Libros escritos por mujeres que deberían leer todos los hombres
El ocho de marzo se recordó el Día de la Mujer, más allá de todas las críticas y perspectivas que se tienen de la fecha, es una buena ocasión para recuperar los nombres de algunos libros escritos por mujeres que...
El ocho de marzo se recordó el Día de la Mujer, más allá de todas las críticas y perspectivas que se tienen de la fecha, es una buena ocasión para recuperar los nombres de algunos libros escritos por mujeres que cambiaron la forma de la literatura a nivel mundial.
'El segundo sexo' (1949), de Simone de Beauvoir
Por qué lo debe leer un hombre. Porque es una lectura fundamental para cualquier hombre que se interese por entender cómo, a lo largo de la historia, se han ido construyendo las identidades de las mujeres -normalmente con respecto a un hombre: hija, esposa, madre, olvidándose de sí misma-. Es decir, cómo a la mitad de la población se la ha definido -y se ha definido ella misma- en función de la otra mitad. Si quieres entender de una vez qué es eso de que “no se nace mujer: llega una a serlo”, este libro lo explica perfectamente. Obra fundacional del feminismo que incide en el beneficio que la igualdad real traería tanto para mujeres como para hombres. Ya fue un éxito de ventas desde su publicación, allá por 1949. Y a pesar de estar escrito hace más de seis décadas sigue estando de rabiosa actualidad.
'La voz dormida' (2002), de Dulce Chacón
Por qué lo debe leer un hombre. A pesar de todo lo que hay escrito sobre la Guerra Civil y el franquismo, Chacón desentierra un rincón de ese prisma al que rara vez se le había otorgado luz. El de un grupo de mujeres presas -una de ellas, Hortensia, embarazada de ocho meses- en la cárcel de Las Ventas (Madrid) en la postguerra civil española. Mujeres reales cuya voz se silenció, no solo por ser la de los perdedores, sino también por ser mujeres. En las nueve palabras con las que empieza el libro -“La mujer que iba a morir se llamaba Hortensia”- se recoge la esencia del texto. Duro y sin ambages -aunque la propia Chacón reconoció que tuvo que dulcificar alguno de los testimonios reales que recoge en el libro-, pero también con un poso de dulzura, de lealtad y de comunidad. Si llevas meses escuchando la palabra “sororidad” sin tener muy claro de qué va, deberías leer este libro.
'El cuento de la criada' (1985), de Margaret Atwood
Por qué lo debe leer un hombre. Porque refleja una sociedad patriarcal llevada al extremo. Las mujeres son las principales perjudicadas, pero el hombre también sufre (aunque en menor medida) las consecuencias. La adaptación a la pequeña pantalla triunfó en los Emmy y este es el libro de donde salió todo. ‘El cuento de la criada’ es sobre todo un relato que incomoda porque nada de lo que posibilita llegar a esa situación suena tan absolutamente improbable: la crisis económica, ecológica, el terrorismo, el recorte de libertades, el machismo… Como escribía la propia Atwood: "En determinadas circunstancias puede pasar cualquier cosa en cualquier lugar".
'Jane Eyre' (1847), de Charlotte Bronte
Por qué lo debe leer un hombre. Porque despoja de convencionalismos y tópicos una figura, la de la mujer huérfana, soltera y trabajadora, que los escritores del XIX retrataron casi siempre desde el paternalismo. Si 'Jane Eyre' lo hubiera escrito un hombre, su protagonista sería una mujer desvalida y víctima de todos. Sin embargo, Charlotte Bronte cuenta la historia de una mujer que lucha por ser independiente y que se resiste a ser sólo "mujer de", y lo que le sale es el reverso luminoso de 'Madame Bovary'. Hay un trasfondo romántico, es verdad, pero no es lo que importa: lo esencial es que Jane Eyre le habla de tú al lector, le cuenta su vida y le hace partícipe de ella. Relata de forma directa y apasionada cómo era la vida provincial de la Inglaterra victoriana, huyendo del victimismo y de la autocompasión. Una novela apasionante.
'Manual para mujeres de la limpieza' (2015), de Lucía Berlín
Por qué lo debe leer un hombre. De Lucía Berlín han dicho que se parece a Carver o a Bukowski así que conviene leerla y reivindicarla para que no tengamos que compararla, como siempre, con un autor masculino. Para que ya no sea “el Carver en femenino” sino simplemente Lucía Berlín. Este ‘Manual para mujeres de la limpieza’ es una antología de cuentos publicados once años después de la muerte de su autora, que curiosamente falleció el día de su 68 cumpleaños. Impregnadas de ironía, humor negro y sarcasmo, Berlín (Alaska, 1936 - Los Ángeles, 2004) va perfilando pequeñas historias, con un importante tinte autobiográfico, de personajes -mujeres- maltratados por la vida, pero no rendidos, aunque sí ausentes de ese heroísmo inmaculado que tantas veces vemos en la ficción.
'Persépolis' (2000), de Marjane Satrapi
Por qué lo debe leer un hombre. Imagina a una niña de 10 años, criada dentro de una familia progresista, que ve cómo triunfa la Revolución Islámica en Irán y narra, en primera persona y con un brillante e irónico humor, los cambios que ese nuevo orden acarrea: la obligatoriedad de llevar el velo, la restricción de las libertades o los guardianes de la revolución. Conviene leerlo porque no se trata de la historia que otros cuentan de esas mujeres tapadas que vemos en televisión, como algo lejano, silente y ajeno, sino de una niña que toma su propia voz para explicarlo. Porque la protagonistas es la propia Satrapi que, aunque de pequeña quería ser profeta, terminó por perder la fe y contar su propia historia a través de unas expresivas viñetas en blanco y negro. ‘Persépolis’ es un combo casi perfecto: una lección de historia, de igualdad y de libertad.
'Todos deberíamos ser feministas' (2014), de Chimamanda Ngozi Adichie
Por qué lo debe leer un hombre. Porque ayuda, y mucho, a saber qué es realmente el feminismo. Para evitar tópicos, la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie se define al inicio de esta charla convertida en libro como una “feminista feliz africana que no odia a los hombres y a quien le gusta llevar pintalabios y tacones altos para sí misma y no para los hombres”. Una vez puestas las bases, continúa desgranando cómo se normaliza el machismo, como desde nuestra infancia, desde las bases de nuestra educación, nos han -nos hemos- inoculado esa visión que “prescribe cómo tenemos que ser, en vez de reconocer cómo somos”. Con un lenguaje claro y audaz, este breve texto que cuesta menos de cinco euros, se ha convertido en una referencia mundial. En Suecia, lo regalan a los alumnos de 16 años y Beyoncé incluyó dos frases del libro en su canción ‘Flawless’.
'Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado (1969), de Maya Angelou
Por qué lo debe leer un hombre. Porque es un ejemplo brutal de superación por parte de una mujer. Para quien no la conozca, Maya Angelou (EEUU, 1928-2014) fue poeta, cantante, bailarina y actriz; pero antes que eso fue prostituta, cocinera y regente de algún club nocturno de dudosa reputación. Y un poco antes fue una niña negra, violada por el novio de su madre, y que estuvo 10 años sin hablar después de que el violador fuera asesinado, presuntamente, por miembros de su familia. Si solo por esto no te dan ganas de leer su historia, te damos más razones. En este primer volumen de su autobiografía, Angelou narra cómo una niña descubre el mundo al que debe enfrentarse, en plena segregación racial en Estados Unidos, siendo mujer, negra y pobre, una triple discriminación. Y lo hace sin victimismo, cursilería o falso dramatismo más bien con una prosa inteligente y brillantemente real. Y si te quedas con ganas de más, tienes seis libros más que completan la biografía. El último de ellos es el que la actriz Emma Watson escondió por el metro de Londres para fomentar su lectura.
'Los hermosos años del castigo' (1989), de Fleur Jaeggy
Por qué lo debe leer un hombre. Porque refleja la reclusión social femenina. Y lo hace de un modo insólito. Narra la convivencia entre mujeres en un entorno exclusivamente femenino. La primera novela de esta autora suiza es uno de los libros más extraños y magnéticos que andan pululando por ahí. Basado en sus recuerdos de infancia, está ambientada en un opresivo internado femenino suizo en el que parece no suceder nada y toda la tensión fluye bajo la superficie. Al igual que otras obras maestras (por ejemplo, 'Entre visillos', de Carmen Martín Gaite), refleja de forma admirable el aislamiento social ("Nos retiramos a nuestros cuartos, la vida la hemos visto pasar a través de las ventanas").
'La hora de la estrella' (1977), de Clarice Lispector
Por qué lo debe leer un hombre. Porque la prestigiosa filósofa Hélène Cixous consideraba a esta autora brasileña de origen ucraniano como un ejemplo perfecto de "escritura femenina", una polémica categoría estilística. En cualquier caso, y filosofía aparte, 'La hora de la estrella' es la obra más accesible de Lispector y la mejor para introducirse en su obra. Su protagonista, Macabéa, es una emigrante perdida en la ciudad cuya vida transcurre a medio gas sin que ella parezca darse cuenta. Cuenta cosas triviales, pero parecen epopeyas. Y muy importante: la escritura de Clarice Lispector no se parece a ninguna otra.
'Ante el dolor de los demás' (2003), de Susan Sontag
Por qué lo debe leer un hombre. Porque es un ensayo crucial sobre un elemento típicamente masculino, la violencia visual, que se ha convertido en una presencia diaria en nuestras vidas. La ensayista Susan Sontag tenía una habilidad asombrosa para aproximarse a un tema, diseccionarlo con cuidado y llegar a conclusiones radicalmente brillantes. Este libro, que trata de la violencia de los reportajes de guerra, las fotos de catástrofes e incluso el cine 'gore', es uno de esos rarísimos textos de los que el lector sale viendo el mundo de otra manera y sintiendo que ha aprendido algo útil. Los libros de Sontag enseñan a pensar, y están a años luz de la autoayuda.
'Éramos unos niños' (2010), de Patti Smith
Por qué lo debe leer un hombre. Porque si hay un terreno machista ese es el del rock. Y allí, Patti Smith se ha movido con muchas obstáculos hasta conseguir el respeto de todos. En este libro la artista retrata, desde su exclusivo punto de vista y con la excusa en primer plano de contar su relación con el fotógrafo Robert Mapplethorpe, cómo era la vida en el Nueva York de finales de los 60 y en la década de los 70 y como la vivió una Patti Smith aún relativamente desconocida que compartía habitación con Mapplethorpe -quien la retrató para su icónica portada de ‘Horses’- en el Hotel Chelsea. Una pareja que, al no tener dinero para pagar dos entradas a una exposición, decidía quien iba para contárselo luego al otro y que escuchaba cómo, cuando un par de turistas discutía sobre si eran o no artistas famosos, decían: “Son sólo niños”. Porque hasta ellos fueron solo niños.
'Al faro' (1927), de Virginia Woolf
Por qué lo debe leer un hombre. Porque es un análisis perfecto de las relaciones familiares y de un matriarcado simbólico a través de un personaje, la señora Ramsay, que escapa a todos los clichés sobre la maternidad. En esta novela, Woolf narra las vacaciones de una familia en una casa de campo, y va dando paso a la voz de los distintos personajes. Todos planean hacer una excursión a un faro cercano, pero el tiempo pasa y la idea se aplaza. Leído con detenimiento (ya saben, la escritura de Woolf es por momentos alambicada y compleja), es un magnífico tratado sobre la frustración de los sueño
'Biografía del hambre' (2004), de Amélie Nothomb
Por qué lo debe leer un hombre. Porque el tema que trata, los trastornos alimentarios, es el gran ausente en la literatura escrita por hombres. Si se fija, hay multitud de novelas masculinas que tratan otras enfermedades (desde el alcoholismo hasta el cáncer, la depresión o el sida), pero muy pocas que aborden un tipo de dolencias que, estadísticamente, son típicamente femeninas. Aquí, además, viene acompañado de un texto literario magnífico, una novela autobiográfica que, en cierto modo, es como una síntesis de todos los libros que la belga Amélie Nothomb ha publicado a lo largo de su vida. En todos ellos ha deslizado elementos de su vida entre los relatos, pero en este pone los puntos sobre las íes y cuenta su adolescencia con una claridad aplastante y con un tono, el suyo, capaz de introducir humor, ironía y surrealismo hasta en los entornos más asfixiantes.
'Buenos días tristeza' (1954), de Françoise Sagan
Por qué lo debe leer un hombre. Porque fue la primera novela en revelar el despertar sexual de una adolescente en primera persona, sin connotaciones masculinas, dramatismo ni tópicos de novela picante. Escrita por Sagan durante unas vacaciones escolares en París, narra la historia de una adolescente que descubre de golpe y porrazo el sexo, la libertad, los celos y su consecuencia, la tristeza. Fue una auténtica revolución en su momento y el nacimiento de una estrella literaria. En la Francia de los años cincuenta, obsesionada por la moralidad y el orden, no había nada tan revolucionario como la historia de una chica que se acuesta con un ligue de verano y no le da más trascendencia de lo necesario. Leído al cabo de los años, conserva intacta su pasmosa sencillez y se sigue leyendo de un suspiro.
Adela Zamudio contra el machismo
Leonardo García Pabón —boliviano, profesor de literatura latinoamericano de la Universidad de Oregon, Estados Unidos— analiza, Íntimas, la única novela de la autora boliviana, considerada la precursora del feminismo en el país.
“Desde el punto de vista de su recepción Íntimas viene marcada desde su primera edición por la crítica de género. Los críticos hombres, ya se ha repetido, le dicen a doña Adela que vuelva a escribir poemas, que no se meta a escribir novelas. No la critican porque la historia que cuenta pueda ser o no aburrida o porque utiliza de tal manera el narrador, la crítica es directamente de género. Lo que está mal es que una mujer escriba novelas”. “En la primera lectura moderna de Íntimas, que es la que yo hice en La patria íntima, se rescata su postura feminista. Adela Zamudio ya era una feminista en la vida práctica —hay que recordar su lucha por la educación de las niñas—, pero también es importante remarcar que tenía una postura feminista en el texto. En Íntimas hay una narradora que escribe, por medio de cartas, desde el punto de vista de la mujer”.
Teoría King Kong, de Virginie Despentes
"A mi editor le parecía que si poníamos la palabra feminismo en la portada no venderíamos ni un libro, pero se equivocó". Y mucho. Teoría King Kong, que reedita Literatura Random House, es el ensayo que la escritora y activista Virginie Despentes (Nancy, Francia, 1969) publicó por primera vez 2006. Su acidez, sinceridad e irreverencia la han convertido en una de las referentes del posfeminismo y la teoría de género. En estas páginas Despentes cuenta su historia (fue violada cuando era joven) para abordar asuntos tan importantes como la violación, la prostitución, la pornografía y el sexo y contribuir al derrumbe del patriarcado en nuestra sociedad.
“Intentamos vivir de otras maneras, inventar otras formas de compartirlo todo… tenemos que convivir chicas y chicos de manera diferente… Quienes tienen niños, tienen que buscar una nueva forma de educar, dejarlos ser lo que son y no lo que esperamos de los géneros”, asegura Despentes.