¿Cuánto cuesta armar un canastón para esta Navidad?

Todos los trabajadores asala­riados esperan recibir en esta Navidad un buen canastón, pero la cantidad de productos que contendrá depende del pre­supuesto de su empresa y de la incidencia que vaya a tener este año...

Supermercado Pompeya ofrece canastones de diferentes precios

Supermercado Pompeya ofrece canastones de diferentes precios

Supermercado Pompeya ofrece canastones de diferentes precios

Supermercado Pompeya ofrece canastones de diferentes precios

Exposición de productos en la feria de la CADEX-CH y la FEPCH. CAPITALES

Exposición de productos en la feria de la CADEX-CH y la FEPCH. CAPITALES

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    REDACCIÓN CAPITALES
    Capitales / 05/12/2017 07:03

    Todos los trabajadores asala­riados esperan recibir en esta Navidad un buen canastón, pero la cantidad de productos que contendrá depende del pre­supuesto de su empresa y de la incidencia que vaya a tener este año el alza de precios de los in­sumos que se registra cada año.

    En 2015, una empresa de Sucre distribuyó 58 canastones, cada uno con 23 productos, para lo cual contaba con un presupues­to total de Bs 56.396,30; en este caso, cada canastón tenía un va­lor de Bs 972,35.

    En 2016, la misma firma repar­tió 57 canastones, cada uno con 15 productos. Su presupuesto era de Bs 55.087,65 y cada canas­tón tenía un valor de Bs 966,45.

    Para 2017, CAPITALES cotizó los precios de los mismos pro­ductos entregados por esa em­presa el año pasado, verificando que el costo total de los produc­tos se incrementó a Bs 1.018, es decir, en un 5%.

    Estos son solo valores refe­renciales para canastones me­dianos. Como se sabe, hay ins­tituciones que se esmeran en otorgar antes de cada Navidad obsequios importantes y, por lo tanto, mucho más costosos.

    Aportes propios

    Con la crisis de los últimos años, en algunas empresas los propios trabajadores se organi­zan y aportar durante todo el año, con descuentos por planilla y mediante su sindicato, para su canastón navideño.

    En 2015 y 2016, en la compañía en cuestión ese descuento fue de Bs 50 mensuales.

    A ese presupuesto general de­cidieron aumentarles recursos provenientes de los descuentos que se hacen a los trabajadores por concepto de atrasos en el ho­rario de ingreso diario.

    Para 2017, el monto del aporte se incrementó a Bs 75.

    En otra institución de Sucre los trabajadores aportan cada mes, durante todo el año, una cuota de 60 bolivianos, llegando a sumar Bs 720.

    Con recursos provenientes de su sindicato redondean esa cifra a Bs 1.000, de tal manera que pue­dan recibir su canastón.

    En este caso, los empleados consideran que reciben un buen canastón, porque contiene de 12 a 14 productos, entre ellos una botella de whisky de Bs 200, cho­colates y masas finas. Además, cada año obtienen un producto adicional, como una conserva­dora o un electrodoméstico pe­queño, para el hogar.

    “Siempre buscan cosas nove­dosas y no muy caras, algo prác­tico”, cuenta a este suplemento uno de los organizadores de la entrega de canastones.

    Lo cierto es que los canastones ya no vienen como los de antes...

    Una costumbre

    La entrega de canastones na­videños a los trabajadores de instituciones y empresas se ha vuelto una costumbre que se remonta a solo algunas décadas en el país: no obedece a ninguna normativa sino que se explica por la buena voluntad —incluso por el afecto— de los ejecutivos hacia sus empleados.

    “El canastón no es una obli­gación laboral, legalmente no lo es, inclusive para una empresa, impositivamente, es un gasto indebido: Impuestos Internos no reconoce, no está normado el ca­nastón, pero se trata de una cos­tumbre ya enraizada en nuestro país. Una Navidad sin canastón, no es Navidad”, manifiesta la misma persona.

    El hecho de recibir un canastón de la empresa despierta un senti­miento especial de agradecimien­to en la familia del trabajador, so­bre todo en los niños, que esperan ese obsequio para la Navidad.

    Adquirir productos para dece­nas de empleados es una tarea sin dudas complicada pero, a la vez, tiene sus ventajas: como los insumos se compran en grandes cantidades, salen más econó­micos.

    Parte del secreto del armado de un canastón radica, precisa­mente, en ese ahorro.

    “Ahí está la diferencia”, enfa­tiza uno de los entrevistados por CAPITALES. “Si no habría dife­rencia con los precios del merca­do, entonces no tendría sentido armar un canastón”, agrega.

    Esta persona sostiene que to­dos los años los alimentos que no rebajan ni un centavo son el azúcar y el arroz.

    Diferentes modalidades

    Además de la modalidad del aporte propio, hay empresas que en la última década han reem­plazado la entrega de canasto­nes por vales de supermercados, de tal manera que cada trabaja­dor arme su compra con produc­tos de su preferencia o necesi­dad. De acuerdo a la capacidad económica de cada compañía, los vales tienen diferentes mon­tos y pueden combinarse con la entrega directa de productos.

    En algún momento los canas­tones fueron verdaderamente “canastones”; hay quienes los recuerdan del estilo de unas cestas de mimbre, pero los más populares eran los sencillos baldes, bañadores o recipientes similares de plástico. Última­mente, se han reducido a bolsas de nylon.

    Pero no solo han cambiado de aspecto, sino que a veces en­tre jefes y trabajadores acuer­dan sustituir el viejo y querido canastón por un viaje. Otros organizan cenas o reuniones familiares de fin de año en las que no faltan los intercambios de regalos.

    Para aquellos que mantienen la costumbre de la entrega de productos, aunque no sea ya ni siquiera en baldes, hay perso­nas particulares que se dedican a ofrecer unos armados para instituciones y empresas, con precios y listas de mercadería, más la facilidad de no tener que cotizar y comprar lo necesario.

    Las empresas que pueden se decantan por el intercambio de servicios recurriendo, en algu­nos casos, a la venta de publi­cidad. Suele resultar un trato ventajoso para ambas partes porque manejan un servicio diferenciado. En Sucre general­mente optan por esta modalidad los supermercados y firmas ta­les como la PIL e IMBA.

    Supermercados

    Los supermercados SAS, Lí­der y Pompeya también ofrecen canastones armados por dife­rentes precios, dependiendo de la cantidad de productos que contengan.

    Por ejemplo la administrado­ra de Pompeya, Carmen Rosa Urdininea, explica que hay ca­nastones básicos de Bs 100 o Bs 200, con 18 productos, de Bs 300 con 22 y de Bs 400 con 25 pro­ductos. Sin embargo, se pueden hacer una serie de variaciones de acuerdo con el gusto de los clientes.

    Pompeya también trabaja con el sistema de vales. La institu­ción interesada es la que fija el monto del vale; por ejemplo, de Bs 700. Este sistema también ofrece una serie de variaciones que benefician a los clientes, como la de guardar los vales para temporadas en las que realmente se necesite comprar algún tipo de productos, por ejemplo útiles.

    Mercado informal

    En el mercado informal tam­bién hay una amplia variedad de canastones.

    Por inmediaciones del Mer­cado Campesino, Nicanor Myta ofrece cuatro tipos de canasto­nes: el de mayor precio cuesta Bs 500 y tiene 10 productos, entre ellos un whisky.

    Luego le siguen el de Bs 400 con 15 productos, entre ellos un singani; el de Bs 300 con 12 pro­ductos y, por último, el de Bs 150 con 20 productos, priorizando más lo necesario para el hogar.

    De esta manera se confirma que no es necesario trabajar en una institución pública o privada para llevar a casa un canastón. También se lo pue­de armar uno mismo, según sus posibilidades económicas, para mantener la ilusión navi­deña de grandes y, sobre todo, de chicos.

     

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