Coyuntura política marca encuentro con bolivianos
Expositores de ambos bandos se esmeraron por explicar sobre su visión del país
Miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) escucharon ayer a representantes de la sociedad civil boliviana que, en su mayoría, plantearon quejas relacionadas con la situación política que vive el país. Mientras unos denunciaron la intención del gobierno de Evo Morales de perpetuarse en el poder, otros salieron en defensa de esas pretensiones.
Durante más de dos horas, los comisionados escucharon atentamente a 66 ciudadanos que expusieron diferentes preocupaciones en una audiencia pública que se realizó en la Sala Pedro Ignacio Muiba del Centro Internacional de Convenciones y Cultura. Entre otros, hicieron escuchar su voz la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGBTI) y pobladores de zonas de explotación petrolera.
En torno a la política
Representantes de las plataformas ciudadanas pidieron a los comisionados que se manifiesten sobre la decisión de Morales de postularse a una nueva reelección, enfatizando en que lo hagan a la brevedad posible, para evitar una mayor confrontación como ocurrió en Venezuela y Nicaragua.
En los dos minutos de tiempo que tenía cada expositor, los opositores se concentraron en la vulneración al artículo 168 de la Constitución Política del Estado (CPE) y en la negativa de reconocer el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016 (21F).
“Cuando vine a esta sesión, desde la ciudad de La Paz, vine con una profunda ilusión de reclamar justicia por la violación del voto ciudadano del 21F. Sin embargo, al enterarme (de) que la demanda de no reelección de Nicaragua del dictador Daniel Ortega recién ingresó después de ocho años, una profunda desazón invadió a mi persona”, señaló el orador de una plataforma ciudadana.
Entretanto, organizaciones sociales afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) se esforzaron por ensalzar la gestión del presidente Morales y justificar así su nueva reelección. “En Bolivia existe democracia, se respeta la CPE, pero también queremos decirles que hay gente mala que hace daño en el país, y eso no lo vamos a permitir”, dijo uno de sus representantes.
A la audiencia también acudieron personajes conocidos como el abogado Eduardo León, que denunció ante los comisionados la supuesta vulneración a su derecho al trabajo por la suspensión de su título de abogado, y como el ex magistrado Gualberto Cusi, que pidió la admisión de un caso planteado hace más de tres años.
“Oportunidad de oro”
La presidenta de la CIDH, Esmeralda Arosemena, al cabo de aproximadamente tres horas, entre audiencias ordinarias y reuniones extraordinarias, declaró que “ha sido una jornada intensa, hemos tenido una oportunidad de oro, (la de) poder escucharles a todos y todas”.
Por su parte, el comisionado Francisco José Eguiguren, relator de Bolivia, indicó que los participantes en la reunión extraordinaria con la ciudadanía del país anfitrión les dieron una información valiosísima.
“Creo que todos los miembros de la Comisión estamos felices y orgullosos de su presencia y de su conducta; no es fácil en un momento en el que un país se vive un momento de profundo debate político, en un periodo preelectoral, haber dado el ejemplo cívico de ustedes. Yo sé que por momentos no ha sido fácil”, expresó.
Luego de la audiencia, cuando se les preguntó si la CIDH tratará el tema de la reelección de Morales en las próximas sesiones a realizarse en Jamaica, la Presidenta respondió:
“Nosotros no estamos, salvo que haya una persona en la mesa que tenemos… tenemos una mesa para recibir denuncias, eso es una cosa aparte, eso es un proceso que demanda un procedimiento, incluso de analizar para ver si procede, no hablamos de denuncia de lo que ustedes han hecho, la sociedad civil hoy nos ha marcado, nosotros no lo recibimos como denuncia, ni casos, lo recibimos como una información sobre un determinada situación que nos piden evaluemos para ver. Entonces, nosotros tenemos informes de país, tenemos informes finales, anuales; en esos informes nosotros vamos identificando la situación de cada uno de los países”, respondió Arosemena.
Denuncia sobre casos de violación sexual a menores impacta a comisionados
Los casos de violación a menores de edad en el país, la retardación de los juicios y, a menudo, la prescripción por falta de pruebas físicas, parte de una denuncia realizada por la cochabambina Red Departamental de Niñas, Niños y Adolescentes contra la Violencia Sexual, conmocionaron a los miembros de la CIDH, que se comprometieron a tomar especial atención a este tema.
Con la voz entrecortada y por momentos con llanto, la representante de la Red Departamental de Niñas, Niños y Adolescentes contra la Violencia Sexual, afirmó que una de cada tres niñas bolivianas es víctima de agresión sexual y que uno de cuatro niños sufre el mismo tipo de violencia.
Señaló que Cochabamba, cuya población alcanza a 1,9 millones de habitantes, sólo cuenta con cuatro salas penales, y una de ellas fue implementada recientemente.
Ante tal situación, indicó que muchos juicios duraron entre 8 y 15 años y que en la mayoría de los casos no hubo sentencia; lo peor de todo es que muchos juicios prescribieron por falta de pruebas físicas, según dijo.
“¿Acaso no es suficiente que una niña, un niño, un adolescente tenga que hacer denuncia de esto o con el dolor de la víctima tenga que contar lo que ha pasado?”, preguntó.
Al final de las exposiciones, la presidenta de la CIDH, Esmeralda Arosemena, destacó el testimonio de vida del grupo de niñas, niños y adolescentes. “Nos obliga a evaluar precisamente lo que representa una vida, una convivencia de paz, con justicia, con respeto a la dignidad del ser humano”, dijo.
En la jornada
* Al menos con media hora de anticipación, un par de buses y varios automóviles salieron de las puertas de la Gobernación rumbo al CICC. Desde el centro de la ciudad, dirigentes campesinos y obreros vinculados al oficialismo anunciaron que defenderían la gestión del presidente Evo Morales y su repostulación. Por su parte, la Confederación Médica de Bolivia preparó una solicitud a la CIDH de defensa al derecho a la salud y a la libre organización.
*Mucho antes de las 17:00 (hora inicialmente prevista para la plenaria), el auditorio destinado para el encuentro entre organizaciones y los comisionados, estaba repleto. Varias personas cuestionaron que la organización no hubiese dispuesto un espacio adecuado para la audiencia, considerando que varios sectores habían anunciado su participación.
*Una de las personas que reclamó fue la ex magistrada del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), Silvia Salame, quien observó que al ser un encuentro abierto a la población, todas las personas interesadas deberían poder ingresar.
*También se quejó el presidente del Ilustre Colegio de Abogados de Chuquisaca (ICACH), Arturo Yáñez, quien vio los controles como una afectación a los derechos de cualquier ciudadano.
*Mientras se desarrollaba la plenaria, que comenzó luego de las 18:00, las quejas continuaban. El ex magistrado del TCP, Gualberto Cusi, salió ante los medios para declararse en huelga de hambre porque no le permitirían denunciar en la plenaria que fue víctima de la vulneración de derechos, cuando en 2014, el entonces ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, revelara que padece de una enfermedad incurable.
* Un par de horas después de su anuncio de huelga de hambre, Cusi logró ingresar a la plenaria; antes que él ya lo habían hecho también los representantes de la plataforma “Bolivia dice No” y del ICACH, que estaban en espera.
* Con la luna en las espaldas tras más de dos horas en audiencia, los representantes de la plataforma “Bolivia dice No” abandonaron la cita con los comisionados y reclamaron no haber tenido mayor tiempo de intervención, a diferencia, según ellos, de personas que defendieron al presidente Morales. Antes, por la mañana, su candidato a la presidencia, el senador Oscar Ortiz, había anunciado que entregó 700 folios referentes a la defensa del 21F a la CIDH.
* Los activistas que habían llegado al grito de “Bolivia dijo No”, se retiraron vociferando la misma frase, estampada en sus poleras y carteles que desaparecían en la oscuridad del ingreso al CICC.