Consultor insta a juristas a involucrarse en reformas
La Comisión de Seguimiento a las Conclusiones de la Cumbre Judicial debería incorporar a los abogados y organizaciones
El Ilustre Colegio de Abogados de Chuquisaca (ICACH) debe tomar la iniciativa de incentivar el debate sobre el desarrollo de la reforma judicial en Bolivia, que no es patrimonio de un gobierno sino del Estado boliviano, aseguró el consultor en temas judiciales Eddie Cóndor, durante una conferencia sobre “Los elementos que hacen a una reforma judicial” en Bolivia.
El jurista peruano sugirió al menos ocho elementos que hacen a una reforma judicial, entre los que están un proceso inclusivo con participación efectiva de las instituciones del sistema judicial, el marco jurídico que debe ser aplicado desde el Legislativo con mayor socialización y consenso; la voluntad política que implica un liderazgo desde el Gobierno para mover agendas, además de la garantía del presupuesto que requiere.
Un liderazgo fuerte como para cuestionar al Legislativo para que termine de dictar el marco jurídico pendiente, interpelar al Ministerio Público respecto a su responsabilidad sobre la situación de la justicia penal y a la universidad respecto a su desarraigo y opacidad.
Cóndor dijo que una reforma judicial debe ser producto del consenso y de espacios de diálogo con la sociedad que pueda aportar en el proceso. Sugirió que en la comisión de Seguimiento a las Conclusiones de la Cumbre Judicial, creada por Ley 898, deberían participar los colegios de abogados, organizaciones no gubernamentales y organizaciones sociales para darle legitimidad a esa instancia de coordinación.
Explicó también que la reforma debe ser considerada con un enfoque de política pública respecto a la crisis estructural de la justicia, así como se hizo con la demanda marítima en La Haya.
“Tiene que haber un relacionamiento de coordinación y cooperación (entre los órganos del Estado) más no de subordinación”, enfatizó.
Cóndor habló de la aplicación de una reforma con características técnicas desde la agendación, programación, implementación y evaluación para que no sea la variable política la que se imponga.
Sostuvo que la reforma judicial requiere también del apoyo crítico de la sociedad civil, con una visión independiente, proactiva, no tibia y condescendiente.
La cooperación internacional que también es un elemento importante, que en su criterio, antes era más abierta a la discusión y al debate sobre el proceso, en cambio, ahora es más bilateral y en ciertos casos, muy complaciente.