El ají chuquisaqueño perfecto
1/4 de kilo de ají colorado, dulce, chuquisaqueño y en polvo, se pone en una olla y encima se cubre el polvo con bastante agua y se mezcla con cuchara de palo hasta que se disuelva todo el polvo y no queden grumos.
Poner a hervir (los grumos que hubieran quedado se disuelven al hervir en todo caso).
A la olla donde se está cociendo el ají, poner media cebolla cortada y unos 10 tallos de perejil con su hoja (sin picar porque luego serán extraídos del ají junto con la cebolla. Solo permanecen en el cocimiento para dar sabor).
El tiempo de cocción es de dos horas, cuando se debe ir aumentando agua varias veces.
Ya cocido el ají está se le echa un chorro de aceite para ahogar (pero es opcional). Con el aceite el ají salta un poco. La consistencia es pastosa, ni seca, ni aguachenta. Se le agrega sal a gusto si se va a servir ese momento.
Se puede preparar una buena cantidad de ají, porcionar y congelar sin sal hasta un mes. Cuando se va a usar, recién se adereza.