“El proceso de urbanización ayuda un poco a reducir la desigualdad”
Lykke E. Andersen, doctora en Economía, nació en Aarhus, Dinamarca, pero vive en nuestro país hace 19 años, de los cuales lleva 10 trabajando en La Paz, en el Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (INESAD)...
Lykke E. Andersen, doctora en Economía, nació en Aarhus, Dinamarca, pero vive en nuestro país hace 19 años, de los cuales lleva 10 trabajando en La Paz, en el Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (INESAD), del que es su fundadora y actual directora de Investigaciones. Estuvo en Sucre para presentar el libro “El ABC del desarrollo en Bolivia”, que editó junto a Boris Branisa y Stefano Canelas.
INESAD es una fundación independiente que en los últimos ocho años recibió financiamiento de la Iniciativa Think Tank y los últimos tres de DANIDA, la Cooperación al Desarrollo de Dinamarca.
La sistematización contenida en “El ABC del desarrollo en Bolivia” (que puede ser descargado en http://www.inesad.edu.bo) tiene la particularidad de abarcar un periodo de tiempo de 25 años (entre 1995 y 2015) y la virtud de comparar la situación nacional con otros países del mundo.
Por su importancia, dividimos esta entrevista en dos partes. En esta primera, Andersen habla de los resultados presentados en los indicadores de: agua potable, educación (con relación al trabajo), desigualdad, entre otros. ¿Usted sabe cuánto se necesita para resolver las carencias más grandes de servicios básicos en el país?
CAPITALES (C). ¿Por qué editan esta publicación?
Lykke E. Andersen (LEA). En ocasión de nuestro décimo aniversario, queríamos hacer algo especial para la sociedad boliviana en general, porque lo que usualmente hacemos es un poco más técnico y no tanto de uso público. Generalmente nuestro trabajo es más para revistas internacionales.
Nos hemos fijado el objetivo de brindar un pantallazo amplio de las diferentes dimensiones de desarrollo en Bolivia, porque pensamos que el crecimiento del PIB es una medición muy limitada de lo que está pasando y queríamos ver, en mucho más detalle, las diferentes dimensiones relevantes para la población; cómo nos ha ido los últimos 25 años en comparación con los otros países del mundo.
El objetivo es estimular a un debate participativo para establecer las prioridades del país. Porque ahora los recursos se vuelven más escasos y hay que optimizarlos; esto requiere priorizar.
C. ¿Qué metodología han seguido para esta sistematización?
LEA. El trabajo es bastante descriptivo. Primero justificamos por qué pensamos que esto es importante para el desarrollo y después buscamos el mejor indicador posible para mostrar qué está pasando en esta dimensión. Los datos los recolectamos en muchos casos del Censo 2012 y de los indicadores del desarrollo del Banco Mundial, que son muy buenos para comparar la realidad boliviana con otros países.
Tenemos tres diferentes enfoques en cada capítulo. Primero analizamos cómo nos ha ido los últimos 25 años; luego, Bolivia en comparación con el mundo y, finalmente, en comparación con América Latina y el Caribe. En general somos mucho más pobres que el promedio mundial, así que se esperaría que estuviéramos peor que el promedio mundial, pero más o menos en la mitad de las dimensiones estamos por encima. Así que lo estamos haciendo muy bien en muchas dimensiones.
Como el promedio mundial es un poco difícil de entender y hay tantas diferencias entre países, estamos comparando con un grupo de países estándar que va desde los más pobres hasta los más ricos: unos tienen el doble de los ingresos per cápita de Bolivia, cuatro veces más, ocho veces más y 16 veces más. Y lo mismo a la inversa: la mitad, una cuarta parte, una octava y una dieciseisava parte. Es una muestra que representa todos los niveles de ingresos en el mundo.
La última sección de cada capítulo es como un análisis de los mayores desafíos en el tema.
C. ¿Qué encontraron, por ejemplo, con relación al agua potable en Bolivia?
LEA. Todos los países están más o menos (en un porcentaje) alto, por encima del 80% de acceso al agua potable. En Bolivia estamos justo alcanzando el promedio mundial ahora.
C. ¿En cuántos hogares falta agua?
LEA. En cada capítulo hemos buscado los 10 municipios con más carencias y, en el tema de agua, por ejemplo, Cochabamba encabeza la lista con 56.000 hogares (en los que falta el agua potable). Luego, Villa Tunari, Sacaba, Riberalta, entre los primeros lugares.
C. ¿En desigualdad?
LEA. Lo que a mí me sorprendió es que la desigualdad es más grande en áreas rurales que en áreas urbanas, así que el proceso de urbanización que estamos viviendo ayuda un poco a reducir la desigualdad. Las gentes son más iguales en las zonas urbanas.
C. ¿Educación con relación al trabajo?
LEA. Estamos mejorando. Los bolivianos tienen más educación, incluso más años de educación promedio en América Latina, que es llamativo. El problema es la calidad de la educación, que no ayuda mucho a la gente a volverla más productiva. Así que la productividad laboral, por ejemplo, casi se ha estancado en Bolivia en los últimos 25 años, aunque la educación ha aumentado.
Y cuando hemos hecho estudios de los retornos de la educación, es realmente alarmante. Retornos significa: cuánto más ganas por cada año extra de educación. Es decir, la relación educación-salario. Ahí vemos que ahora, en los últimos años, alguien que termina la secundaria no gana casi nada más que alguien con menos años de educación. Esto es muy alarmante porque no hay incentivos ahora para estudiar.
C. ¿Cómo definen ‘productividad laboral’? ¿Estamos bien o mal en este sentido?
LEA. Productividad laboral es cuánto PIB puede producir por hora un trabajador, y es muy bajo en Bolivia, no está mejorando mientras que el promedio mundial está aumentando rápidamente. Eso tiene que ver con la educación relevante, que ayuda a ser más productivos. También, con el tipo de trabajos que tenemos en Bolivia: muchos están haciendo burocracia, algo que no es productivo.
C. También han recopilado información sobre el trabajo infantil…
LEA. Sí, en cuatro años de estudio, el número de niños trabajadores más o menos se ha mantenido, pero es alto con relación al promedio del mundo y de América Latina y el Caribe. De todas maneras, faltan datos en esta área.
C. Cuantificaron los recursos que se necesitan, aproximadamente, para resolver las carencias más grandes de servicios básicos. ¿Qué resultados tenemos al respecto?
LEA. Por ejemplo, para cubrir todos los hogares bolivianos con agua potable nos faltan $us 1.500 millones. Para cubrir todos los hogares bolivianos con electricidad, $us 500 millones. Saneamiento básico, casi $us 5.000 millones, ¡es carísimo, solo un hogar cuesta $us 5.000! Lo más caro es saneamiento e internet para todo el país.
En cuestión de salud, el libro dice: “Atender un parto en un establecimiento de salud es relativamente barato, calculado en un máximo de $us 300. Con 33.000 partos no atendidos anualmente, esto podría ser cubierto con un gasto adicional de solamente $us 10 millones por año”.