Por la integración de nuestras cinematografías

Puño y Letra publica el manifiesto del 14 Festival de Cine y Derechos Humanos que acaba de concluir en nuestra ciudad. El documento es firmado por Albino Álvarez (México); Alfredo Ovando (Bolivia); Heydy Terraza (Bolivia); Cesar Galindo (Perú); Julio Weiss (Bolivia); Eduardo Feller (Argentina); Maria Isabel Rojas (Bolivia).

Los participantes en el XIV Festival Internacional de Cine de los Derechos Humanos, en la Casa de la Libertad, en la ciudad de Sucre capital del Estado Plurinacional de Bolivia, en fecha 18 de agosto de 2018 manifestamos:

Que, a 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la lucha permanente por la conquista de nuevos derechos y el respeto a la vida y la dignidad del ser humano, es en este momento oportuna y pertinente la convocatoria presente bajo el lema Memoria, Verdad y Patrimonio audiovisual.

Frente a las vulneraciones sistemáticas de derechos humanos y a la impunidad de sus sistemas jurídicos internos, las víctimas tienen el derecho de acudir a la protección de sistemas internacionales de derechos humanos. En el caso de América Latina, los países que han ratificado la competencia contenciosa de la Corte Interamericana pueden presentar sus peticiones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y en caso de que el Estado no cumpla con los acuerdos con las víctimas el caso se somete a la Corte Interamericana. Después de las desapariciones forzadas en las dictaduras de los años 80 en el Continente Americano la Corte interamericana de DDHH estableció jurisprudencia respecto al derecho a la verdad que tienen las víctimas.

Nuestra verdad es construir “El Qqapaq ñan rikuna uyarina”, desde el “Qonchu pata” en Chuquisaca, “el “Wuaqay pata” en Cuzco, para llegar hasta el “Chimborazo” en Quito. Regando el “Allin Kausay”, el mensaje a sus hijos de nuestros ancestros con poesía y cantos de Bartolina Sisa, Tupac Katari, Tupac Amaru, Micaela Bastidas, Rumiñahui”.

Manifestamos nuestro apoyo a la Cineteca de Derechos Humanos, Pukañawi - Patrimonio Fílmico de Sucre.

La preservación y conservación de un acervo significa posibilitar para las generaciones presentes y futuras la posibilidad de acceder a la información.

Qué hacer o cómo utilizar esa información es el símil de un ser humano cuando busca en su memoria y selecciona u omite sus recuerdos. Los países, ciudades y comunidades deben entonces preservar su memoria con el propósito de dar sentido y coherencia a sus actos presentes y colocarlos en la perspectiva de su futuro.

Un acervo fílmico digital, constituido fundamentalmente por imágenes y sonidos, son un testimonio rico, provisto por la voz y el movimiento de esas imágenes. Hablar de un acervo así, es distinto al de las artes fotográficas o al de los documentos con base o soporte de papel. El cine y el video de un acervo, nos amplía y enriquece los contenidos resguardados en nuestra memoria, es decir los profundiza.

La labor que hace el Festival de Cine de Derechos Humanos al resguardar más de cinco mil títulos digitales (aproximadamente) en su acervo, provenientes de distintos países, es fundamental para la constitución de un acervo digital audiovisual que siente las bases para el rescate y preservación de una producción, también boliviana. Sabemos, por mencionar un ejemplo, que por décadas se ha producido a lo largo y ancho de sus fronteras una enorme cantidad de producciones hechas desde los años setentas, ochentas y noventas en formatos de video Umatic, Betamax, Betacam, VHS, etc. tan sólo por mencionar algunos. ¿Dónde están todos esos documentales, registros, reportajes, películas que documentan la intensa vida política, cultural, social, indígena de Bolivia? Se hace así necesario y obligatorio contar con un espacio adecuado, con instalaciones técnicamente acondicionados para la conservación, catalogación, difusión de ese acervo audiovisual producido por tres décadas, que transita de lo análogo a lo digital y posibilite el acceso a investigadores, académicos, estudiantes y a la población en general.

Un acervo es un patrimonio tangible e intangible. Los grandes pensadores y científicos contemporáneos lo han previsto así: La humanidad y el futuro de los pueblos será primero viable y después factible en la medida en que preserve y conserve sus acervos y por lo tanto la rica información audiovisual contenida en ellos. Así pues, tanto la preservación de la información, como la preservación del agua, son considerados los dos grandes bienes por los que debemos luchar para nuestra subsistencia y son por lo tantos nuestros dos principales derechos, si queremos desde ahora actuar de manera responsable con nuestros contemporáneos y con las futuras generaciones.

Consideramos que es fundamental la integración de las cinematografías latinoamericanas para lograr que las películas de las diferentes naciones de nuestro continente, traspasen las fronteras utilizando los recursos y tecnologías disponibles y futuras para llegar a todos los habitantes del mundo con la identidad de nuestras voces. 

Pukañawi en breve

PukaÑawi -el caballo de luna y la luz de piedra- se encuentra a catorce ediciones del Festival Internacional de Cine de los Derechos Humanos “El séptimo ojo es tuyo” (FESTIMO); a diez años de la creación de la Cineteca de Derechos Humanos y a cinco años de la puesta en marcha de la Escuela de Cine Documental de Derechos Humanos y de la Naturaleza (Escuela de la Naturaleza) con el objetivo de exhibir, enseñar, producir, archivar películas que defienden a la humanidad.

PukaÑawi tiene la visión de ser un centro de gestión cultural líder y cine para la ciudad de Sucre, Bolivia, de naturaleza asociativa que se inspira en los principios de igualdad, libertad, justicia, reciprocidad y pluralismo multicultural.

Su misión es formar gestores, cineastas, intérpretes, críticos y hombres libres, capaces de actuar en la defensa de los derechos humanos, la democracia y la paz, para contribuir cada día al mejoramiento de la calidad de vida y al desarrollo sostenible del Municipio, Departamento y Bolivia.