El emprendimiento empresarial en Sucre: Un análisis crítico
Según la teoría económica y la experiencia de países desarrollados, la clave principal para conseguir crecimiento y desarrollo de una región se encuentra en la capacidad y estructura empresarial que esta tenga y, en...
Según la teoría económica y la experiencia de países desarrollados, la clave principal para conseguir crecimiento y desarrollo de una región se encuentra en la capacidad y estructura empresarial que esta tenga y, en definitiva, en la creación de nuevos emprendimientos, pues estos serán los que dinamicen la economía.
Para Schumpeter (Teoría del Desarrollo Económico, 1934), la actividad emprendedora es el proceso mediante el cual se desarrollan nuevas combinaciones de medios de producción para aprovechar las oportunidades de beneficio que ofrecen los mercados en un periodo de tiempo limitado. Estas nuevas combinaciones de conocimientos son las que promueven el cambio tecnológico y contribuyen a la creación de innovaciones y la formación de nuevas empresas a través de la “destrucción creativa”.
Un claro ejemplo empírico del efecto que tiene la creación de nuevos emprendimientos empresariales en una economía es Santa Cruz de la Sierra, que a la fecha se ha convertido en la ciudad de Bolivia con la más alta tasa de apertura de nuevos emprendimientos (crecimiento del 32% a marzo de 2017), y que a su vez la han convertido en el motor económico del país, lo que me lleva a preguntar: ¿acaso en Sucre no existen emprendedores? ¿Por qué es baja la creación de nuevos emprendimientos en Sucre? ¿No hay apoyo de instituciones públicas locales?
“No existe mercado”, ustedes dirán, “no hay dinero para iniciar un negocio” o, en definitiva, “no nos gusta arriesgar”. Pero, ¿son realmente estas las causas? Desde mi punto de vista, no. Evidentemente influyen, pero creo que la principal causa que limita la apertura de nuevos emprendimientos en nuestra ciudades el ambiente sociocultural.
¿Acaso no les decimos a nuestros hijos: “estudia y destácate para que consigas un buen empleo”? O, “ahora que terminaste la carrera, tienes que buscar un trabajo”. Con esto, ¿no les estamos coartando sus capacidades creativas e innovadoras?, ¿no estamos con esto fomentando la creación de una sociedad conformista y dependiente? ¿Por qué más bien no les orientamos y motivamos para que creen su propia fuente de trabajo y a su vez se conviertan en generadores de fuentes de empleo?
Justamente y con el propósito de romper este paradigma sociocultural, la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad San Francisco Xavier, desde hace ya algunos años, viene desarrollando de forma anual una Feria de Emprendimientos, donde los principales actores son los estudiantes que cursan las diferentes carreras de nuestra Universidad y de la cual se han generado emprendimientos que a la fecha se encuentran interactuando en el mercado local.
Sin embargo, para que estos nuevos emprendimientos generen no solo empleo e ingresos sino también innovación, se requiere fortalecer la convergencia e integración “cuatripartita” entre Universidad, Estado, sociedad y empresa que, hasta ahora, se ha logrado. Es fundamental construir escenarios cooperativos capaces de generar alternativas productivas múltiples; generar y fomentar una cultura emprendedora fundamentada en el desarrollo de competencias que despierten la creatividad y la responsabilidad social de dar nuevo valor en las prácticas que emprendan e involucren a otros.
Además, con el propósito de garantizar que estos nuevos emprendimientos tengan éxito se requiere de un soporte de políticas públicas e industriales a nivel micro y macroeconómico que apoye y fortalezca, entre otros aspectos, la forma de financiar los negocios y la tecnología para llevarlos a cabo. Estas acciones son las que promoverán la creación de nuevos emprendimientos sustentables en el tiempo, con visión de crecimiento y con capacidad de impactar sustantivamente en la generación de riqueza.