Bajo el título “Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030”, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra este año el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, también llamado “Día Internacional de la Mujer”, que conmemora la lucha femenina por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
La conmemoración se realiza desde el 19 de marzo de 1911 y se va extendiendo por distintos países del mundo; y aunque en 106 años de lucha y activismo se ha logrado varios avances por la reivindicación de género, el último informe mundial de la ONU afirma que el desarrollo alcanzado es dispar en la mayoría de países: mientras algunos marcan importantes logros, en otros hay un estancamiento y en varios incluso un gran retroceso.
Por ello esta entidad internacional insta a las naciones, gobernantes e instituciones, a invertir mayores esfuerzos conjuntos para alcanzar las metas trazadas de la participación igualitaria de la población femenina (50/50) hasta el año 2030.
Bajo esta mirada, el empoderamiento femenino ha conseguido, por ejemplo que, 57 países del mundo hayan tenido en algún momento de su historia a una mujer como primera ministra o como presidenta; la boliviana Lidia Gueiler Tejada (Cochabamba) fue la primera, en 1979. Actualmente diez mujeres ostentan el cargo de mandatarias (en Chile, Croacia, Estonia, Islas Marshall, Liberia, Lituania, Malta, Mauricio, Nepal y Taiwán).
Aunque todavía está muy lejos la paridad, en los parlamentos de todo el mundo, democráticos o no, la presencia de las mujeres se ha duplicado en 20 años. En 1997, sólo 11 de cada 100 diputadas en cámaras bajas eran mujeres. Actualmente la cifra se eleva hasta el 23%. En el extremo contrario, en cuatro países (Micronesia, Catar, Vanuatu y Yemen) ninguna mujer ocupa escaños.
Sólo Ruanda y Bolivia cuentan con fuerte presencia femenina en sus Congresos, mientras que Cuba, Islandia, Nicaragua, Suecia, Senegal, México, Finlandia, Sudáfrica, Ecuador y Namibia llegan al 40% de parlamentarias.
En el país, la gestión del presidente Evo Morales del año 2011 contó con una paridad importante: 49% de mujeres contra el 51% de varones con un gabinete de 20 ministerios conformado por diez hombres y diez mujeres, empero tras pocas semanas, la presencia masculina se incrementó con el nuevo Ministerio de Comunicación. Lamentablemente esta cifra fue disminuyendo en las siguientes gestiones. En 2012 y 2013, el gabinete tenía 65% de hombres y 35% de mujeres; en 2014 la presencia de la mujer llegó al 33% y se mantuvo hasta 2015, mientras que en 2016 el porcentaje se redujo a 29%. Sólo seis mujeres estaban presentes en el gabinete. Ahora, sólo cuatro están en el equipo de colaboradores de Morales.
Desde el punto de vista social, se debe destacar la consolidación del Seguro Universal Materno Infantil, que garantiza la salud de las madres e hijos durante dos años o el bono Juancito Pinto, que contribuyó a disminuir el analfabetismo femenino y la inclusión de mayor cantidad de niñas en las escuelas.
Como se ve, los progresos para la mujer van en incremento en Bolivia; no con la velocidad que debieran, y aunque todavía falta mucho por hacer, es justo reconocer que no es poco lo que estamos haciendo en la dirección correcta.
Aunque es todavía mucho el camino que queda por recorrer, y el avance no es rápido como sería de desear, Bolivia se destaca entre los países que más esfuerzos hacen hacia una más equitativa participación de las mujeres