21F marca un punto de inflexión por la reelección de Evo
Cívicos piden al Jefe de Estado que desista en su afán de buscar un nuevo mandato
El 21F mostró un país dividido ayer, cuando mareas humanas en varias ciudades ratificaron su rechazo en las calles a la reelección del presidente Evo Morales, en torno a quien se movilizaron multitudes en todo el país encabezadas por los ministros de Estado.
Con hechos violentos en La Paz y Santa Cruz, sobre todo en la Sede de Gobierno, donde la Policía y una autoridad del Ejecutivo fueron protagonistas, la jornada de paro cívico nacional y movilizado fue contundente y dejó sentado, a decir de las evaluaciones de sus convocantes, que la lucha contra la reelección apenas comienza.
Salvo en Oruro y Cobija, donde no se realizaron movilizaciones a favor o en contra de la repostulación del Primer Mandatario, hubo manifestaciones en el resto del país. Miles de miembros de sectores sociales y funcionarios de gobierno proclamaron simbólicamente a Morales, y otro contingente –entre cívicos, autoridades, opositores, plataformas ciudadanas y vecinos citadinos– ratificó el No a la relección inscrito en las papeletas del referéndum del 21 de febrero de 2016, hace dos años.
"Bolivia dijo no" o “democracia sí, dictadura no”, le recordaron sus detractores, mientras que sus incondicionales defendieron que la de ayer no fue más que el "Día de la Mentira" inventada por quienes rechazan el "proceso de cambio" que en 2006 le llevó al poder.
Organizaciones cívicas convocaron un paro en todo el país, que dejó las calles de las principales ciudades sin apenas tránsito de vehículos ni de gente, con bloqueos en las principales avenidas.
La Policía levantó algunos bloqueos instalados con reumáticos, maderas, contenedores de basura o pancartas.
"El paro cívico ha fracasado", sentenció el ministro de Gobierno, Carlos Romero, en una comparecencia en la que habló de "absoluta normalidad" en el sector público y algunos cierres de negocios en el privado.
"El país está trabajando", defendió Romero y rechazó que el país se hubiera paralizado.
Los bloqueos desde primera hora del día fueron paralelos a las marchas tanto de apoyo como en contra de Morales. "Uno, dos, tres, Evo otra vez", gritaban sus acólitos, mientras sus opositores coreaban "Esto es Bolivia, no Venezuela".
EVALUACIÓN DEL PARO
Al contrario de la evaluación del Gobierno, el ex defensor del Pueblo y actual rector de la UMSA, Waldo Albarracín, dijo que la movilización contra Morales fue "exitosa" y éste debe escuchar la voluntad popular, en vez de "intentar por la fuerza convertirse en candidato" de nuevo.
Desde el atrio de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y ante decenas de miles de paceños, Albarracín afirmó: “Tenemos dos opciones claras para decidir el futuro de nuestro hijos: o vivir en democracia o someternos a la dictadura del actual Gobierno”.
Él, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal y el también ex defensor del Pueblo, Rolando Villena, coincidieron en rechazar el fallo del TCP que posibilita la repostulación de las actuales autoridades, a pesar del límite establecido en la CPE.
La organización del acto fue encabezada por la Coordinadora Nacional de Defensa de la Democracia (CONADE), pero se plegaron diversas plataformas ciudadanas, organizaciones vecinales, activistas políticos, profesionales en salud y otros sectores.
No faltaron políticos y otras autoridades opositoras como el alcalde de La Paz, Luis Revilla.
Fernando Cuéllar, presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, calificó de contundente la jornada de movilización y aprovechó la oportunidad para exigir al Presidente que recapacite y renuncie a la repostulación que aprobó el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), con un polémico fallo que sólo el Gobierno reconoce y aplaude.
Ante una multitud en la plaza central de Santa Cruz de la Sierra, recordó que en el referéndum de 2016 los bolivianos le dijeron No a un nuevo mandato.
"No queremos dictaduras, no aceptamos otra reelección, usted señor Presidente, lo que se decidió el 21 de febrero de 2016 se cumple, no se discute, no tiene otro camino más que cumplir la voluntad del pueblo. Señor Presidente recapacite, aún está a tiempo, la decisión de renunciar a la repostulación para las elecciones de 2019 es suya", insistió.
En Cochabamba, miles de personas se concentraron en distintos puntos de la ciudad para confluir en la Plaza de Las Banderas y gritar a voz en cuello que el Gobierno respete el resultado del 21F. Colectivos ciudadanos e integrantes del Transporte Pesado, Comité Cívico, sector médico y vecinos se hicieron presentes con carteles y banderas.
También hubo movilizaciones en Potosí, Trinidad y Tarija, además de un acatamiento dispar al paro cívico. Y residentes bolivianos en Argentina y Estados Unidos volvieron a movilizarse para exigir lo mismo, respeto a los resultados del referéndum de hace dos años.
LA VOZ DE MESA
El ex presidente y actual vocero de la causa marítima, Carlos Mesa, escribió un artículo en su blog preguntándose si "¿podrá el pueblo boliviano doblarle la mano a los poderosos, o la voluntad férrea de quedarse por siempre en el poder derrotará la soberana voluntad popular?".
"Cualquier persona de bien aquí y en cualquier parte sabe que el Tribunal Constitucional, influido por el Órgano Ejecutivo, decidió la habilitación del primer mandatario después de que éste fuera derrotado en el referendo del 21-F", sostuvo el ex Mandatario.
Agrega que "un requisito indispensable de cualquier fallo es que quien lo dicta actúe con imparcialidad. La prueba de que tal cosa no existió nos la da el propio Ejecutivo al nombrar como Asesor Jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores al ex magistrado del TCP Ruddy Flores, uno de los siete juristas que dictó el malhadado documento".
Concluye indicando que "lo que está en juego es el respeto al valor más sagrado de los ciudadanos, el respeto a su voluntad soberana, de la que no puede apropiarse nadie, por ninguna razón y bajo ningún argumento".
La Policía despeja bloqueos y gasifica en dos ciudades
Al menos cinco puntos de bloqueo en La Paz y Santa Cruz fueron dispersados por la Policía ayer, en medio del contundente paro cívico, que para el Gobierno no fue tal.
En la Sede de Gobierno, a primeras horas de la mañana, se produjeron forcejeos con representantes de la oposición política, que intentaron sin éxito llegar a la Plaza Murillo. Más tarde, en su intento de custodiar una marcha de sectores sociales del oficialismo, los agentes del orden dispersaron con gas pimienta a una multitud que bloqueaba cerca de la plaza San Francisco, afectando tanto a vecinos como a oficialistas.
En medio, el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, agredió a una mujer que transitaba por las calles. Un video que circula en redes sociales muestra a la autoridad levantando la mano e increpando a la mujer de la tercera edad y de bastón.
El episodio más violento ocurrió cerca del monoblock de la UMSA, donde agentes antimotines dispararon una granada de gas contra el hijo del rector Waldo Albarracín, Franco Albarracín.
"Yo denuncio, acuso al ministro de Gobierno de amedrentar a toda mi familia, y en este caso, él ha instruido que se realicen acciones selectivas represivas contra determinadas personas, por eso no es casual que mi hijo hace 10 minutos haya sido herido por el disparo de un policía", dijo la autoridad, al anticipar que impulsará un proceso penal contra la autoridad.
Por la noche, el Ministro aludido negó las acusaciones, pidió a Albarracín “basta de teatro” y prometió investigar tanto ese como el incidente denunciado del viceministro Cárdenas.
En la Capital oriental, la Policía gasificó la zona Norte y levantó un punto de bloqueo para dar paso a camiones de alto tonelaje obstruidos, en medio de forcejeos y golpes con manifestantes, muchos de ellos mujeres.
El cívico Fernando Cuéllar pidió explicaciones públicas al Gobierno sobre lo ocurrido. "A esas mujeres que han sido ultrajadas pedirles disculpas y vamos a hacer las representaciones que correspondan", remachó.
Presidente siente el respaldo de sus correligionarios y promete continuar con "proceso de cambio"
El presidente Evo Morales agradeció ayer el apoyo de sus seguidores y llamó a la unidad del pueblo, ante las protestas de sus detractores contra su pretensión de seguir en el poder.
"Muchas gracias hermanos por ese gran respaldo", repitió durante un discurso en Charagua (Santa Cruz), donde aseguró que fueron más de 200 mil personas las que el martes asistieron a una concentración en su apoyo en la Capital oriental.
Una cantidad similar, afirmó, se concentró "voluntariamente" a mediodía en La Paz, cerca de 100 mil en Potosí y más de 50.000 en Cochabamba.
El Mandatario advirtió que hay que "estar ciegos para no ver o sordos para no escuchar" que gracias a "la unidad del pueblo boliviano en poco tiempo hemos cambiado la situación" del país.
"Con la unidad del pueblo nada es imposible", añadió, para recalcar que "la unidad es importante" frente a quienes "intentarán dividirnos, como siempre antes nos han dividido".
"Tantas ofensas, tantas humillaciones, tantas mentiras, y el pueblo sigue movilizado para continuar nuestro proceso", sentenció en referencia al denominado "proceso de cambio" que le llevó al poder.
En La Paz, donde una multitud proclamó al Jefe de Estado, Raúl García Linera, hermano del Vicepresidente, lideró una concentración y posterior marcha del MAS. Dijo que se movilizó en homenaje “al mejor Presidente” de Bolivia.
El Vicepresidente, en Calamarca, donde entregó viviendas, afirmó que en la derecha “quieren recuperar el poder para volver a robar para los ricos” y anunció la defensa del Gobierno.
El canciller Fernando Huanacuni dijo que la concentración de proclamación en La Paz superó las 100 mil personas. “Hoy se da la reafirmación para seguir avanzando a la cabeza del hermano Evo Morales por eso yo creo que esta movilización ha superado las expectativas”, sostuvo.
Al evaluar el paro, la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, calificó como “un secuestro colectivo” la movilización de los comités cívicos del país.
Referéndum del 21F
51.3 por ciento de la población rechazó hace dos años la repostulación de los mandatarios.