Juárez: Pascua es mirar la vida con optimismo

En la fiesta de la Pascua de Resurrección, el arzobispo de Sucre monseñor Jesús Juárez instó al pueblo cristiano católico a mirar la vida con optimismo y dejar de lado todo espíritu pesimista, además invitó a participar de la solemne eucaristía que se celebrará hoy, a las 9:00, en la Catedral Metropolitana.

“La fiesta de Pascua donde conmemoramos la Resurrección del Señor es la fiesta más importante del pueblo cristiano católico y para esta fiesta nos hemos estado preparando durante 40 días, los cuales han sido de peregrinación hacia este gran acontecimiento de salvación, este momento de gracia, de perdón y de reconciliación”, manifestó el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Juárez.

La Pascua, el triunfo de la vida sobre la muerte, se celebrará con una misa solemne, en la Catedral Metropolitana y todas las parroquias, en la cual se encenderá el Cirio Pascual, que simboliza a Cristo resucitado, luz de todos los creyentes.

“Pascua es mirar la vida con optimismo y dejar todo espíritu pesimista que no nos ayuda a crecer en esta autoestima que debemos tener porque Dios es nuestro Padre y todos somos hermanos; y crear también una fraternidad universal cuya cabeza es Cristo. Y ojalá que nosotros nos constituyamos en apóstoles, misioneros de la luz que es Cristo; que nos constituyamos en defensores de la verdad porque la verdad es Cristo resucitado, que seamos instrumentos del amor de Dios manifestado en Jesucristo el Señor porque Dios es amor; sobre todo que nos constituyamos en misioneros del resucitado y reconocerlo, como hicieron los discípulos, en la eucaristía, en la fracción del pan”, señaló Juárez.

Ayer, el pueblo cristiano católico permaneció en silencio y oración esperando la resurrección de Cristo. Por la noche, a las 22:00 participó en la solemne celebración de la Vigilia Pascual “madre de todas las vigilias” donde hubo la bendición del fuego nuevo del Cirio Pascual y del agua.

“Pascua significa paso y recuerda esa escena tan linda donde el ángel exterminador pasó por Egipto para dar cumplimiento a la séptima plaga que profetizó el mismo Faraón de que la última prueba que iba a soportar era la muerte de todos los primogénitos y Yavé Dios que acompañaba a su pueblo mandó al pueblo de Israel que estaba esclavizado en Egipto que mataran un cordero y que con su sangre pintaran las puertas y que cuando el ángel exterminador pasara matando a los primogénitos respetaría las casas pintadas con la sangre del cordero”, recordó el Arzobispo.