Casi 200 ONG piden a la OIT que rompa sus lazos con la industria tabacalera
Casi doscientas ONG enviaron ayer una carta a los Estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para instalarles a poner fin a los programas de cooperación entre el organismo y la industria...
Casi doscientas ONG enviaron ayer una carta a los Estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para instalarles a poner fin a los programas de cooperación entre el organismo y la industria tabacalera.
El pasado 15 de marzo el Consejo Ejecutivo de la OIT —en el que participan de forma igualitaria gobiernos, empresas y sindicatos— decidió posponer la decisión sobre si mantiene o cancela los acuerdos que tiene con la industria tabacalera para financiar proyectos de lucha contra el trabajo infantil.
Los miembros del Consejo Ejecutivo debían decidir si ponían fin a toda interferencia de dichas compañías en el trabajo de la institución o no, pero decidieron finalmente darse medio año más para “estudiar el tema”.
Tras seis meses de estudio, el Consejo Ejecutivo deberá tomar la decisión en la próxima reunión ordinaria que tendrá lugar del 26 de octubre al 9 de noviembre.
La OIT mantuvo durante años acuerdos de colaboración y financiación con la industria tabacalera en el marco de su lucha contra el trabajo infantil, que según la entidad han obtenido claros logros.
Sin embargo, las ONG y entidades de lucha contra el tabaco recuerdan que dichos acuerdos hicieron muy poco por acabar con el trabajo infantil y, que, de hecho, la OIT asume que el empleo de menores en el sector se ha expandido en los últimos años.
Además, recuerdan que el problema del trabajo infantil recae en el hecho de que las empresas pagan muy poco a los productores, y que si las tabacaleras diesen un salario digno a los campesinos, estos no tendrían que enviar a sus hijos a trabajar.
Concretamente, la OIT mantiene acuerdos con Japan Tobacco International (JTI) y con Eliminating Child Labour in Tobacco-growing Foundation (ECLT, financiada por tabacaleras), dos tratos que expiran en junio y en diciembre de 2018, respectivamente.
El organismo multilateral argumentó en el pasado que gracias a esos acuerdos consiguió “promover el diálogo social en el sector para lograr una eliminación sostenible del trabajo infantil”, y advierte de que si se queda sin financiación privada no sabe si la obtendrá de los estados, dado que la pidió y no obtuvo respuestas positivas.
Las ONG denuncian, sin embargo, que los acuerdos socavan las obligaciones de la OIT como entidad de la ONU, dado que el Convenio Marco para el Control del Tabaco deja claro que los intereses de la industria son contrarios a los principios de la salud pública.
Paralelamente, la OIT forma parte del Grupo de Trabajo Interagencia de la ONU para la Prevención y el Control de Enfermedades No Transmisibles (UNIAFT), que se autoimpuso el principio de evitar cualquier interferencia con la industria del tabaco y para ello deben cortarse todos los lazos con la misma.