La Casa del Camba trae la mejor comida de Santa Cruz con una franquicia

Las recetas se rigen a estándares de calidad, razón por la cual los platos de Sucre son iguales a los originales, asegura Fernando Medina, vicepresidente de la Corporación La Casa del Camba. Todos los trabajadores recibieron una capacitación especial    de 15 días en Santa Cruz de la Sierra.

La Casa del Camba es toda una marca registrada de la cocina cruceña. Reconocida por su identidad y calidad, llega a Sucre a través de una franquicia. Sergio Gonzales, copropietario junto a Fernando Cabrera de “La Casa del Camba-Sucre”, dice a CAPITALES que se animó a traer esta prestigiosa marca para diversificar la oferta gastronómica, de manera que los clientes locales y los turistas puedan degustar un bocado de la mejor comida nacional.

En Sucre, La Casa del Camba está ubicada en la esquina de la Avenida de las Américas y Nicaragua, donde ofrece una vista agradable hacia el exterior que se puede disfrutar desde las mesas colocadas en la acera, ideales para estos días de tiempo agradable.

La franquicia

El vicepresidente de la Corporación La Casa del Camba-Santa Cruz, Fernando Medina, informa a CAPITALES que la franquicia implica pagar un monto inicial, además de un “fee” o porcentaje mensual en función a los ingresos.

El propietario en Sucre, Sergio Gonzales, calcula que tuvieron que invertir alrededor de 100 mil dólares, incluyendo la implementación y remodelación del local.

“La familia Medina aprobó el proyecto para comenzar a trabajar juntos; cumplimos a cabalidad todos los requisitos que nos exigieron”, complementa él.

Para ello fue necesario cumplir con requisitos importantes, tales como: la calidad de los alimentos, una esmerada atención y un lugar cálido que represente a Santa Cruz de la Sierra.

“Somos un restaurante de comida típica nacional y no queremos invadir sino traer un pedazo de Santa Cruz a Sucre. Queremos que nos acepten, dinamizar la economía y aportar a la ciudad”, dice el cruceño Fernando Medina.

Luego, explica que las recetas de La Casa del Camba se rigen a estándares de calidad, razón por la cual los platos de Sucre son iguales a los originales. Además, todos los trabajadores recibieron una capacitación especial de 15 días en Santa Cruz.

La satisfacción al cliente les permitió obtener la certificación de calidad ISO 9001. Esto significa que prestan especial atención a la actitud del garzón (que viste con la ropa típica camba: blanca con su sombrero de saó) y al servido de los productos, entre otros aspectos.

Por lo pronto, de la Casa del Camba-Santa Cruz seguirán trabajando en Sucre, como desde el primer día, una cocinera, un parrillero y un garzón.

Una variada oferta

Una variada oferta de 40 platos distingue a la carta de este restaurante. Los más requeridos son: el majado de charque, el majado de pato y el “bufetcito típico” (que incluye los dos anteriores, además de picante de gallina y keperí al horno).

Entre los exóticos destacan el chicharrón y el ceviche de lagarto. Sin embargo, lo más vendido son las carnes a la parrilla. Y entre las bebidas típicas, la chicha camba, el mocochinchi y el refresco de tamarindo.

El diseño del local fue encargado al arquitecto Ricardo Corrales, quien tomó elementos del restaurante de Santa Cruz para reproducirlos en Sucre: ladrillo visto, piedra, madera, los pilares chiquitanos, hamacas, mesas rústicas, mantelería, platos de cerámica y hasta los servilleteros.

También remodeló los baños y construyó un parrillero en vitrina, a la vista.

Los principales proveedores de La Casa del Camba para productos cárnicos son: Fridosa, Frigor, Pollos Sofía e Imba, además de Industrias Venado. La carne de lagarto llega desde el Beni, mientras que las frutas y hortalizas se compran en Sucre, lo mismo que las bebidas de la carta.

La motivación

Sergio Gonzales, quien diversifica sus inversiones luego de incursionar en el negocio gastronómico con el restaurante London, de la esquina de las calles Dalence y Nicolás Ortiz, revela que siempre le gustó el manejo de La Casa del Camba, hasta que conoció a sus propietarios. Así se le presentó la oportunidad de tener una réplica en la capital del país.

Dice que una motivación importante para concretar esta inversión es el haber observado que los turistas tienden a buscar la comida típica nacional, más que la comida rápida o gourmet.

Los orígenes

La Casa del Camba es un negocio familiar que hace 30 años fundaron los padres de Fernando: Juan Carlos Medina y Rosa Parada. Ellos vieron que había un nicho de mercado no atendido e interesado en la comida típica.

“Comenzó muy chico, con capacidad para 50 personas, en un lugar alquilado durante 13 años”, comenta Fernando Medina a CAPITALES.

Actualmente constituido en un restaurante que es sinónimo de identidad en Santa Cruz, tiene dos ubicaciones: el principal, en el segundo anillo, con capacidad para 800 personas, y la sucursal de la zona del Urubó, abierta desde 2006, para 1.200 personas.

Además, desde 2011, la empresa incursiona en la capital oriental con 16 sucursales de “comida rápida”, en plazas, patios de comidas y centro comerciales. En total, da trabajo a alrededor de 250 personas y vende un promedio de 2.500 platos al día.

Con las franquicias se expanden en el país desde 2012: tienen cuatro en Cochabamba, dos en La Paz, la de Sucre, y anuncian que pronto habrá una segunda en esta misma ciudad.

MÁS SOBRE LA CASA DEL CAMBA-SUCRE

• 26 empleados tiene La Casa del Camba-Sucre. Están divididos en dos turnos.
• 12 trabajan en la cocina y 12 también son los garzones. Prometen atención esmerada.
• 100 personas es la capacidad de atención en la franquicia de la capital del país.
• 30 y 64 bolivianos es el rango de precios de los platos, con una variada oferta gastronómica.
• 100 mil dólares fue la inversión inicial (incluidos franquicia y montaje del negocio).
• 2 son los socios: Sergio Gonzales, de Sucre, y Fernando Cabrera, de Santa Cruz.
• 12:00 a 15:00 y 19:00 a 23:00 son los horarios de atención, de martes a domingo.
• 64-69999, el teléfono en la Avenida de las Américas y Nicaragua. Facebook: Casa del Camba Sucre.