La oposición desnuda su división tras alianza

En el oficialismo y en la propia oposición ven el novel pacto político como "transfugio"

ELECCIONES. El acuerdo político sellado ayer entre los diputados Quispe y Santamaría con la alianza "Bolivia dice no". ELECCIONES. El acuerdo político sellado ayer entre los diputados Quispe y Santamaría con la alianza "Bolivia dice no".

La Paz/ Agencias
Política / 26/03/2019 01:38

Una facción de legisladores de oposición se enfrentaron ayer con acusaciones de transfugio y de servilismo, después de que los diputados de Unidad Nacional (UN) Rafael Quispe y Wilson Santamaría sellaran un pacto con el senador Óscar Ortiz, candidato presidencial de la alianza "Bolivia dice No".

El diputado de UN, Amílcar Barral, tildó de "tránsfugas" a Quispe y Santamaría, al recordar que ambos fueron electos en las nóminas de ese partido político que rompió una alianza con el Movimiento Demócrata Social (Demócratas) por imponer la candidatura de Ortiz.

"Creo que los paceños no estamos de acuerdo con el transfugio, no estamos de acuerdo que los políticos se cambien de cama cuando quieran", argumentó.

Horas antes, Quispe y Santamaría se mostraron públicamente como líderes de la agrupación política "Pueblo" y rechazaron entregar su curul a UN.

"Si quiere pedir (curul), que le vaya a pedir a su abuela", dijo Quispe ante las críticas de Barral.

Por su parte, Santamaría declinó sostener un debate con un "mensajero", asegurando que Barral se queda en UN para hacer "mandados" al jefe de ese partido, el empresario Samuel Doria Medina.

Los dos diputados opositores suscribieron ayer un acuerdo político con la alianza "Bolivia Dice No" de cara a las elecciones generales de este año.

"Ni masismo ni mesismo. Hermanos, esas son dos personas siameses (gemelos cuyos cuerpos siguen unidos después del nacimiento)", afirmó Quispe al iniciar su discurso.

El legislador recordó que, tras los hechos luctuosos de Octubre Negro en 2003, el ex presidente y candidato presidencial por Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, firmó un decreto de amnistía que liberaba de un proceso penal a los dirigentes que impulsaron las protestas –entre ellos Evo Morales– y provocaron la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Quispe señaló que Morales le "devolvió la gentileza" a Mesa y le otorgó, en septiembre de 2018, una amnistía por el caso Quiborax.

De su lado, Santamaría manifestó que recorrerán las provincias y las ciudades de La Paz y El Alto para hacer campaña con el fin de que Ortiz sea el próximo Presidente del Estado.

El gestor de Bolivia Dice No, Rubén Costas, que llegó a La Paz para refrendar el acuerdo, destacó la capacidad de Quispe y Santamaría en la defensa de la democracia y la denuncia de la corrupción.

Costas reconoció que la estructura de Demócratas no "estaba totalmente consolidada" en La Paz pese al esfuerzo de los dirigentes y que ahora con la adhesión de la agrupación se tendrá una mayor presencia y "certidumbre".

La presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, afirmó que al gobernante MAS no le preocupan las alianzas porque se trata de un reciclaje de antiguas estructuras políticas.

"El problema es tener representatividad, tener gente que respalde esa candidatura. Si ellos tenían la necesidad de crear su partido deberían gestionar su personería jurídica", criticó el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda.

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