“Las acciones sobre el entorno laboral y de generación de empleo son adversas y contradictorias con los grandes postulados”

Óscar Montero es economista y consultor independiente. Trabajó como consultor de Naciones Unidas, GTZ, GIZ, SNV, SOLIDAR Suiza y PADEM, entre otras entidades de cooperación internacional, con una amplia experiencia...

El economista Óscar Montero. Cedida El economista Óscar Montero. Cedida

REDACCIÓN CAPITALES
Capitales / 10/01/2017 05:48

Óscar Montero es economista y consultor independiente. Trabajó como consultor de Naciones Unidas, GTZ, GIZ, SNV, SOLIDAR Suiza y PADEM, entre otras entidades de cooperación internacional, con una amplia experiencia en proyectos y planificación.

Concedió una entrevista a CAPITALES referida a la problemática del desempleo de los profesionales jóvenes y las barreras que deben sortear para poder acceder a una fuente laboral, debido a la falta de políticas públicas que beneficien a este sector de la población.

CAPITALES (C). ¿Actualmente, tener un título universitario ya no es el único requisito que exigen las instituciones públicas y privadas, empresas, fundaciones y ONGs a la hora de contratar profesionales. Es decir, ¿cuánto más educación tenga un joven profesional tendrá más oportunidad de acceder a un mejor empleo?

Óscar Montero (OM). Considero que en Bolivia se está viviendo una situación no regular, donde los empleadores principalmente públicos no consideran las capacidades, las destrezas ni la formación académica a tiempo de contratar al personal, implicando una baja considerable de la productividad de la mano de obra y por tanto bajos rendimientos.

Los resultados de esta práctica de contratación de personal no calificado, se percibe de una manera muy fuerte en la baja calidad de los productos que brindan y que se producen a todo nivel, haciendo un daño grave a toda posibilidad de crecimiento y desarrollo, más aún cuando la riqueza de los pueblos radica en la fuerza de trabajo y en el conocimiento generado a través de procesos de innovación permanentes.

Por otro lado, se observa que ciertos espacios del mercado laboral requieren de mayores capacidades para desempeñar cargos sobre todo vinculados a aspectos tecnológicos, que por la precariedad de formación de los jóvenes, los empleadores buscan capacidades en el exterior.

A esta situación, se suman otras no menos importantes, como la sobreregulación laboral y una política recaudatoria impositiva muy agresiva, que hacen a que tanto los empleadores como los trabajadores prefieran evadir la norma y así perjudicar toda posibilidad de establecer políticas que tiendan hacia la generación de empleo digno para todos.

Igualmente, la débil planificación del desarrollo y la ausencia de una gestión por resultados, ahondan esta situación que es lacerante para los jóvenes.

C. ¿Tener una formación académica garantiza la inserción laboral de los jóvenes?

OM. Lamentablemente la educación en Bolivia está en crisis, donde la calidad de la educación ya no es una prioridad; por tanto los bachilleres como los técnicos y profesionales -en su gran mayoría- no están capacitados para afrontar los desafíos que impone el Siglo XXI y por tanto, a los jóvenes con formación que se insertan al mercado laboral les cuesta mucho ser contratados. Esta situación, tiene un efecto negativo respecto a la cantidad de años que los jóvenes técnicos y profesionales necesitan para tener un empleo y salario relativamente aceptable para vivir. El costo de establecimiento técnico – profesional es muy alto, sobre todo en entornos pequeños como el de Sucre.

Considerando el mercado laboral actual, existe un desfase entre la oferta y demanda entre carreras técnicas que demanda el mercado y las carreras tradicionales que se imparten desde las universidades, resultado de la ausencia de políticas educativas flexibles, que respondan a la demanda y al desarrollo de sectores estratégicos que reaccionan según la dinámica de la economía.

C. De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación para la Producción (Funda Pró) realizado en 2011, cada año se titulan 170 mil estudiantes en las universidades públicas y privadas del país y el 47% no consigue un empleo. ¿Si estos porcentajes son reales, qué pasa con el 53% restante?

OM. El 53% que no accede a un empleo adecuado, lamentablemente tiene que engrosar la filas del empleo no calificado (sub empleo) y casi en su totalidad bajo condiciones de una total informalidad, generando daños irreversibles tanto al Estado por haber cubierto los costos de educación pública gratuita, como también de los jóvenes que ven frustradas sus posibilidades de contribuir adecuadamente a Bolivia.

Estas cifras, por demás alarmantes, debieran motivar a mejorar el diseño de políticas públicas que permitan una mayor generación de empleo. Lastimosamente, todas las acciones que hacen al entorno laboral y de generación de empleo son adversas y contradictorias con los grandes postulados de desarrollo actual.

C. Otro problema con el que chocan los nóveles profesionales es el conocido requisito de “contar con experiencia”, que exigen los contratistas en las convocatorias que se publican.

OM. Esta situación se da principalmente por la baja capacidad adquirida por los técnicos y profesionales durante toda su estadía en el sistema educativo, como también a las propias exigencias de la normativa de contrataciones públicas que tienen su eco en las iniciativas privadas.

C. ¿Cómo un recién titulado puede adquirir experiencia si no tiene la oportunidad de tener un trabajo?

OM. Una vez más, considero que es el sistema el que no opera adecuadamente, que implica que no se están generando en Bolivia la suficiente cantidad de empleos para dar respuesta al esfuerzo que hacen los jóvenes por lograr alguna formación. En este punto, es necesario que se manejen las estadísticas nacionales con una mayor responsabilidad, seriedad y transparencia, para mostrar el verdadero problema del desempleo juvenil que está muy por encima de las cifras oficiales que se dan por el órgano competente.

C. ¿Frente a la falta de fuentes laborales, el emprendedurismo es una buena opción para los profesionales junior?

OM. El emprendedurismo es muy bueno para toda economía, siempre y cuando el Estado permita un entorno favorable para el desarrollo de los negocios, sin embargo ya hemos visto, que la sobre regulación laboral, el tema impositivo, los controles municipales y otros, parece que frenan toda posibilidad de crecimiento de los negocios.

C. ¿Cómo se puede generar más fuentes de trabajo en el país?

OM. Es importante cualificar la inversión pública en su conjunto, todavía hay un gasto muy grande en actividades que no generan empleo tal el caso de coliseos deportivos, eventos de alto costo, infraestructura pública, entre otros. Los sectores productivos son los más relegados.

También hay que trabajar sobre una nueva normativa nacional que desburocratice los trámites necesarios para aperturar negocios y se definan políticas de promoción e inventivos a la iniciativa privada.

C. Hay padres que manifiestan su desencanto y frustración porque siempre velaron para que sus hijos tengan una buena formación desde la escuela hasta la educación superior, con el fin de que sean buenos profesionales, pero ocurre que sus hijos no pueden acceder a una fuente laboral. ¿Qué hacer en estos casos?

OM. Considero que es importante seguir insistiendo en mejorar la profesionalización de los hijos (especialización) y complementar su formación con cursos sobre emprendedurismo.

Es evidente, que a mayor conocimiento y especialidad, las perspectivas de trabajo serán más amplias.

 

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