Más de 3.000 familias de 3 municipios mejoran su calidad de vida en la región
Sopachuy, El Villar y Alcalá se beneficiaron con el Programa “Área de Desarrollo Territorial”, que la Fundación PASOS desarrolló en Chuquisaca durante diez años.
Más de 3.000 familias de varias comunidades de los municipios chuquisaqueños de Sopachuy, El Villar y Alcalá mejoraron su calidad de vida al aprender a tener una dieta variada y a disfrutar de una buena producción agrícola que les genere ganancias y acceso a la educación y salud de sus hijos.
Ese es el resultado del Programa “Área de Desarrollo Territorial” que la Fundación PASOS desarrolló durante diez años en esos lugares.
El programa se cerró en pasados días con unas 'Jornadas de Innovación' que se realizaron en Sopachuy, según informa a CAPITALES la directora de esa ONG, Roxana Dulón.
Esas jornadas permitieron recuperar diez años de trabajo en innovar, emprender y crear nuevas formas, metodológica y tecnológicamente, explica la ejecutiva.
Dice que lo importante de una innovación es que se aplique y se masifique, y que años después se vuelva una práctica común, por ejemplo con la producción piscícola: “Unos años después de comer pescado en Sopachuy, ese concepto ya no será algo nuevo para las autoridades y la población en general”.
Agua de calidad
El coordinador estratégico de la Fundación PASOS, Antonio Aramayo, indica que el trabajo comenzó en 2007 y posibilitó que las comunidades tengan más agua de calidad, gracias a un trabajo iniciado entre los comunarios, autoridades municipales y la Fundación.
En su criterio, ahora que finalizó el programa, “las cosas que empezaron tienen que continuarse”.
Aramayo dice que quedaron resultados concretos, metodologías y formas de realizar las actividades, de manera coordinada con las autoridades municipales, para implementar las propuestas que surgen de las necesidades de las comunidades.
Lo que el mercado pide
El responsable de Desarrollo Económico Local y Seguridad Alimentaria en la Fundación, Límber Limachi, explica que en diez años mejoraron la calidad de la educación y el acceso a la salud, además de que diversificaron la producción agrícola en la zona con enfoques de trabajo de las familias, con cultivos rentables del sistema productivo, entre otros temas.
Comenta que en estos lugares se produce lo que el mercado pide, por eso apoyaron a la cadena del amaranto, ají, miel y maní. Estos, si bien son productos tradicionales, tienen mucha demanda de mercado.
Los huertos familiares
Al mismo tiempo no descuidaron los huertos familiares, donde, al inicio del programa, los comunarios solo producían un poco de cebolla y zanahoria para consumo propio, mientras que hoy en día, en aproximadamente 300 metros cuadrados, producen más de diez variedades de hortalizas que están presentes en la dieta diaria de todas las familias.
Limachi asegura que en los últimos diez años dejaron conocimiento en las diferentes áreas, entre las familias, docentes y las autoridades.
“Ahora las familias tienen una nueva cultura para encaminar sistemas productivos, y reconocen la importancia que tiene la educación, cómo acceder rápido a la salud”, menciona antes de recomendar: “los conocimientos que quedaron deben seguir siendo impulsados por las autoridades municipales”.
Para la niñez
Limachi acota que el trabajo se puede ver en cambios tales como: educación con menos niveles de deserción, capacidades de docentes potenciadas para mejorar el currículo educativo, cobertura de salud para los estudiantes que asisten a las unidades educativas; también creación de 800 huertos familiares e inversión en gabinetes escolares.
Emprendimiento escolar
También en el empleo del tiempo libre de las niñas con tejidos a crochet de bisutería y monederos. Por otro lado, rescataron la vestimenta original de la cholita sopachuyeña, que en los últimos años fue suplida por cortas faldas plisadas.
“Es una terapia integradora porque el trabajo se hace en grupo y se cumplen objetivos a corto plazo”, explica la profesora Roxana Calderón, al hablar de la materialización de este “emprendimiento escolar”.
De igual forma, se construyó una relación entre niños, niñas y adolescentes de los tres municipios citados con amigos de España (brindan un aporte económico), mediante cartas y fotografías para conocerse y hacer un seguimiento del avance de los pequeños, la comunidad y sus familias.
Alimentación
Ahora más de 3.000 familias saben cómo preparar los alimentos; 16.000 personas, entre niños, jóvenes y adultos, se involucraron en todos los microproyectos, y, en el marco productivo, se incrementaron los rendimientos y volúmenes de producción, informan desde PASOS.
El trabajo se desarrolló con una inversión de aproximadamente 2 millones de bolivianos por año, lo que representa unos 20 millones de bolivianos en una década.
La directora de la Fundación, Roxana Dulón, recuerda que el cierre del Programa Área de Desarrollo Territorial se sistematizó con tres eventos: el primero fue en El Villar y se denominó “Jornada de los Derechos”; el segundo en Sopachuy, con la temática de innovación, y en noviembre será en Alcalá, sobre institucionalidad.
Escuelas de calidad
15 unidades educativas construidas.
41 unidades educativas apoyadas con proyectos socioproductivos y otros.
250 profesores capacitados.
41 huertos escolares.
7 centros pedagógicos complementarios apoyados.
15 gobiernos escolares fortalecidos.
41 unidades educativas que están ejecutando experiencias de innovación educativa.
230 niños y niñas menores de seis años acceden a educación inicial.
1.144 niños y niñas acceden a educación secundaria.
Gestión social del agua
265 familias con acceso al agua para consumo humano.
9 servicios de salud construidos o equipados.
45 ACS y ALS fortalecidos.
3 redes de salud promovidos.
63 médicos tradicionales fortalecidos.
74 niños y niñas menores de cinco años que mejoraron su situación de desnutrición.
Actoría de la niñez y juventud
3 SLIN fortalecidos.
3 redes de derechos fortalecidos.
500 personas carnetizadas.
5 organizaciones fortalecidas bajo el liderazgo de mujeres.
21 gobiernos estudiantiles conformados con capacidad de gestión.
3 días municipales de lucha contra la violencia institucionalizados.
41 promotores comunitarios jurídicos cumplen funciones de promoción de los derechos y deberes.
3 gobiernos estudiantiles municipales conformados y fortalecidos en el ejercicio de sus deberes y derechos.
Alimentación y economías locales
850 huertos implementados.
1.800 familias capacitadas en Educación Alimentaria Nutricional.
13 OECAS fortalecidas.
5 cadenas productivas apoyadas.
310 hectáreas bajo riego.
6 espacios de concertación promovidos y fortalecidos (COMEP, DILPE y otros).
1.800 familias que incrementan sus ingresos para el acceso a la canasta familiar.
75 promotores locales formados.