto en espacio como en tiempo”, finaliza Aracena.