Asociaciones público-privadas

Ambas instancias participan en las diferentes actividades o emprendimientos económicos: se puede incrementar la inversión en los diferentes sectores de la economía, apalancando recursos financieros, tanto públicos como privados.

Bolivia en 2008 alcanzó su mayor crecimiento económico de los últimos años, 6.1% según datos de la CEPAL, logrando el nivel más alto en las últimas tres décadas. En 2010, debido al constante crecimiento económico, el Banco Mundial sacó a Bolivia de la lista de países de ingresos bajos y la reclasificó en el grupo de países de ingresos medios; esto principalmente porque en la década 2000-2010 el contexto nacional e internacional se configuró de forma tal que los déficits tan tradicionales para nuestro país han pasado a superávits nunca antes vistos. Esto último, a su vez, se debió sobre todo al incremento de precios de las materias primas exportadas, sin embargo en la actualidad la caída del precio internacional del petróleo y las condiciones económicas internacionales desfavorables inciden negativamente en las tasas de crecimiento económico del país.

En este contexto y a pesar de los logros alcanzados respecto a los indicadores macroeconómicos, es muy importante analizar y debatir la participación de los actores que impulsan el crecimiento económico. Para ello, ponemos en consideración una de las discusiones más tradicionales respecto al grado de participación del Estado o del sector privado en la economía.

Según el modelo económico que cada país adopta, sabemos que uno de los actores tiene mayor relevancia que el otro, sin embargo, según las experiencias pasadas, conocemos que la participación solo del sector privado (genera lucro) o solo del sector público (mala administración) pueden derivar en grandes problemas como la desigualdad o la corrupción, por mencionar a los más destacados. Claro que la participación de estos sectores también traen beneficios en las actividades económicas de los diferentes países. Estos aspectos motivan a realizar la siguiente interrogante: ¿Cuál de los actores debe tener mayor relevancia y participación en el crecimiento y desarrollo económico, el público o el privado?

Para responder esta pregunta mencionamos los principales papeles que cumple el Estado: regular la economía y planificar su desarrollo. En Bolivia, se incentiva la participación del Estado con la ejecución de programas, proyectos y administración de empresas públicas a través de la asignación de recursos económicos, logrando un mayor grado de intervención respecto al sector privado. El rol del Estado por supuesto tiene que ver también con la atención de las necesidades y problemas generales de la población, debiendo resolver las diferentes demandas de la sociedad. Por su parte, el sector privado tiene como principal objetivo el de generar la mayor utilidad posible, poniendo en práctica conceptos de eficacia y eficiencia en las diferentes actividades económicas que realizan; asimismo, genera y aplica tecnología, ciencia y también conocimiento en los diferentes procesos, sobre todo productivos (know how).  

Sin embargo como alternativa, consideramos una nueva propuesta de gestión, para lo cual ponemos en consideración algunos beneficios o ventajas respecto a la materialización de las denominadas “Asociaciones Público-Privadas”, es decir, la participación tanto del Estado como del sector privado de manera conjunta y a través de convenios o contratos de largo alcance, donde ambas instancias participan en las diferentes actividades o emprendimientos económicos: se puede incrementar la inversión en los diferentes sectores de la economía, apalancando recursos financieros, tanto públicos como privados.

Se crea mayor empleo considerando que el sector público es quien genera las condiciones mínimas necesarias para desarrollar y mejorar las actividades del sector privado, logrando más y mejores fuentes de trabajo. Podemos tener mayor crecimiento económico, entendiéndose como la creación de más producción e ingresos, lo que a su vez nos puede llevar a un mayor desarrollo a través de una mejor redistribución de la riqueza, con menor desigualdad y combatiendo la pobreza.