¿A quiénes llega la riqueza? Redistribución en 35 años de democracia
Al inicio de la era democrática, la economía boliviana estaba literalmente quebrada y con una permanente inestabilidad. Se dieron los primeros pasos gracias a una “estabilización” temporal, y, finalmente, se...
Al inicio de la era democrática, la economía boliviana estaba literalmente quebrada y con una permanente inestabilidad. Se dieron los primeros pasos gracias a una “estabilización” temporal, y, finalmente, se extendieron varias medidas de reparto de la riqueza a favor de las mayorías.
Las políticas públicas de redistribución de la riqueza son esenciales en un sistema democrático.
Las políticas públicas de redistribución de la riqueza son esenciales en un sistema democrático porque generan la ansiada paz social que todo país busca consolidar y mantener plenamente para su desarrollo.
El actual periodo democrático boliviano, que se registra desde 1982, está marcado principalmente por tres etapas de redistribución.
En un primer momento, en el que surgía un frágil sistema democrático, fue prácticamente nula la redistribución; luego, se dieron los primeros pasos gracias a la “estabilización” temporal de la economía, y en una tercera etapa se extendieron varias medidas de reparto de la riqueza a favor de las mayorías.
Una etapa nefasta
Con la llegada de Hernán Siles Zuazo al Gobierno, el 10 de octubre de 1982, apoyado en la Unidad Democrática y Popular (UDP), en plena crisis económica se registró un devastador momento en la historia boliviana conocido como la hiperinflación (1982-1985).
La economía boliviana estaba literalmente quebrada, con una permanente inestabilidad.
Entonces, “si bien fue positiva la recuperación de la democracia en términos políticos, en términos económicos ha sido nefasto porque el nuevo gobierno tuvo que asumir (las consecuencias) de todas aquellas políticas económicas erradas que se dieron durante las dictaduras”, indica el analista económico Julio Alvarado.
Por tanto, no se podía hablar al principio de este proceso democrático de una redistribución real de la riqueza en Bolivia. “Las autoridades, la tarea inicial que tenían, tras la recuperación de la democracia, fue la búsqueda de la estabilización de la economía”, agrega Alvarado.
En la misma línea, el también analista económico Abraham Pérez remarca que la “redistribución (en esta etapa) no se pudo hacer por la dura hiperinflación, que fue muy negativa para la mayoría de la población”.
Según datos históricos del Banco Central de Bolivia, “la hiperinflación fue detenida en seco en el último semestre de 1985 a través de una serie de medidas, entre las que se incluía la vigencia de una nueva moneda nacional (boliviano en reemplazo del devaluado peso)”.
Los primeros pasos
Aunque la hiperinflación fue detenida en 1985, la economía boliviana continuó con cierta inestabilidad y, en criterio de Alvarado, recién en los años 90 se logró “estabilizar” para posteriormente comenzar a tomar las primeras medidas de redistribución en este periodo democrático.
Es así que se crearon algunas medidas favorables para las mayorías, como el Bono Solidario (BonoSol), para los adultos mayores, y la descentralización administrativa para que los recursos lleguen a los municipios de manera directa, además de la generación de empleos temporales.
Pero en esta “etapa neoliberal fue muy abstemia la redistribución” porque la lógica de los gobiernos neoliberales, por recomendación del Banco Mundial (BM) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), “era primero crecer y después hacer una redistribución”, acota Pérez.
Sin embargo, esas primeras políticas se vieron afectadas a partir de 1997 por la crisis asiática, que perturbó en la economía de Argentina y Brasil, principales socios comerciales de Bolivia.
“Esos socios comerciales de Bolivia, por la crisis asiática, devaluaron sus monedas y esto impactó en Bolivia desde 1997 hasta 2002, más o menos. Recién desde 2003 comenzó a recuperarse la economía nacional otra vez”, explica Alvarado.
Redistribución en expansión
Después de la recuperación de la economía boliviana —según la estimación del analista consultado por la Agencia de Noticias Fides, ANF— aproximadamente entre 2004 y 2005 los ingresos del país volvieron a subir por los altos precios de las materias primas y por la nueva Ley de Hidrocarburos, que en 2005 introdujo el IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos).
“Con esos recursos ya se empezaron a tomar nuevas medidas de mejor redistribución de la riqueza, empezando por los famosos bonos que se ampliaron y aumentaron. El BonoSol se convirtió en Bono Dignidad, el Bono Escolar que se daba solo en El Alto se amplió a toda Bolivia como Bono Juancito Pinto, Bono Juana Azurduy, entre otras medidas”, expone Alvarado.
Por su parte, Pérez remarca que “estos bonos sociales (del gobierno de Evo Morales) son netamente programas de redistribución de riqueza, además de las políticas de incremento permanente de salarios (...) o el segundo aguinaldo”.
Entonces, según Pérez, en general ha mejorado la situación del reparto de la riqueza porque en la democracia lo que determina una mejor redistribución es el modelo económico. Aunque Alvarado se muestra más cauto, principalmente a la hora de atribuir esta mejora al modelo económico del gobierno de Morales.
“Yo no diría que fue mejor (gracias a Evo Morales), yo diría que tuvo suerte de llegar al Gobierno en un periodo en el que los precios de las materias primas se incrementaron y que le dieron mayores posibilidades de aplicar políticas sociales, políticas que también quisieron aplicar otros gobiernos democráticos, pero no pudieron por falta de recursos”, manifiesta él.
Tarea pendiente
Todavía sigue siendo una tarea pendiente alcanzar una mayor y efectiva redistribución de la riqueza en el sistema democrático boliviano, pese a las medidas asumidas en este proceso.
Los dos analistas económicos, que acompañaron esta nota informativa de ANF, coinciden en que, entre otras medidas, ahora se debe apuntar con mayor énfasis a la generación de empleo sostenible, estable y con sueldos que cubran las necesidades básicas de las familias.
Con ello, el gran objetivo sería reducir la pobreza, moderada y extrema, porque finalmente los bonos solo constituyen mecanismos paliativos.
FMI insta a subir impuestos a los más ricos para frenar desigualdad
La desigualdad económica creció en los tres mayores países del mundo: China, India y EEUU, por lo que es importante recurrir a una “fiscalidad progresiva”, incluido el aumento de impuestos a las rentas más altas y la renta básica universal, que favorezca la redistribución, indicó el FMI el pasado 11 de octubre. “Es importante enfatizar que la desigualdad ha crecido en los mayores países del mundo: China, India y EEUU”, dijo Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Monetarios del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aunque precisó que la “desigualdad entre países se ha reducido”, Gaspar advirtió que el “desequilibrio de ingresos en el seno de los países, especialmente en los avanzados, ha aumentado notablemente en los últimos 30 años”.
A juicio del FMI, esta creciente brecha de ingresos tiene peligrosos efectos. “Algo de desigualdad es inevitable en una economía de mercado, pero una desigualdad excesiva puede hacer desmoronarse la cohesión social, conducir a una polarización política y, en última instancia, reducir el crecimiento económico”, subrayó el reporte fiscal.
Para atajar esta tendencia, el FMI señaló que “una fiscalidad y transferencias progresivas son componentes claves para una redistribución más eficaz” y destacó que “hay espacio fiscal en los países avanzados a aumentar los tipos impositivos máximos en las rentas más altas” sin que ello frene el crecimiento económico.
Gaspar puso como ejemplos exitosos los programas de transferencia condicionada de dinero adoptados en Brasil y México.
Reconoció como un “debate importante” el de la renta básica universal, que ofrecería un salario continuo a los ciudadanos. Esta opción puede ayudar a reducir “significativamente la desigualdad y pobreza”, pero solo es aconsejable en un contexto de amplios recursos fiscales.
El reporte financiero del FMI se dio a conocer en el marco de la asamblea anual del organismo en Washington, donde se revisaron al alza las previsiones de crecimiento global al 3.6% este año y 3.7% en el próximo en un ambiente de marcado optimismo.
"Ecologismo socialista": La fórmula del vicepresidente García Linera
El vicepresidente Álvaro García Linera, el 6 de Agosto pasado, en su discurso por los 192 años de independencia de Bolivia, planteó un “ecologismo socialista” para recuperar el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano y así lograr –dijo– una distribución más igualitaria de los recursos entre norte y sur.
“Es imprescindible el surgimiento de un medioambientalismo de ecología social que promueva la protección de la naturaleza e incorpore las necesidades de una parte de esa naturaleza: el ser humano que tiene demandas sociales”, afirmó al plantear la necesidad de una redistribución planetaria de los recursos.
En su criterio, no se puede pedir al campesino que deje se sembrar para vivir, bajo el pretexto de cuidar la naturaleza que es afectada por dióxido de carbono producido por las grandes potencias. “En Kenia, (el) 0.1% de gases invernadero y la sequía provocada llevan a la hambruna a más del 15% de su gente”, aseveró.
En contrapartida, señaló: “en Estados Unidos que emite 15% de gases, la sequía sólo provoca una mayor erogación de costos del agua”. De Bolivia dijo que la contribución a los gases de efecto invernadero es 0.1%, pero con los árboles de la amazonia se limpia 2% del dióxido de carbono mundial y se aporta 2% de oxígeno.