Chuquisaca, el equipo que va al mundial de robótica
Bolivia será representada por primera vez en la First Global de Robótica y el equipo que lleva su nombre es sucrense
Contra el mundo. Así viaja el equipo de cuatro adolescentes de Sucre a representar a Bolivia en una competencia internacional de robótica en Estados Unidos. Con las maletas casi listas, aunque con varios gastos pendientes por cubrir, los chuquisaqueños cuentan que no fue fácil llegar a esta etapa y hablan de la apremiante necesidad de cambiar la forma y contenidos de enseñanza en el país.
Tres hombres y una mujer conforman el equipo que ganó, con muchas horas de estudio y práctica, el puesto para representar a Bolivia, luego de competir contra decenas de equipos de distintos puntos del país.
Todos son colegiales –matriculados en unidades educativas privadas–, que buscan alcanzar el primer lugar del torneo que tendrá como sede Washington (Estados Unidos) y que contará con más de un centenar de delegaciones provenientes de distintos países del mundo.
El evento de robótica denominado First Global challenge (Reto First Global) es organizado cada año para promover la pasión por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas en millones de jóvenes de entre 15 y 18 años de edad.
El reto para este año es que la competencia de robótica refleje cómo se necesita cooperar como una sociedad global, a resolver la crisis de agua que afecta a nivel internacional, según indica la página web de First Global.
El propósito de la competencia es “inspirar a la próxima generación de jóvenes a dedicarse a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas”, de manera que estén capacitados para resolver problemas que afectan a su entorno.
Los ganadores de la competencia mundial podrán optar por becas para estudiar robótica en el exterior, por lo que el premio de poder especializarse en esa área, motiva al equipo chuquisaqueño conformado por Alejandro Núñez, Fabián Malpartida, Susan Yoselín Terán y Ricardo Fernández que representarán a Bolivia en la cita que se llevará a cabo en julio de este año.
EL CAMINO
Pero no todo es color rosa. El resultado requirió una dedicación de un promedio de cuatro horas de estudio y trabajo extra a las que exigen las clases y tareas del colegio.
“Practicábamos todos los días porque como era reto virtual, el programa simulaba tu robot y no era necesario comprar nada, sólo programar tu robot. Nos ponía nerviosos, cada día practicábamos retos de programación y así pudimos lograr el resultado, de Bolivia, más de 20 se presentaron y terminaron, de esos ganamos”, comenta Alejandro Núñez.
El nerviosismo y la ansiedad son las sensaciones que los despiertan y acompañan hasta la hora de dormir desde noviembre del año pasado, cuando fueron convocados a rendir una prueba para ser electos.
Los cuatro elegidos se ganaron su puesto con estudio y su recompensa fue grande ya que ahora se preparan para un desafío inigualable.
“Este es un reto que siempre he estado esperando. Representar a mi país en un evento internacional es algo que desde pequeño he soñado”, revela Alejandro, de 16 años de edad que en la Olimpiada Científica Estudiantil Plurinacional de 2015 logró el primer lugar en equipo con Jheyson Santillán y con ello se ganaron una plaza para representar a Bolivia en un Iberoamericano.
Ese año, participaron en una competencia universitaria de robótica con representantes de todo el país, y obtuvieron el tercer lugar. Ya en 2016, alcanzaron el oro entre los universitarios.
Su experiencia por los eventos universitarios en los que ha ganado, han afianzado el deseo de Alejandro de dedicarse a esta área de estudios y ahora que está en la promoción del colegio Santa Ana, espera ganar la beca que se oferta en la First Global, un sueño compartido por todos los integrantes del equipo, especialmente por Fabián Malpartida que al igual que Alejandro, cursa el último curso de secundaria y ya debe elegir qué camino tomará para su profesionalización.
“La beca nos permitiría estudiar en el exterior, si se gana el reto, hay becas para cada estudiante y nos esforzaremos mucho”, dice Fabián con notoria ansiedad de lograr superar un reto que todavía no saben en qué consistirá.
La metodología de trabajo de la First Global es que revelará cuál será el reto que los equipos deben cumplir una vez que todos tengan los kits (equipos) necesarios para armar sus robots y programarlos.
Por ello, una vez que los kits sean recibidos por los más de 100 países participantes, la organización dará a conocer el reto que tendrá como cita final Washington.
Mientras tanto los estudiantes chuquisaqueños practicarán con kits lego, que son equipos especiales de la popular compañía, hechos para armar robots y que serán similares a los que la First Global les enviará en la próxima semana.
De hecho, la búsqueda de igualdad de condiciones en el reto, es uno de los principales postulados de la organización internacional con sede en Estados Unidos, ya que la prueba de selección a nivel nacional, coordinada con la participación de dos bolivianos que estudian en el país del norte con becas Fulbright, fue sólo de programación en computadora, para que así, los estudiantes bolivianos no requieran robots y accesorios que por su costo económico pueda imposibilitarlos a participar.
“La competencia estuvo complicada porque estaba en un lenguaje que ninguno de nosotros conocía que es Python, y tuvimos que ver otro tipo de programación orientada más a objetos”, comenta Fabián, para quien darse tiempo para estudiar robótica fue lo más complicado de todo el proceso, ya que tuvo que sortear con las distintas tareas y exigencias de estar cerca de culminar los estudios secundarios; aunque destaca el apoyo de su colegio para participar en la Olimpiada Científica Estudiantil y los Juegos Plurinacionales.
“Gané en 2015 a nivel departamental la medalla de oro, en el nacional también oro en el área de informática y programación competitiva. El año pasado pasé a la fase y este año espero participar también en la competencia”, explica el estudiante que recuerda que desde que era niño le gustaba armar y desamar cosas. “Jugaba al científico”, afirma.
Susan Jhoseline Terán, la única mujer del equipo, dice que el interés por entender cómo funcionan las cosas es algo que le acompaña desde temprana edad. “Desde chiquita me gustaba usar la computadora”, revela con una naturalidad propia de una generación que desde temprana edad se ha contactado con este tipo de tecnología.
Cuenta que comenzó a programar a los 13 años y a los 14 se inició en la robótica. Ahora, con 15 en su cédula debe prepararse para tramitar el pasaporte y otros documentos que requerirán.
Susan Jhoseline participó en el área de informática, en la fase nacional de la Olimpiada Científica, pero es este concurso su mayor logro en el área a la que le dedica unas cuatro horas de trabajo al día.
Consultada sobre si le gusta más la informática o la robótica, asegura que ambas le apasionan por igual. “Son complementos los dos y lo que programo en la computadora lo puedo hacer realidad con la robótica”, dice con un tono de satisfacción.
Y ante la pregunta obligatoria sobre qué se siente ser la única mujer del equipo, dice “lo bueno es que todos somos iguales, nos divertimos y nadie se alza ni nada eso”.
“Quisiera estudiar en el exterior, como todos, quisiera que ganemos porque nos estamos esforzando bastante y nosotros no contamos con tanto apoyo como en otros países y por eso quisiéramos tener nuestro auspiciador y todo”, solicita Susan Jhoseline al manifestar la preocupación que tienen ellos y sus padres de tener que cubrir los gastos para participar en el evento que podría cubrir algunos ítems, pero no todos y aún esperan que les precisen con qué apoyo contarán.
Ricardo Fernández, el integrante más joven del equipo, con 14 años de edad, también se preocupa por conseguir los recursos económicos para acudir a la competencia.
“Estamos buscando financiamiento porque es un gran gasto ir a Washington y queremos conseguir auspiciadores”, explica al lamentar que este tipo de actividades casi no se promueven en el país, salvo la de la Olimpiada Científica, en la que en 2015 ganó el segundo lugar de Chuquisaca y a nivel nacional el cuarto; mientras que para 2016 obtuvo el primer lugar en ambas instancias.
“¿Y estás nervioso por tener que ir a Estados Unidos, en la situación política actual de ese país?”, “mmm no, creo que lo que me pone nervioso es que es la segunda competencia más importante de robótica en el mundo y participarán más de 130 países y es un país (que está) muy lejos”, revela Ricardo.
Tanto para los seleccionados como para los padres de familia, es necesario analizar los contenidos de la formación de escolares y colegiales, de manera que puedan incluir contenidos en robótica y otras ciencias que los motiven a resolver problemas de la realidad y de su entorno.
“Creo que sí se debería poner de acuerdo con colegios y les enseñen a colegios, porque tienen esa capacidad para aprender están jóvenes; la mente de ellos está blanca y ellos pueden, entonces no es necesario nada más que los colegios se pongan de acuerdo con la Universidad para incluir esos temas”, comentó una de las madres de familia de los estudiantes, Susana Cruz.
“Debería haber apoyo sobretodo porque los chicos han ido solos y realmente no hay promoción de la robótica como en otras ciudades, como La Paz. Chuquisaca salió campeón gracias a la preparación de la Universidad”, complementó Ingrid Durán, otra madre de familia.
ROBÓTICA, UNA NUEVA TENDENCIA EN SUCRE
Aproximadamente desde 2014 se conformó en Sucre un movimiento notorio de jóvenes interesados en la robótica. Actualmente, hay en Sucre varios, aunque no contados, clubes conformados por estudiantes universitarios o de colegio, comenta el mentor del seleccionado chuquisaqueño en robótica, Said Pérez, docente de la Universidad San Francisco Xavier.
“En realidad desde 2014 se ha formado una masa crítica en Sucre de chicos que les gusta la programación de robótica. Me parece que mucho ha tenido que influir el compromiso que ha tenido la Universidad San Francisco Xavier, en la capacitación en 2014 –en un inicio gratuita– para todos los chicos. En 2015 ya no se dio el escenario porque era una masa más grande, los mismos universitarios tenían clubes de robótica en sus casas y todo eso, incluso me animo a decir que se ha formado como un minimercado donde los chicos traen cosas, se venden cosas; ha sido muy interesante”, detalla el docente que ha sido el mentor de varios estudiantes que participaron en las Olimpiadas Científicas o de los tutores que se les asignaron.
De hecho, la sede de estudios y prácticas del equipo que representará a Bolivia es el laboratorio de robótica de la Carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones e Ingeniería de Sistemas, de la Facultad de Tecnología, ya que es el único espacio en el que pueden tener los medios suficientes para trabajar y aprender, destaca Pérez que acompañará al equipo de estudiantes a Washington, como su mentor, al igual que todas las delegaciones participantes.
Apoyo desde el exterior, becarios bolivianos que destacan en EEUU
La participación de Bolivia en la First Global se logró no sólo con el interés de la organización en llegar a los jóvenes latinoamericanos, sino también gracias a que bolivianos que estudian en Estados Unidos mediaron para que la selección tome en cuenta también al país.
Luis Fernando Ortiz, de Camiri, que estudia como becario Fulbright una maestría en Administración de Empresas (Master in Business Administration - MBA) en Babson College y otra maestría en Administración Pública (Master in Public Administration - MPA) en la Universidad de Harvard, fue quien se enteró por amigos que viven en Boston (EEUU), que la First estaba interesada en reclutar equipos de Latinoamérica para participar en la competencia mundial de este año y de ahí surgió la idea de incluir a Bolivia y organizar una competencia nacional para reclutar un equipo ganador que represente al país en el mundial.
“Nuestro objetivo es generar más alternativas de educación y roce internacional para los jóvenes de nuestro país, como forma de retribuir la fortuna que tuvimos de acceder a educación de calidad en el extranjero por medio de la beca Fulbright”, comenta Ortiz.
“Estos chicos fueron seleccionados en una competencia a nivel nacional que organizamos el año pasado y se destacaron por sus logros individuales en el ámbito de la robótica y programación, como también como equipo por la coordinación y madurez que demostraron en las fases clasificatorias”, afirma
-¿Cuál es su expectativa del equipo boliviano?
“Nuestra expectativa respecto a la competencia es que posicione al país entre los países líderes en robótica. Nuestra expectativa respecto al equipo, es que cada uno de ellos pueda conocer a otros jóvenes destacados como ellos y puedan ser inspirados de tal forma que sigan su pasión por la robótica, más motivados y empoderados.
La presencia de bolivianos en este ámbito es limitada pero aun así tenemos algunos profesionales en esta industria trabajando en compañías líderes del sector. Por ejemplo, tenemos una boliviana en Tesla y un boliviano en Microsoft”.
-¿Qué considera que hace falta en la formación en Bolivia para posicionarse en el exterior?
“Estamos viendo un movimiento de estudiantes apasionados por la robótica, como se puede ver en la masiva participación de jóvenes en las competencias de robótica y matemáticas a nivel nacional. Para nosotros es muy importante contribuir a este interés de los jóvenes por medio de esta oportunidad de participar en la competencia mundial de robótica.
Sin duda, los chicos miembros del equipo serán semilleros de otros jóvenes interesados en esta rama de la ciencia.
Creo que en la formación de profesionales de Bolivia falta más conexión de la academia con la industria nacional y con las universidades extranjeras líderes en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
Por ejemplo, acá en las universidades en EEUU se aplica mucho el método de casos de estudio, que consiste en aprender teoría y conceptos por medio del estudio de casos reales de la industria. De esta manera el estudiante está permanentemente conectado con los problemas y desafíos actuales de la sociedad.
-¿A qué le atribuyes este interés de jóvenes por la robótica? ¿Qué se debería hacer desde los colegios para alentar talentos en el área tecnológica?
“Creo que se debe a que ahora la juventud está muy familiarizada con videojuegos, computadoras y electrónica, y a la facilidad que ahora tienen los jóvenes de aprender por si solos en Internet, viendo videos en YouTube, por ejemplo.
Los colegios podrían promover competencias entre sus alumnos y con otros colegios, e incentivar la formación de clubes de aficionados entre sus estudiantes y profesores. Los estudiantes aprenden más haciendo, y los clubes y las competencias son instancias para poner a prueba sus conocimientos, técnicas y habilidades sociales”.
ES NECESARIO FINANCIAMIENTO
Para alentar la práctica de la robótica, es necesario mayor financiamiento en el área, así lo afirma Benjamín Pinaya, el también boliviano becado en EEUU que junto con Ortiz, organizó la fase nacional.
“Es triste ver cómo otros países que apenas logran clasificar, invierten en pasajes, libros, cursos, clases y becas para los estudiantes. Yo creo que si hubiesen más incentivos a estudiantes que se enfocan en esta área, la investigación a nivel Bolivia estaría mucho mejor”, asegura.
Y es que para Pinaya, graduado de la Universidad Católica de La Paz y estudiante del último semestre de la maestría en robótica en el Worcester Polytechnic Institute, gracias a la beca Fulbright, el sólo hecho de tener un lugar donde practicar o tener buenas computadoras para programar “hace una gran diferencia”.
“Aunque nos falta mucho en el país, la esperanza está en los ‘peques’, porque cuando ellos tienen ganas, logran cosas como éstas”, destaca.
El equipo
Fabián Malpartida Negrón
Estudiante de la promoción del colegio Don Bosco, tiene 16 años de edad.
"Siempre me dio curiosidad la programación y me parece un mundo hermoso".
Alejandro Núñez Arroyo
Estudiante de la promoción del colegio Santa Ana, tiene 16 años de edad.
"Yo estaría a favor de que se se aplique la robótica, en los colegios".
Susan Jhoseline Terán Cruz
Estudiante de cuarto de secundaria del colegio Don Bosco, tiene 15 años de edad.
"Desde chiquita me gustaba usar computadora y empecé a programar a los 13".
Ricardo Fernández Durán
Estudiante de cuarto de secundaria del colegio Don Bosco, tiene 14 años de edad.
"Un buen robot sin un buen programa no da o un buen programa sin un buen robot no está bien".
Said Pérez
Mentor y docente de la Universidad San Francisco Xavier.
"Me animo a decir que se ha formado como un minimercado de robótica".