“El financiamiento externo bajó un 80% y a medida que baja, van muriendo las ONG”
Franz Barrios Villegas, director del Instituto Politécnico “Tomás Katari” (IPTK), que acaba de cumplir 42 años de vida institucional, al socializar la rendición de cuentas de la Unión Nacional de Instituciones...
Franz Barrios Villegas, director del Instituto Politécnico “Tomás Katari” (IPTK), que acaba de cumplir 42 años de vida institucional, al socializar la rendición de cuentas de la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS), de la cual forma parte el IPTK, presentó también el informe económico de este instituto.
La red UNITAS, que engloba a 22 instituciones, aportó el año pasado con 124 millones de bolivianos (cerca de 18 millones de dólares) a través de 155 programas y proyectos que beneficiaron a más de dos millones de personas.
Concretamente, actuó en temas como seguridad alimentaria, género, juventud, salud, educación y desarrollo rural, según el informe presentado por UNITAS, que, en palabras de Barrios, nació como una propuesta de la Iglesia católica.
En la siguiente entrevista con CAPITALES, el también analista local menciona además que el IPTK, como parte de la mencionada red de ONG, brindó un aporte de más de 2 millones de dólares a través de 30 programas que, sobre todo, están asentados en las provincias Chayanta y Linares del departamento de Potosí, así como en la ciudad de Sucre.
CAPITALES (C). ¿Cuál era la misión del IPTK cuando se creó, hace más de cuatro décadas?
Franz Barrios Villegas (FBV). La opción ideológica de la institución es trabajar por los requerimientos de los más pobres, especialmente campesinos. La principal misión que tuvo el IPTK en sus primeros años fue realizar el trabajo del Estado ausente: reemplazó al Estado consolidándose muy rápidamente al hacer postas sanitarias, escuelas, caminos vecinales, educación, alfabetización, nutrición infantil, entre otros proyectos.
C. ¿Cuál es el plan de trabajo del IPTK?
FBV. Tiene un plan trienal que abarca las gestiones 2016, 2017 y 2018, simplificando y condensando su accionar en tres objetivos que se han traducido en tres programas: “Revolución del conocimiento”, “Fortalecimientos de la economía comunitaria” y “Salud social para todos”, los cuales tienen sus propias herramientas que manejan a su vez proyectos.
C. ¿En qué consiste la “Revolución del conocimiento”?
FBV. El programa maneja un total de 16 proyectos. Destacan: el Centro Integral Comunitario (CICOM), que atiende la unidad familiar, madre y padre en torno al niño entre 0 y 6 años en salud, seguridad alimentaria, estimulación temprana y capacitación a las mamás para que tengan un ingreso adicional. Está financiado por ayuda externa y manejamos cerca de 1 millón de dólares al año. Los financiadores son canadienses, a quienes les encanta el proyecto, pero también hay una contraparte de la Alcaldía, que da alimentos y paga a las cuidadoras.
Otro proyecto: el Centro Educativo de Recursos Pedagógicos Integrales (CERPI), que nace como apoyo a los estudiantes de los colegios fiscales, primaria y secundaria, llenando vacíos y dando clases de arte, ballet, música, pintura y también deporte; incluso los equipos obtuvieron premio nacionales en básquet o futsal. También tenemos salón de tareas en las oficinas del Mercado Campesino; allí los niños pagan una matrícula simbólica.
Otro: el Curso de Formación Política Integral, que se inaugura este martes (hoy) para formar a la gente joven en un conocimiento profundo de la realidad boliviana que no se da ni en el colegio ni en la universidad. Tiene un costo de Bs 100 y se lo dicta en el salón del Hospital del IPTK, en la calle Camargo.
También hemos reeditado “Prensa Libre” (publicación mensual) con el propósito de realizar un análisis dialéctico, además de Radio América.
C. ¿Cuáles son los proyectos más destacados en relación con la “economía comunitaria”?
FBV. Tenemos dos líneas estratégicas para ayudar al campesino pobre que produce mal o poco. El primer objetivo es ayudar a que produzca comida primero para él, que mejore su consumo alimenticio cuidando la tierra. El segundo es aumentar sus ingresos mediante la producción agropecuaria. Lo hacemos a través, por ejemplo, de carpas solares donde se produce lechuga o tomate. Así mejora su producción, vende, y principalmente lo hacen las mujeres. Se realiza en las provincias de Chayanta y Linares, de Potosí
C. ¿En que programa está el hospital del IPTK?
FBV. Está dentro del programa “Salud social para todos”, que tiene tres proyectos; el principal es el hospital IPTK de la calle Camargo, con cerca de 15 años de antigüedad, que ahora es de segundo nivel y genera 500 mil dólares al año, 100 por ciento autofinanciado. Con precios sociales, la gente va y nos da esa cantidad de dinero. Es increíble, es nuestro orgullo.
C. ¿Cuánto cuesta la consulta?
FBV. En emergencia y sus 17 especialidades, 30 bolivianos. Al año se hacen como 200 mil consultas, que para Sucre es harto. Este año estamos realizando una inversión muy fuerte de 100 mil dólares, con crédito del Banco Mercantil, para comprar aparatos nuevos de anestesia, ecografía, rayos X y otros.
C. ¿Qué medidas tomó el IPTK frente al descenso del financiamiento externo?
FBV. El financiamiento externo ha bajado un 80%, aproximadamente, y a medida que baja, van muriendo las ONG. Nosotros hemos previsto eso hace años y el gran logro del IPTK es haber bajado la dependencia del financiamiento externo y subido poco a poco nuestro autofinanciamiento. Estamos en un 58% de financiamiento externo y 40% de recursos propios. El otro 2% está en el escaso aporte del Estado.