El desarrollo tecnológico como opción de progreso para Chuquisaca
Muchos ven a la tecnología solo como una buena oportunidad de distracción para los jóvenes y no reconocen que se trata de un puntal del desarrollo. La senadora Nélida Sifuentes pide apoyo para los proyectos que viene...
Muchos ven a la tecnología solo como una buena oportunidad de distracción para los jóvenes y no reconocen que se trata de un puntal del desarrollo. La senadora Nélida Sifuentes pide apoyo para los proyectos que viene impulsando desde hace años, a tono con la tendencia de la “economía del conocimiento”.
“Chuquisaca representa el 4.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, no tiene una incidencia notable en la economía del país, no es un departamento industrial y el turismo todavía está limitado. La única posibilidad de desarrollo del departamento es convertirse en un centro de desarrollo tecnológico”.
Ese es el planteamiento en el que trabaja la senadora chuquisaqueña Nélida Sifuentes, proyectista del Parque Nacional Tecnológico, de la Empresa Nacional de Software Juana Azurduy de Padilla, de los Centros de Capacitación Tecnológica junto con la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) y de la Cámara de Empresas de Base Tecnológica.
Con esos proyectos propone convertir a Chuquisaca en “Centro de Desarrollo Tecnológico de Bolivia”.
Innovación tecnológica
La innovación tecnológica ha sido uno de los pilares del desarrollo de varios de los países del Primer Mundo. Es el caso de Estados Unidos y Japón. En los años 80 y 90 del siglo pasado, ambos encararon un cambio definitivo de paradigma de desarrollo de maneras distintas, pero, a la larga, consiguieron resultados similares.
Claro que el proceso comenzó mucho antes; por ejemplo, en EEUU se toma como referencia la década del 50 del siglo XX, con la adquisición de nuevas competencias privadas en investigación y desarrollo (l + D) y el desarrollo de “know-how”.
El objetivo último debe ser el del desarrollo sostenible, algo que se impone principalmente en países subdesarrollados como el nuestro, donde un alto porcentaje de personas vive en condiciones de pobreza.
Los problemas de Chuquisaca
La senadora Sifuentes dice que las posibilidades del turismo en Chuquisaca están limitadas, que ese continúa siendo un proyecto que no avanzó lo suficiente.
Hace hincapié en que el departamento cuenta con una sola planta industrial de magnitud: la Fábrica Nacional de Cemento (FANCESA), y que pronto se inaugurará la Planta de Fabricación de Envases de Vidrio (ENVIBOL) Chuquisaca, de la cual también es gestora.
“Se está muy lejos de tener otra alternativa por la que se pueda apostar; entonces, nosotros vemos como única esperanza para apuntalar el desarrollo del departamento al área tecnológica”, remarca a CAPITALES.
Una opción de desarrollo
La parlamentaria arguye que hoy en día no se tienen que sortear mayores dificultades para el desarrollo tecnológico, pues no se necesita de grandes inversiones económicas.
Dice que para emprender un proyecto en tecnología, más del 70% de la inversión es básicamente la iniciativa, formación y el desarrollo del conocimiento personal.
En ese sentido, el coordinador de los Centros de Capacitación Tecnológica de la UASB, Weimar Pereira, señala que hoy se puede contar con los mejores equipos de computación con una inversión de 1.000 dólares por cada uno, además de una adecuada conectividad, que ya se tiene fruto del servicio de internet domiciliario que llega mediante fibra óptica.
De acuerdo con un informe de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), Sucre es una de las ciudades que mayor servicio de internet por fibra óptica demanda a nivel nacional: 5.500 familias cuentan con ese servicio, o sea, un gran número de personas pueden convertirse en un instrumento para el desarrollo, opina Pereira.
“Vamos por ese camino y vemos con mucha esperanza la respuesta positiva de los jóvenes, ya que el 99% de las autoridades públicas son, al igual que la mayoría de los adultos, migrantes digitales. Les cuesta entender que el desarrollo tecnológico representa la mejor inversión que se puede hacer. Actualmente es más barato invertir en desarrollo tecnológico que hacer inversiones en obras civiles, pero todavía no se está asimilando esa demanda”, insiste.
Un ejemplo nacional
Un ejemplo es Jalasoft, una de las empresas más grandes de Bolivia, con 20 años de vida, en Cochabamba. Genera 13 millones de dólares anualmente, tiene 400 desarrolladores y 200 trabajadores administrativos.
“FANCESA les representa un similar monto de utilidad a cada una de sus tres copropietarias. Lo que quiero reflejar es cómo una industria que explota materia prima obtiene esa cantidad de recursos, mientras que la otra empresa de desarrollo de software (Jalasoft), que no explota ni una milésima de materia prima, solo está basada en la economía del conocimiento”, compara Pereira.
Dice que si la población y las autoridades comprendieran la importancia de este desafío, se podrían ver resultados más rápidamente.
Sin embargo, hay mucha gente que todavía ve a la tecnología solo como una buena oportunidad de distracción para los jóvenes y no reconoce que se trata de un puntal del desarrollo; no en vano desde finales de los 90, en todo el mundo se habla de la “economía del conocimiento”.
Varios países en el mundo viven de la venta del conocimiento. Ahora ya no es necesario citar a Irlanda, India o Israel como milagros de la economía mundial gracias al desarrollo tecnológico.
Generación de empleo
Pereira dice que Chuquisaca tiene la posibilidad de hacerlo, tal cual ocurre con Cochabamba, donde están las empresas más grandes del país, que ocupan la mano de obra de jóvenes talentosos desarrolladores de software no solo para el consumo nacional sino incluso para la exportación.
El desarrollo de software genera empleo —sobre todo juvenil—, inversión y mayores ingresos económicos. Si se desarrollara tecnología en Sucre, la ciudad se convertirá en una especie de parque tecnológico de Bolivia. Esto mismo pasó en otros países del mundo.
Esos buenos ejemplos dejan traslucir una posibilidad seria de desarrollo para Chuquisaca, según Pereira. “Creo que deberíamos aunar esfuerzos y apostar para consolidar el Parque Nacional Tecnológico, la Empresa Nacional de Software Juana Azurduy de Padilla, los Centros de Capacitación Tecnológica y la Cámara de Empresas de Base Tecnológica”, refuerza él.
“Para nosotros sería como una especie de Silicon Valley (centro tecnológico de California, en el extremo sur de la Bahía de San Francisco, que es la base del corazón de la tecnología informática, que incluye la tecnología del chip de silicio, diseño informático, aplicaciones, dispositivos Apple, teléfonos y otros), pero se necesita del esfuerzo de todas las instituciones”, complementa el Coordinador de los Centros de Capacitación Tecnológica de la UASB.
Un cambio de chip
En la senda del objetivo trazado por la senadora Sifuentes para el desarrollo de la región, todo indica que lo primero que hace falta es lo que comúnmente se llama “un cambio de chip”; es decir, pensar de una manera diferente.
En la actualidad, ni 1 boliviano del presupuesto público de la Alcaldía de Sucre o de la Gobernación de Chuquisaca está destinado para fortalecer la industria del conocimiento, menciona como dato el coordinador Pereira.
Por eso, plantea generar conciencia a nivel local, sobre todo a través de los medios de comunicación, para visibilizar que el desarrollo tecnológico es mucho más rentable que otros rubros de la economía, sin desmerecer a nadie. “En la era del conocimiento por la que atraviesa la humanidad es algo de lo que no puedes salir”, alerta.
En criterio de Sifuentes y Pereira, en nuestro medio existe un interesante capital humano, entre profesionales y estudiantes, que van demostrando sus éxitos en distintos eventos nacionales e internacionales.
Los países con mejores condiciones tecnológicas físicas y con recursos humanos cualificados son los que disponen de ventajas competitivas. Los demás, como se advierte en América Latina y el Caribe, se constituyen en proveedores de materia prima y consumidores de tecnología extranjera, señala Pereira.
Seis países con mayores avances tecnológicos
1. Inglaterra. Destaca en la producción de documentos científicos y ocupa el segundo lugar entre los documentos científicos más citados del planeta.
2. India. Buena parte del software a nivel mundial tiene su origen en este país. Demostró gran dominio tecnológico en las ciencias de la guerra, el universo, la medicina y otros campos.
3. Alemania. Sobresale en producción de armamento y tanques militares por su tecnología. Sus campos científicos están en constante expansión.
4. Corea del Sur. Avanzado en computación, trenes, robótica, aviones, entre otros campos. Posee una de las velocidades de Internet más rápidas del planeta y es el hogar de Samsung.
5. EEUU. La casa de Silicon Valley, es decir de las compañías tecnológicas más exitosas. Integró la tecnología en la vivienda, medicina, milicia y más.
6. Japón. Prácticamente a diario los japoneses inventan algo nuevo, tecnológico y científico. Entre sus últimos inventos se encuentra una pistola láser capaz de disparar láser en el aire.