La Medalla de Bolívar, símbolo Presidencial de Bolivia

Cuando el Libertador comprendió que pronto moriría, escribió su Testamento el 10 de Diciembre de 1830, sin olvidar su promesa de devolver a Bolivia la Medalla que la Asamblea General le había consagrado

La medalla original otorgada a Simón Bolívar. FOTO: Gentileza/Monedas de Venezuela

La medalla original otorgada a Simón Bolívar. FOTO: Gentileza/Monedas de Venezuela

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    Por Víctor Torrealba
    Política / 08/08/2018 11:51

    No solo las personas, quizá también los objetos inanimados nacen con su propio destino. La Medalla del Libertador utilizada por décadas como La Medalla Presidencial de Bolivia tiene algo de aquello, es además, extraña, dramática y triste. A continuación su historia.

    El Alto Perú al nacer a la vida de Las Naciones Independientes fue bautizado por los Diputados en la Asamblea General de 1825 con el nombre de su Fundador, titulando la República Bolívar, como homenaje y gratitud al Hombre que le dio existencia.

    La misma Asamblea General quiso también exteriorizar su admiración al Libertador con la ofrenda de un objeto material que simbolizara sus sentimientos, y acordó por el artículo 8° del citado Decreto que el Mariscal de Ayacucho le presentara una medalla de oro tachonada de brillantes, en cuyo anverso se figurara el cerro de Potosí y al Libertador colocado al término de una escala formada de fusiles, espadas, cañones y banderas en actitud de fijar, sobre la cima de dicho cerro, el gorro de la Libertad, y en el reverso entre una guirnalda de olivo y laurel, la siguiente inscripción: La República Bolívar agradecida al Héroe cuyo nombre lleva.

    A dicho envió Bolívar respondió con una carta de agradecimiento a Sucre y a la Asamblea, que el Periódico Boliviano El Cóndor publicó en 1826.

    Entre otras consideraciones de gratitud, Bolívar asegura que en señal de profundo reconocimiento a Bolivia conservará las joyas toda su vida y que a su muerte, devolverá el presente al Cuerpo Legislativo.

    TESTAMENTO DE BOLÍVAR

    Cuando el Libertador comprendió que pronto moriría, escribió su Testamento el 10 de Diciembre de 1830, sin olvidar su promesa de devolver a Bolivia la Medalla que la Asamblea General le había consagrado:

    «Es mi voluntad que la Medalla que me presentó el Congreso de Bolivia a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en prueba del verdadero afecto que aun en mis últimos momentos conservo a aquella República.”

    LA MEDALLA REGRESA A BOLIVIA

    A la muerte del Libertador el albacea de Bolívar la devolvió al pueblo Boliviano, y ocurrió algo insólito con la Medalla. El Congreso General Constituyente resolvió en 1831 regalársela al Presidente de entonces Andrés de Santa Cruz, en carácter vitalicio, como reconocimiento a sus méritos.

    En 1839 estalló una revolución en Bolivia que derrocó al Presidente Santa Cruz y el nuevo Gobierno Revolucionario obligó a la esposa de Santa Cruz, doña Francisca Cernadas, devolver la Medalla del Libertador que ella guardaba desde que el Congreso Constituyente de 1831 la había adjudicado a su marido.

    En reconocimiento a Bolívar el Gobierno Revolucionario convirtió la Medalla en símbolo presidencial. Así lo decidió el presidente José Miguel de Velasco mediante un decreto que data del 28 de octubre de ese año. A partir de entonces, ha sido impuesta a todos los gobernantes que han llegado a la silla presidencial por el voto ciudadano o por la fuerza de las armas.

    Son 63 los presidentes que portaron la Medalla del Libertador, protagonista de más de un incidente. Por ejemplo, el presidente Mariano Melgarejo la habría hurtado durante su Gobierno y la recuperación la logró Agustín Morales en 1872. Y del conjunto de presidentes hay algunos que no la usaron. José María Linares, por ejemplo, no pudo portarla porque el general Córdova -que fue derrocado por él- se negó a entregársela bajo el argumento de que la pieza no era digna de un presidente de facto. Tampoco la usó Néstor Guillén, que fue presidente por muy breve tiempo. Ni don Tomás Monje, que gobernó después de la caída de Villarroel y consideró que sólo los presidentes constitucionales debían llevarla.

    LA MEDALLA DEL LIBERTADOR FUE “CANIBALIZADA” Y SUSTITUIDA CON OTRA

    En agosto de 1926, debido a múltiples rumores sobre el hurto de la Medalla, se le hizo un proceso de certificación, encontrándose datos aterradores: Se habían sustituidos por piedras falsas 24 diamantes sudafricanos que estaban incrustados en la Medalla original, partes de la cadena de oro, originalmente de 22 quilates, fueron remplazadas por otras de fantasía y oro de menor ley. Pero lo peor fue que en el corazón de la Medalla del Libertador, que era el óvalo de oro, en cuyo reverso iba grabada la grandiosa leyenda, fue arrancado de la montura de brillantes, y sustituido por otro.

    Las partes originales de la Medalla nunca se encontraron y el Gobierno Boliviano decidió hacer una réplica del Centro de la Medalla con el reverso original y sustituir la falsificación con una réplica, para que por lo menos se pareciera a la Medalla que se le regalo a nuestro Libertador.

    Lo que queda de la Medalla Original de Bolívar, hoy yace en las bóvedas del Banco Central de Bolivia, como un recuerdo de la historia, debido a que durante la segunda posesión de Evo Morales, donde se le ratificó como presidente de Bolivia por el periodo 2010 – 2015, decidió que utilizaría un nuevo medallón que representa al gobierno del “Estado plurinacional”, el mismo que cuenta con los rostros de Bartolina Sisa, Túpac Katari y Simón Bolívar.

    Como una anécdota final, les comento que, Venezuela no guarda ni siquiera una réplica de esta histórica Medalla.

    *Extraído de monedasdevenezuela.net

     http://www.monedasdevenezuela.net/articulos/la-medalla-de-bolivar-simbolo-presidencial-de-bolivia/

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