La clase media es la que aspira a reconquistar el MAS y es la esperanza de la oposición para tener una posibilidad de victoria en las elecciones generales de 2019. La clase media es la que quita el sueño a los políticos que no se imaginan lejos del poder desde 2020 y es la fruta deseada de los políticos que aspiran a sustituir a los actuales gobernantes.
Al contar con una formación técnica o universitaria en la mayor parte de los casos, la clase media es un segmento social cambiante en sus opiniones y preferencias políticas, que varía de acuerdo a la información que recibe, ahora con regularidad a través de internet y sus redes sociales que llegan a cualquier rincón del país.
A diferencia de las organizaciones sociales que respaldan al oficialismo, la clase media no suele mantener lealtades políticas y decide de acuerdo a tendencias de opinión pública que son muy influyentes en sus decisiones electorales. Pero al igual que los políticos atentos a ella, la clase media también tiene sus dudas sobre el futuro del país: apostar por la continuidad que ha generado estabilidad económica y social sin reparar sobre las normas que lo permitan; o bien decidir por una postura moral y exigir que se cumpla la alternancia democrática del poder como aún lo establece la Constitución Política del Estado, pese al polémico fallo constitucional que señala lo que la Carta Magna no dice. Y de ahí en adelante la incertidumbre ante un posible nuevo gobierno sin el respaldo militante y orgánico de los sectores sociales organizados.
Es una encrucijada que ensombrece el futuro y nadie consciente en el país puede eludir en sus reflexiones cotidianas.
La polémica de la reelección presidencial es el centro del debate y es posiblemente el principal reparo que tiene la clase media contra la continuidad del binomio oficialista, cuya posición es clara de no ceder un milímetro con la candidatura observada. A esto se suman las declaraciones irreflexivas de líderes sociales, que amenazan a autoridades electorales en caso de la inhabilitación de la dupla masista o cuestionables declaraciones de un exministro en el servicio exterior que califica a la clase media como poco inteligente, para comprender las razones de su bienestar durante el proceso de cambio. Son manifestaciones que separan aún más a sectores de clase media, del oficialismo.
En contraposición, los opositores están confiados en el apoyo de la clase media y confían en ésta para derrotar en las urnas a cualquier binomio del MAS, incluso el invencible que hasta ahora ha ganado con soltura tres elecciones generales. Sin embargo, la clase media no es una masa uniforme sino que es muy sensible a manifestaciones políticas, que recuerden al pasado del sistema político que naufragó entre la corrupción y la incapacidad de gobernar. Entonces es recomendable para los opositores que cuiden sus pasos si quieren llegar con éxito a las elecciones generales de 2019.
Hasta dentro de un año, es muy probable que factores inesperados decidan la preferencia política de la clase media y el futuro del país.