En medio de irregularidades, Bolivia vota para definir si Evo puede postular en 2019
En Santa Cruz, los ciudadanos quemaron papeletas porque no llegaron las actas, pero el TSE autorizó el voto desde las 12:00. En el resto del país la votación transcurre con relativa normalidad
En medio de irregularidades registradas en Santa Cruz, los bolivianos acuden a las urnas este domingo para decidir si aprueban o rechazan la reforma a la Constitución que le permitiría al presidente Evo Morales y al vicepresidente postular a un cuarto mandato el 2019.
Todo comenzó con el acto inaugural en Sucre, donde la mayoría de los vocales electorales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se encuentran en la Capital. Su presidenta, Katia Uriona, instó a los ciudadanos a participar activamente del referéndum.
En total, 6.502.103 bolivianos están habilitados para votar, de los cuales 258.991 se encuentran en el extranjero.
Las mesas de votación se abrieron a las 8:00, aunque en Santa Cruz se registraron denuncias en sentido de que el material no terminaba de llegar a algunos recintos electorales por lo que la apertura del acto electoral se retrasó. Frente a ese hecho, ciudadanos procedieron a quemar papeletas.
Más tarde, cerca del mediodía, el TSE autorizó de manera excepcional al TED de Santa Cruz a abrir los recintos electorales desde las 12:00 hasta las 20:00. Asimismo, el balance de la primera media jornada fue postergada para las 15:30.
En la Capital, la afluencia en los recintos electorales fue irregular; se observó en algunos con mucha participación, pero en otras dejaron el ejercicio del voto para la tarde.
Por otro lado, al menos 70 vehículos fueron retenidos por el Organismo Operativo de Tránsito; para recoger un vehículo, los propietarios deben cancelar una multa de 480 bolivianos.
Esta es la primera vez que Bolivia decide el cambio de su Constitución vía referéndum, puesto que antes era el Congreso Nacional el que tenía esa atribución, con la diferencia de que un cambio introducido sólo podía aplicarse en la siguiente legislatura, como garantía de que nadie quisiera cambiar la Constitución para beneficio propio.
En esta ocasión, los bolivianos acuden a las urnas para definir el futuro político del presidente Morales, quien pretende postular a un nuevo mandato en 2919.
Para conseguir ese objetivo, su partido aprobó en la Asamblea Legislativa una reforma del artículo 168 de la Constitución para permitir dos reelecciones consecutivas. Sin embargo, de aprobarse el cambio, Morales buscará su cuarto mandato, en consecuencia, su tercera reelección. Sucede que el Gobierno no cuenta el primer período (2006-2010) porque ocurrió en la desaparecida República de Bolivia y porque fue acortado de cinco a cuatro años.
Para Evo Morales, este proceso electoral es diferente porque, por primera vez, acude al proceso en la incertidumbre, sin saber si ganará o perderá. En pasados procesos electorales, su victoria siempre estaba asegurada.
CUESTIONAMIENTOS
Por otro lado, Morales llega a este proceso en medio de fuertes denuncias de presunto tráfico de influencias lanzadas por los opositores, quienes lo sindican de haber favorecido a la empresa china Camc con contratos millonarios a través de su ex pareja, Gabriela Zapata, que es la gerente comercial de esa compañía en Bolivia.
Morales confirmó que tuvo un hijo con Zapata, pero que éste falleció cuando aún era un bebé. Aseguró que no volvió a ver a Zapata desde entonces, aunque una foto de 2015 indica lo contrario.
Otro de los temas que marcó el último tramo de la campaña electoral son los sucesos de la ciudad de El Alto, donde una turba encabezada por un ex candidato masista incendió las instalaciones de la Alcaldía provocando la muerte de seis personas. La Fiscalía encarceló a los cabecillas de la manifestación en medio de acusaciones mutuas entre oficialismo y oposición sobre las responsabilidades en torno al hecho.
La corrupción en el Fondo Indígena es otro de los asuntos debatidos en la campaña, así como la condición de no titulado del vicepresidente García Linera.