Evo proclama su candidatura ante la "amenaza" de EE.UU.
La oposición legislativa no acepta el fallo del TCP y demanda la toma de medidas
El presidente Evo Morales reafirmó ayer que buscará un cuarto mandato consecutivo en las elecciones de 2019, tras el fallo a favor del TCP y ante lo que consideró una "amenaza" e "intromisión" de Estados Unidos, que le instó a no volver a postular.
"Frente a esta amenaza del Departamento de Estado de Estados Unidos, que me dice que debo renunciar a la candidatura en 2019, yo no estaba tan decidido, ahora estoy decidido, voy a ser candidato en 2019 (…) Ahora que Estados Unidos solicita mi renuncia a la postulación, acepto la candidatura pedida por el pueblo boliviano", dijo Morales en un acto en Cochabamba.
Calificó de "intromisión" que el Departamento de Estado le instase el miércoles a renunciar a presentarse al cuarto mandato, tras que el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) lo rehabilitara con un polémico fallo que desató protestas en al menos cinco ciudades.
"¿Qué tiene que ver Estados Unidos, qué tiene que amenazar, amedrentar?", cuestionó el Mandatario y agregó que si el Órgano Electoral tiene "dignidad y autoridad", debe rechazar esa "injerencia".
El Departamento de Estado de EE.UU. expresó el miércoles en un comunicado su preocupación por el fallo del TCP, porque "menosprecia la voluntad del pueblo de Bolivia" expresada en los referendos que aprobaron la nueva Carta Magna en 2009 y el que rechazó en 2016 una reforma para permitir la nueva candidatura de Morales.
El inapelable fallo del TCP dispuso exactamente lo que el Gobierno había pedido: que se declaren inaplicables cuatro artículos de la Constitución y cuatro de la Ley Electoral. Esos preceptos limitaban la repostulación, pero la sentencia abrió el candado constitucional y estableció candidaturas ilimitadas.
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Morales también se refirió a las críticas del canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien el miércoles calificó como "sorprendente" la decisión del TCP.
El Mandatario vio una "coincidencia" entre el discurso de Muñoz, el de Estados Unidos y el de la "derecha boliviana", a quienes acusó de ser "enemigos de los bolivianos", "antipatrias" y "antilatinoamericanos".
Coincidió el ministro de la Presidencia, René Martínez, quien habló de que “hay una trilogía conspirativa”. Calificó de mentiras a las interpretaciones de que el fallo sólo favorece a Morales, negó el Jefe de Estado busque eternizarse en el poder “porque el fallo sólo faculta a ser candidato a nuevo mandato” y descartó que se haya producido “un golpe constitucional”.
Su colega Gisela López, afirmó que la derecha radical se quitó la máscara y articula fuerzas con agentes políticos de Bolivia, Chile y EEUU para bajar a Morales de la Presidencia.
El ex presidente y agente boliviano ante la CIJ, Eduardo Rodríguez, dijo sobre fallo que la Constitución dispone que la soberanía reside en el pueblo.
En Sucre, el diputado Elmar Callejas (MAS) manifestó que la “intromisión con pruebas claras” de EEUU confirma que las reuniones entre la Embajada y opositores fueron para generar una conspiración contra el Gobierno.
Opositores retan a cerrar la Asamblea; otros piden calma
El senador de Unidad Demócrata Arturo Murillo (UD), recordó que cuando en un país se está violando la democracia, otros pueden intervenir.
Sostuvo que tanto EEUU como la Unión Europea se pronunciaron sobre el peligro de la democracia que, “lamentablemente ya está asesinada por sicarios” (magistrados) que tienen juicios pendientes iniciados por el mismo Gobierno.
Murillo lanzó el desafío al MAS de cerrar la Asamblea Legislativa porque no hay “razón de existir al tener ya un Presidente dictatorial”.
La diputada opositora Lourdes Millares dijo que las voces que llegan del exterior son señales de preocupación.
Anunció que recurrirán ante organismos internacionales para defender la vigencia de la democracia, porque los magistrados actuales y futuros son operadores políticos del MAS en la justicia.
Observó que el Gobierno ingresen al "viejo esquema" de victimizar al presidente Evo Morales, aduciendo argumentos de racismo y discriminación, cuando se trata de “un fallo que es un golpe a la democracia y consolida la ruptura constitucional y del Estado de Derecho”.
En Sucre, el diputado opositor Horacio Poppe instó a la calma y a deponer las movilizaciones, porque podrían utilizarse por el Gobierno para justificar un golpe de Estado.
“Nuestra propuesta es mantener la paciencia y la serenidad (…) y el 2019 impedir a cualquier costo que se realicen esas elecciones, una vez que el señor Evo Morales haya decidido irse contra la voluntad mayoritaria del pueblo y romper el orden constitucional”, señaló Poppe.