Cada vez menos gente se dedica a la compra y venta de autos usados

Si en 2015 una persona podía vender hasta 15 vehículos al año, en este 2017 hay quienes no lograron vender ni uno solo. En las dos zonas donde se desarrolla esta actividad atribuyen esta caída a dos factores: por un lado, a la comercialización de autos cero kilómetros que ofrecen las importadoras con grandes ventajas de pagos y, por el otro, al bajón de la economía.

La compra y venta de vehículos usados se redujo en gran manera en Sucre. Un claro indicador de esto es que, de unas 300 personas que antes se dedicaban a esta actividad, ahora solo quedan alrededor de 30, y muchas están considerando cambiar de rubro en 2018.

Si en 2015 una persona podía vender hasta 15 vehículos al año, en este 2017 hay quienes no lograron vender ni uno solo.

Varios atribuyen la caída de la venta de vehículos de segunda mano a dos factores: por un lado, la venta de autos cero kilómetros que ofrecen las importadoras con grandes ventajas de pagos y, por el otro, el bajón de la economía.

La realidad indica que los motorizados no se venden, pese a que los precios disminuyeron entre un 10 y un 15 por ciento.

Un sondeo de opinión

Un sondeo de opinión realizado por CAPITALES entre vendedores apostados en dos sectores tradicionales de la ciudad: por inmediaciones de la plazuela Tréveris, donde todos los días se exponen automóviles para la venta, y por los alrededores del mercado San Antonio, donde esta actividad se realiza solo los sábados.

Fernando Clavijo, que desde hace 14 años se dedica a la venta de vehículos de segunda mano en el mercado San Antonio, indica que la comercialización de autos con recorrido “cayó” este año. “Las ventas han bajado mucho porque la población cuenta con menos ingresos. Además, el bajo precio de los coches cero kilómetros es una gran competencia para los usados debido a los créditos directos que dan las importadoras”, sostiene este vendedor.

Según Jaime Mancilla, que vendió autos durante tres años, dejó de hacerlo y volvió al rubro hace tres meses, la disminución en las ventas empezó hace un poco más de dos años. “No era un negocio próspero pero se vendían algunos vehículos, había temporadas buenas pero luego la venta empezó a bajar porque las empresas importadoras de vehículos empezaron a dar vehículos cero kilómetros”.

Confirma que tomando en cuenta a los vendedores de la plazuela Tréveris y a los del mercado San Antonio, quienes se dedicaban a la compra y venta de vehículos eran unas 300 personas, pero ahora no pasan de 30 en ambos sectores.

“Hay que recurrir al Internet para las ventas, es una gran ventaja”, comenta mirando el vaso medio lleno.

El profesor jubilado Mario Vargas, en este rubro desde hace tres años, asegura que en 2017 las ventas bajaron “estrepitosamente”. Hasta el año pasado solía vender unos tres vehículos al mes; hace ocho meses que no negocia ni uno solo.

Según Vargas, este rubro también está siendo afectado por la desaceleración de la economía nacional. “Parece que el dinero ha desaparecido, no hay. Además, la gente prefiere sacar con unos 3.000 dólares un coche cero kilómetros y con facilidades a un plazo de siete años”.

Aclara que, siendo jubilado, “me dedico a otra cosa porque mi renta no alcanza para vivir”. Pero anuncia su retiro también de esta actividad: “Este es el último coche que he comprado, cambiaré de actividad, veré en qué sí se puede ganar porque estoy sin mover el capital”.

Otro ejemplo es el de Félix Arancibia, quien se dedica a la venta de automóviles de segunda mano desde hace 15 años y recuerda que en 2015 vendió seis vehículos. “Cada año baja más la venta”, asegura.

Arancibia cuenta a CAPITALES que la “difícil” situación por la que atraviesan los vendedores empeoró en lo que va de este año. Desde hace un mes que ofrece un Toyota Corolla, modelo 1988, a 7.300 dólares; también trabaja conduciendo un taxi.

“Todo el mundo se queja de que no se venden los autos. La gente solo va, pregunta y no compra; me imagino que no hay plata. Estoy pensando en hacer otra cosa porque esto ya no da”, agrega.

Coincide con él Guido Carrasco, quien lleva 15 años en el rubro, desde la época en que solamente se ofrecían vehículos en la plazuela Tréveris. Dice que hasta hace más o menos un lustro comercializaba alrededor de 15 autos al año, de acuerdo con la suerte que le tocaba. Pero este año vendió solo tres.

“La situación es difícil desde hace unos dos años; no hay trabajo, no hay entrada. Hasta diciembre veré qué hago porque no se puede sobrevivir vendiendo tres o cuatro vehículos al año, tengo que mantener a dos hijos. Hay que sobrevivir nomás, no hay otra”, expresa.

Atractivas ofertas

La amplia gama de préstamos para vehículos nuevos creada por el sistema financiero en los últimos años, con beneficios como la aceptación del mismo auto como garantía y tasas de interés del 0%, cumpliendo ciertas condiciones, es una oferta que resulta muy atractiva para cualquier comprador.

El guía turístico Juan Carlos Verdeja recuerda que hasta hace no mucho había tres concesionarias de vehículos en Sucre, pero que se incrementaron a más de diez actualmente ofreciendo grandes facilidades y provocando la reducción de las ventas de vehículos usados.

“Cualquiera prefiere comprarse un cero kilómetros con cero cuota inicial; aunque resulta que se paga muchísimo más que el precio al contado, no se siente al pagar porque es en cuotas. Yo mismo, si pudiera, me compraría uno”, afirma él.

Verdeja relata que se dedicó a la venta de autos de segunda mano durante cuatro años y que dejó ese oficio durante tres porque se fue a trabajar a otro distrito. Ahora que está de paso por la ciudad, nuevamente ofrece un vehículo.

Recuerda que viajaba a La Paz y a Oruro para comprar vehículos con recorrido, hacía los trámites, los vendía y ganaba entre 800 y 1.000 dólares por cada venta, gastando unos 500 en pasajes, estadía, alimentación y otros. “Valía la pena”, dice. Pero, los tiempos han cambiado.