La hora de la serenidad

EDITORIAL 04/08/2018
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A medida que caen las hojas del calendario, crece la incertidumbre respecto a lo que podría pasar en Potosí cuando se lleven adelante los actos centrales de homenaje a la fundación de Bolivia.

Por decisión presidencial, Potosí fue elegido como sede de dichos actos. Por eso es que, por una parte, la Asamblea Legislativa Plurinacional desarrollará sus sesiones de homenaje en la ciudad del Cerro Rico y, por otra, el discurso informe del primer mandatario será emitido desde la Casa de Moneda.

Como ya se ha hecho una costumbre, grupos de opositores suelen seguir al presidente, o vicepresidente, doquiera que éstos vayan con el fin de gritar la consigna de “Bolivia dijo no”. Quizás eso no hubiera pasado de la anécdota si es que los oficialistas no habrían demostrado que el hecho les irrita. Como lo hicieron, la estrategia de la oposición ahora está centrada en gritar la frase de manera cada vez más notoria.

Sobre la base de informes oficiales, se puede anticipar que los posibles roces estarán centrados en torno a la participación de los grupos de opositores en el desfile del 6 de Agosto. Por ello, el Comando Departamental de la Policía de Potosí ha diseñado una estrategia que, con el concurso de 800 efectivos, cerrará todas las bocacalles del trayecto que se utiliza para desfilar. Para ingresar a dicho trayecto, será necesario ir hasta el punto de partida, pero aún ahí habrá que esperar que los policías autoricen la entrada porque, para tal fin, ellos se basarán en el orden de salida previsto por los organizadores. Como es fácil suponer, los grupos opositores, y los que se autodenominan plataformas ciudadanas, no forman parte de esa lista.

Conocedores de esa estrategia, los grupos del “Bolivia dijo no” presentaron sendas notas a la Gobernación de Potosí solicitando que se les incluya en la lista de instituciones que participarán en el desfile. Hasta ayer no habían recibido respuesta y, si lo hacen, lo más probable es que se les diga que deberán ingresar al final, después de todas las instituciones potosinas. Por eso es que se prevé que estos grupos intenten ingresar al trayecto por otras bocacalles y, cuando lo intenten, serán frenados por la Policía. Ahí es donde podrían surgir los enfrentamientos.

Se impone, entonces, la serenidad. Si policías o manifestantes pierden la calma y pasan al terreno de la confrontación, no sólo se empañaría el homenaje anual a la Patria sino que existe la posibilidad de que haya daños personales. Esto es, precisamente, lo que se debe evitar.

Lamentablemente, la provocación parte de las filas oficialistas ya que, apenas ayer, un dirigente de la confederación de campesinos ratificó que se enviará a la policía sindical a la Villa Imperial y, de existir provocaciones, utilizarán lazos.

Eso se suma a un hecho ocurrido ayer, en la concentración escolar que tuvo lugar en el Campo de Marte de Potosí. Allí, una estudiante del colegio Litoral gritó “Bolivia dijo no” y eso provocó la reacción airada del director distrital de educación del municipio de Potosí quien incluso anunció un proceso para la directora del establecimiento. Es, a todas luces, un acto de intolerancia y abuso de autoridad que se acerca peligrosamente a convertirse en un atentado a la libertad de expresión.

Por lo que se ve, es el bando oficialista el que, al no poder tolerar la consigna oficialista, pierde los estribos frente a ella e incurre en acciones provocativas, cuando no ilegales.

Si los oficialistas son los primeros en calmarse, y no azuzan a las fuerzas del orden, entonces es posible que los actos de homenaje a la Patria transcurran en Potosí sin incidentes lamentables.

Si los oficialistas son los primeros en calmarse, y no azuzan a las fuerzas del orden, entonces es posible que los actos de homenaje a la Patria transcurran en Potosí sin incidentes lamentables

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