Participación popular en la Independencia
En ocasión del Día de la Independencia Gonzalo Molina nos envía el artículo “Participación popular en la Independencia”. El artículo se basa en el libro Participación Popular en la Independencia de Bolivia, de René...
En ocasión del Día de la Independencia Gonzalo Molina nos envía el artículo “Participación popular en la Independencia”. El artículo se basa en el libro Participación Popular en la Independencia de Bolivia, de René Arze Aguirre , la Causa criminal contra Francisco Ríos el Quitacapas, años 1809-1811, y el Diario, de José Santos Vargas (1982, 2008).
A juicio del historiador René Arze Aguirre , las masas (multitudes) irrumpen en el escenario de la guerra de la independencia al influjo de mestizos y criollos, quienes estaban compenetrados, hacia fines del siglo XVIII, de las ideas liberales, surgidas en Europa. Las rebeliones indígenas de 1780-1781 y posteriores movimientos populares hasta los albores revolucionarios del siglo XIX, constituyen los antecedentes del proceso independendista. Es así que las revoluciones del 25 de Mayo, en Chuquisaca, y 16 de Julio de 1809, en La Paz, en Charcas y otras generadas en América, son el resultado de los movimientos de fines del siglo XVIII que las precedieron. Durante el proceso de independencia, la rebeldía de las poblaciones indígenas fue objeto que supieron manejar los criollos para sus aspiraciones. Los sucesos de 1809, a consecuencia de la crisis política en España, originaron el replanteamiento de las aspiraciones populares, con reivindicaciones sociales. Sin embargo, tanto criollos, como indígenas tenían intereses antagónicos. Los criollos, por su parte, aspiraban alcanzar el poder político, mientras los indígenas exigían la abolición de tributos, mita, yanaconazgo y otras formas de explotación, que eran la razón de su lucha.
Tanto realistas, como independentistas, maniobraron a su modo e intereses para ganarse la adhesión de indios, mestizos y aun de la población negra. “No se puede negar, sin embargo -dice Arze Aguirre- que aunque con objetivos más limitados, los movimientos populares de la independencia tendieron a buscar su propia identidad”.
La importancia del 25 de mayo de 1809, como primer grito libertario en Hispanoamérica, cobra su significación, al irradiarse y prolongarse a otros tantos lugares y momentos. Habiéndose iniciado en Charcas (hoy Bolivia), paradójicamente es el último país en obtener su independencia.
En las luchas independentistas la composición de los protagonistas estaba en su mayoría integrada por indígenas y mestizos. El papel del pueblo adquiere mayor significado aún con la exhumación de un importante expediente, que se conserva en el Archivo Nacional de Bolivia, en Sucre , descubierto y publicado por Gunnar Mendoza Loza, Director del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia . Este expediente relativo a la causa criminal seguida contra Francisco Ríos el ‘Quitacapas’ es una importante contribución al tema. Documento que en su contexto histórico es considerado singular, cuyo protagonista principal pertenece al sector de la plebe y adicionalmente mulato, papel escasamente estudiado y poco menos que ignorado por la historiografía.
De el ‘Quitacapas’ trasciende su personalidad singular como “vagabundo, borracho, mujeriego, trapacero, mal entretenido, tahúr, guitarrero; sobre todas las cosas ladronísimo, que ni en los momento graves olvidaba el oficio que le había dado renombre y sobrenombre” . Por su condición de mulato (procedente de Río de Janeiro), picaresco y vivaz, el “capitán de los cholos” entra en la historia de los acontecimientos de 1809, donde se confunde a la par con notables personajes (oidores, alcaldes, curas, militares, oficiales), a la vez con gente de baja condición (ladrones, rameras, indios, …). “La plebe y el populacho -dice Mendoza- han tenido en la historia de los pueblos latinoamericanos, y en Bolivia quizá más que otros por razones peculiares de una mayor gravitación cuantitativa, una función repetida y dinámica”.
Encabezada por intereses criollo-mestizos, la Revolución del 16 de julio de 1809 consideró las reivindicaciones sociales del sector popular. Los revolucionarios de La Paz, aceptaron la incorporación de las masas populares a la lucha social y política que se plantearon. Se enviaron delegados a los partidos (provincias) para comunicar los objetivos de la Revolución. Manuel García Lanza había organizado una guerrilla en la región de Yungas con aproximadamente 3.000 indígenas, la que fue derrotada. En cierta manera se pensaba que con la incorporación de la masa indígena como tropa, bien instruida y armada, se formarían ejércitos capaces de hacer frente a los españoles realistas, ya que se traía a la memoria la dificultad que se tuvo para derrotar a las sublevaciones indígenas de 1780-81.
La participación popular en las guerrillas tuvo un papel importante, en el que destaca el guerrillero-historiógrafo José Santos Vargas (1796-1853), quien llevó el “Diario histórico de todos los sucesos ocurridos en las Provincias de Sicasica y Ayopaya durante la Guerra de la Independencia Americana desde el año de 1814 hasta el año 1825”. Con el fin de publicar su Diario, JSV le dedica al presidente de Bolivia, General Manuel Isidoro Belzu, y le pide un premio. Lamentablemente los varios intentos que hizo (entre diez desde 1825 a 1853) fracasan. Sin embargo al vaticinar afirma que si no es en el siglo XIX será en el venidero y en todo el continente: “Quedo con el consuelo de que en los siglos venideros [mi diario] saldrá a luz cuando no sea en éste, y en todo el hemisferio americano”. Vaticinio que Gunnar Mendoza lo cumple como un mandato. Pues el hallazgo y la edición del Diario -único en su género, ya que no se conoce otro diario similar-, se deben al archivista e historiógrafo Gunnar Mendoza Loza .
El valor historiográfico del Diario se evidencia porque fue escrito por un protagonista y testigo de los hechos, y de aquellos que averiguó desde su puesto de Secretario de Cartas y de Tambor Mayor; aunque muchos pasajes fueron averiguados y escritos después de la guerra. Se incorporó a la guerrilla en 1814 (tenía 18 años) por decisión propia, con convicción, vocación y curiosidad para experimentar la guerra y para relatarla. Algo así como un corresponsal de guerra. Corresponde a una categoría de diario de guerra personal y voluntario. JSV era consciente de su falta de preparación académica, con instrucción básica “que no había pasado apenas de los primeros años de la escuela primaria”, pero su Diario es una rica y fundamental fuente documental sobre la lucha por la independencia; escrito por un representante del pueblo que lo hace con una técnica historiográfica singular y un enfoque historiográfico popular. Sin embargo, desalentado afirma que “otros gozarán los frutos del árbol de la libertad”, y se retira en un recóndito de la geografía para convertirse técnicamente en comunario incorporándose a un ayllu en calidad de originario y contribuyente al fisco por un pedazo de tierra: “Triunfante en mi opinión se acabaron mis afanes y luego me entré a vivir en el monte”.
Sin embargo el comandante en la última fase de la guerrilla, José Miguel Lanza, participa como asambleísta por La Paz, en la proclamación y firma del Acta de la Independencia, el 6 de agosto de 1825.
Notas
Participación Popular en la Independencia de Bolivia. La Paz: Talleres de Artes Gráficas del Colegio “Don Bosco”, 1979. Segunda Edición: La Paz: Fundación Cultural Quipus, 1987. Gunnar Mendoza, en el Prólogo a la segunda edición, señala que “es un trabajo precursor para el enderezamiento de estos estudios hacia áreas descuidadas de esta disciplina en Bolivia, áreas en las cuales los protagonistas no son las figuras o figurones usuales que actúan en los planos más espectaculares, que es como decir más fáciles, del juego político y político militar”. Se trata, pues, de una investigación pionera que obtuvo el primer premio en el concurso internacional convocado por la Organización de Estados Americanos (OEA) con motivo del Sesquicentenario de la Independencia de Bolivia (1975). Motivo por el que figura en la lista de las 200 obras fundamentales de la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (Historias y Geografías, Vol. 6).
“Año 1809-1811. Causa criminal seguida de oficio por el alcalde ordinario de la villa de Oruro contra Francisco Ríos, alias el Quitacapas, por vago, malentretenido y otros crímenes”. Archivo Nacional de Bolivia, Presidencia e Intendencia de La Plata, año 1811, Nº 30. 87 fs.
Documentos para la historia de la independencia de Bolivia. Causa criminal contra Francisco Ríos el Quitacapas, años 1809-1811. Transcripción y prólogo de Gunnar Mendoza L. Sucre: Universidad Mayor de San Francisco Xavier, Talleres de la Imprenta universitaria, 1963. Conmemorando el Bicentenario del 25 de Mayo de 1809, Javier Mendoza Pizarro, psicólogo e historiador, publicó el estudio Quitacapas: Los sucesos revolucionarios de 1809 en el Alto Perú a través de la participación de un antihéroe ignorado (La Paz: Plural, 2009), que incluye el trabajo de su padre don Gunnar Mendoza.
El apelativo ‘Quitacapas’ con que pasó a la historia, fue cuando precisamente “recogió una capa de grana para que quedase el dueño de ella con libertad para tirar piedras a la presidencia” de la Audiencia de Charcas.
Manuscrito que se conserva en el ABNB. El Diario fue inscrito en el “Registro Regional de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO” (MOWLAC, San José, Costa Rica, 2009). El Comité Regional es una de las ramas del Programa Memoria del Mundo, destinado a proteger el patrimonio documental en las bibliotecas y los archivos, que a su vez es un programa paralelo del Programa Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad de la UNESCO.
Primera versión y edición: Tambor Mayor Vargas. Diario de un soldado de la Independencia altoperuana en los valles de Sica Sica y Hayopaya 1816-1821. Transcripción, prólogo y notas de Gunnar Mendoza L. Sucre: Universidad de San Francisco Xavier, 1952. Segunda versión y edición: José Santos Vargas. Diario de un comandante de la Independencia Americana 1814-1825. Transcripción, introducción e índices de Gunnar Mendoza L. México: Siglo XXI Editores, 1982. Tercera edición. La Paz: ABNB-FCBCB-Plural editores, 2008. Y últimamente en la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, La Paz, 2016 (Historias y Geografías, Vol. 56).
René Arze en el Diccionario Cultural Boliviano
ARZE AGUIRRE, René Danilo (La Paz, Bolivia, 1947).- Historiador.
Estudió historia en la Universidad Mayor de San Andrés, titulándose en 1976. Ha sido docente y luego director de la Carrera de Historia de la misma casa de estudios.
Ha desarrollado investigaciones en Bolivia, España y otros. En 1978 ganó, gracias a su ensayo histórico ‘Participación social en la Independencia de Bolivia’, el Primer Lugar en concurso convocado por la Organización de Estados Americanos en conmemoración del Sesquicentenario de la Independencia de Bolivia.
Es miembro de la Academia Boliviana de la Historia y de la Sociedad Boliviana de Historia.
Ha sido director de la Biblioteca Central de la UMSA hacia los años 1990-1992. También fue director del Archivo y Biblioteca Nacionales con sede en Sucre en los años 1994-1997.
Gunnar Mendoza en el Diccionario Cultural Boliviano
MENDOZA LOZA, Gunnar (Uncía, Potosí, Bolivia, 1914 – Sucre, Bolivia, 1994).- Bibliógrafo y archivista.
Titulado abogado de la universidad de Sucre. Director de la Revista de la Universidad de San Francisco Xavier (1938-1967), de Sucre. Director del Archivo y Biblioteca Nacionales (1944-1994). Especializado en archivología en el Instituto de Archivos de The American University y en el Archivo Nacional de Estados Unidos, con una beca de la Fundación Rockefeller. Consultor de la UNESCO (1973). Premio Nacional de Literatura (1956). Premio Nacional de Cultura (1980). Miembro de la Academia Boliviana de Historia (1988).
Lo fundamental de su producción señala José Roberto Arze se plasma en la organización del Archivo Nacional, en la edición y la difusión de documentos de diverso tipo para la historia de Bolivia, la elaboración de repertorios y guías de fuentes manuscritas e impresas, el impulso de labores organizativas e investigativas en el país.