Iglesia pide no usar leyes para mantener el poder
El obispo auxiliar de El Alto, monseñor Giovani Arana, en la eucaristía de ayer en la Basílica Menor de San Francisco, habló de la necesidad de cumplir las leyes no para mantener en el poder a unos cuantos
El obispo auxiliar de El Alto, monseñor Giovani Arana, en la eucaristía de ayer en la Basílica Menor de San Francisco, habló de la necesidad de cumplir las leyes no para mantener en el poder a unos cuantos, junto a sus privilegios, sino principalmente por el bien de todos.
“No pensemos que las leyes están en función del bienestar de unos cuantos; no pensemos que las leyes son buenas en cuanto me favorece o favorecen a un grupo que busca intereses personales. No, cuando pensamos así, pasa entonces que empiezo a cumplir (sólo) aquello que me conviene, aquello que me mantiene en privilegios, aquello que me mantiene en el poder; (pero) la ley está para el bienestar de todos, aun cuando sea difícil su cumplimiento”, manifestó.
Remarcó que como seres humanos todos necesitamos de las leyes o normas que regulen nuestro comportamiento en todo nivel, es decir, sea en nuestra vida social, religiosa e incluso cultural, porque lo que se busca es mantener relaciones sobre la base del respeto al otro y a las instituciones. “En otras palabras, una ley está siempre en función del bien común, entonces las leyes no sólo están para que se cumplan, (...) sino que en ese cumplimiento se busca el bienestar de todos. Esta manera de concebir la ley nos ayuda a comprender por qué para el pueblo de Israel eran tan importantes las leyes y por qué era tan importante su cumplimiento, pues de algún modo las leyes ayudaron a que como pueblo vivan bien”, dijo.
Esta reflexión llega en medio de las críticas de varios sectores de la población al oficialismo, que decidió volver a postular al presidente Evo Morales pese al resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016 (21F), que negó al Jefe de Estado una nueva reelección. Por eso, “en esta eucaristía pidamos que el Señor nos ayude a no ser sólo cumplidores de las leyes, tanto en la vida civil como dentro de la Iglesia, sino que el cumplimiento de toda ley nos lleve siempre a pensar en el bien de la otra persona por más que hasta piense diferente (...)”, apuntó Arana.