Paletas de Yucatán, con toque cruceño, seducen el paladar de miles en Sucre
La franquicia cumple un año el próximo mes y ya piensa en una primera sucursal; dos jóvenes emprendedores agradecen la aceptación del público en tan corto tiempo.
A poco de cumplir un año de vigencia en Sucre, “Yucatán, Paletas Mexicanas” empieza a grabarse en el paladar de un público exigente que crece en número. Los helados en sus distintas combinaciones son cada vez más requeridos y la empresa se desafía a responder con calidad.
Establecida el 15 de febrero de 2017 en la ciudad, esta iniciativa unipersonal fue impulsada por sus fundadores Daniela Padilla y Carlos Roberto Claros, quienes tomaron la franquicia nacional del mismo nombre, constituida en Santa Cruz de la Sierra.
En tan corto tiempo, la empresa va camino a abrir su primera sucursal este año, según confirman a CAPITALES Padilla y Claros. Ellos agradecen la acogida del público capitalino y se refieren a los factores que de Yucatán una firma diferente.
Helados artesanales
“Son helados artesanales, sin ningún tipo de conservantes, 100% orgánicos, libres de gluten y elaborados con los más altos niveles de calidad e ingredientes, completamente naturales y frescos”, cuenta Padilla en relación a las características del producto.
Claros en cambio apunta que su local ofrece, más que un helado, un postre en sí: “Es un postre cuando se llega al relleno de la paleta, el cual no está congelado”, explica.
Ambos ponderan que se brinda un trato cordial a la clientela. Al ingresar a Yucatán, Paletas Mexicanas, ubicado en la plaza Cochabamba, en la intersección de las calles Colón y Pérez, la atención es inmediata.
“Se acercan a la caja, eligen el sabor y relleno deseado, cancelan su precio e inmediatamente el personal les entrega su paleta, verificando previamente que sea el sabor elegido y desenvolviendo la paleta para mostrar al cliente que está en perfectas condiciones”, detalla Padilla.
Aunque reducido, el lugar es acogedor, cuida los pequeños detalles y, como parte de la franquicia, recrea el diseño de interiores que tienen la casa matriz en la capital oriental y las sucursales del resto del país.
“Queremos que los clientes tengan una experiencia grata en el poco tiempo que tienen que esperar”, añade Claros.
Menú variado y exquisito
La empresa vende tres tipos de paletas: tradicionales, popsis y supremes. Varían unas de otras en tamaño y precio, pero todas tienen la misma calidad y pasan por un estricto control antes de llegar al público.
Si bien la franquicia de las paletas artesanales tiene su origen en México (Yucatán es un estado de aquel país, famoso entre otras cosas gracias a sus paletas/helados), el producto que se ofrece en Bolivia se elabora con sabores netamente nacionales, por lo que adquieren un plus.
Las tradicionales y las popsis tienen sabores y rellenos que fusionan, por ejemplo, maracuyá con leche condensada, achachairú y sucumbé, entre otras exquisiteces.
Las supremes son el resultado de una combinación de sabores intensos y suaves, ácidos y dulces, como pulpas de frutas, leches y coberturas de chocolate.
Una historia corta y con sustos
Pese a su corta existencia, la empresa comenzó con sustos, como todo emprendimiento que da sus primeros pasos. Dicen que la carga se acomoda en el camino…
Una de las anécdotas que marcó el inicio de este joven emprendimiento fue la recepción del primer envío de helados desde Santa Cruz.
“Nos las mandan vía aérea desde Santa Cruz. Los franquiciadores nos explicaron que las paletas aguantan tranquilamente seis horas sin temor a que se descongelen”, empieza a contar Padilla.
Entre el envío al aeropuerto, carga, vuelo y arribo y descarga en Sucre se van cuatro horas y media, y una más aproximadamente por la distancia entre Alcantarí y la heladería.
“Con los nervios de la primera recepción, creo que llegamos al aeropuerto a las 9:00, pero, como no podía haber sido de otra manera, el vuelo estaba demorado por mal tiempo (llovía un poco). Nos daban informes cada 15 minutos y cada vez la situación era menos alentadora”, recuerda Padilla.
Entre nervios y ansiedad, a media mañana de ese día, cuando en Santa Cruz estaban a punto de retirar la carga para devolverla a los frigoríficos, se informa que el vuelo iba a partir. A Sucre llegó a las 13:15 y la carga fue entregada a las 13:30.
“…ya hagan ustedes las matemáticas… no queríamos ni verlas. Llegamos a la heladería, las guardamos en los congeladores y a rezar”, comenta al recordar su anticipada frustración: había perdido las esperanzas de recibir una primera carga en buenas condiciones.
Al día siguiente, Claros y Padilla fueros a abrir las paletas y a hacer el control respectivo. “Gracias a Dios estaban en perfectas condiciones, listas para ser disfrutadas. Pero sin dudas fue un susto tremendo”, dice la joven emprendedora, suspirando como seguramente lo hizo aquel día de susto y anécdota.
'Yucatán, Paletas Mexicanas', en el corazón de Sucre
ATENCIÓN. La heladería abre todos los días de 10:00 a 20:00 en la calle Juan José Pérez Nº 301 (plaza Cochabamba).
SUCURSAL. La primera sucursal se abrirá este año y estará ubicada en la calle Camargo Nº 526.
SABORES. En las paletas se fusionan distintas frutas, leches, galletas y chocolates para el deleite del público.
EMPLEOS. "Yucatán, Paletas Mexicanas" tiene dos empleadas dependientes que atienden al público con rapidez.
REDES SOCIALES. La empresa está presente en las redes sociales como “Paletas Yucatán”.
INNOVACIÓN. Periódicamente lanzan nuevos productos; en esta temporada están de moda las popsis de sucumbé.