Mujeres de la tercera edad en el mercado laboral (*)

A propósito del 8 de marzo, el análisis laboral de las mujeres tiene una importancia especial pues proporciona información sobre su situación económica, además de que constituye una fuente de identidad, participación social y bienestar personal y familiar para ellas. Este análisis se hace más interesante cuando se estudia el mercado laboral de personas de la tercera edad, segmento poblacional que ya no se considera como población económicamente activa.

Según estudios especializados, la permanencia de las personas adultas mayores en la actividad económica va en aumento en el tiempo; en Bolivia, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), aumentó de 9.5% a 10% en un periodo de 10 años; si bien el incremento no es significativo, es creciente.

Por ello a continuación se describen algunos datos estadísticos recogidos en el segundo semestre del año 2017 por estudiantes de tercer año de la carrera de Economía de la Universidad San Francisco Xavier y que dan referencia del estado de situación de las mujeres de la tercera edad y su participación en el mercado laboral.

En Sucre urbano el 5% de la población son mujeres con edades de 60 años y más, que corresponden a aproximadamente 13.764 personas. De esta población, la mayor parte (74%) continúa participando en el mercado laboral. Estas mujeres tienen bajo su dependencia en el 40% a sus hijos y en el 60% a sus parejas, por ello se ven en la necesidad de continuar trabajando en sectores como comercio y servicios. Entre sus ocupaciones más comunes están: el trabajo doméstico del hogar (2%), la venta de alimentos en los mercados (87%), el trabajo como funcionarias públicas (4%) y en el sector educación (7%).

Las mujeres de la tercera edad que trabajan reciben un ingreso promedio inferior al salario mínimo vital, que es de 2.000 bolivianos; solo el 13% indicó que reciben un ingreso mensual mayor a este monto. El 42% son casadas o convivientes, el 24% viudas, el 5% solteras y el 29% son divorciadas o separadas. Además, el mayor porcentaje, de 43%, solo terminó la primaria.

De acuerdo a las estadísticas, los motivos que influyen para que las mujeres continúen trabajando a pesar de no estar en el grupo poblacional activo son: el deseo de mantenerse activas (21%), los ingresos por jubilación que son mínimos y que retrasan la salida del mercado laboral (4%), son jefas de hogar y requieren solventar los gastos de la familia (31%). Otro motivo es el aporte a la mantención de la familia (9%), pues muchas ayudan en la crianza de los nietos. Para el 1% de las mujeres existe la necesidad de aportar económicamente cuando tienen personas con discapacidad en la familia. Finalmente, otro motivo son los gastos en salud (34%). La importancia de este último motivo radica en que, en un 74%, las mujeres de la tercera edad indican que no cuentan con seguro de salud.

Estos datos reflejan que si bien existen políticas públicas de protección a mujeres y para adultos mayores, aún queda camino por recorrer y mejorar las condiciones de vida de este grupo poblacional.

* Extracto del artículo científico “Determinantes para la permanencia laboral de las mujeres de la tercera edad”. El caso de Sucre, escrito por Ingrid Orlandini, Pilar Paco, Marisol Flores y Gladys Fernández.