¿Son necesarias todas las empresas públicas que creó el Gobierno?
Una investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) determinó que al menos 11 de las 16 empresas que creó el Gobierno reportaron cerca de Bs 2.000 millones en pérdidas en el periodo...
Una investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) determinó que al menos 11 de las 16 empresas que creó el Gobierno reportaron cerca de Bs 2.000 millones en pérdidas en el periodo 2007-2016. El MAS dice que benefician socialmente.
No todas son un buen negocio. El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) halló que al menos 11 del total de las empresas que creó el Gobierno reportaron cerca de Bs 2.000 millones en pérdidas en el periodo 2007-2016. Pero, según el oficialismo, no solo hay que mirar las utilidades, sino poner en la balanza los beneficios sociales.
El CEDLA, en su estudio, analizó 11 de las 16 empresas estatales que identificó “como emprendimientos empresariales incubados” por el Gobierno. No incluyó a todas bajo el argumento de que no todas cuentan con información financiera oficial.
¿Por qué reportaron pérdidas las 11 empresas analizadas?, le consulta CAPITALES a Julio Linares, el especialista que elaboró el estudio. Él responde que detrás de los números rojos hay tres variables.
Primero, las malas decisiones que se tomaron cuando tocó elegir el rubro en el que se decidió invertir. Es decir, rubros muy competitivos, donde no solo hay “productos baratos, sino de contrabando”. Por ejemplo, el de computadoras y celulares.
Segundo, la administración de esas empresas, donde se identificó un “desmesurado incremento gradual de los gastos corrientes”, es decir el gasto en los salarios, casi a la par de los ingresos y gastos de operación.
Y tercero, la variable optimista con que se generaron algunas empresas, con “varas muy altas” en la proyección de sus números.
“La unión de esto —alto gasto corriente, ingresos que no van acorde a lo proyectado y las malas decisiones— es una trilogía que ha generado que muchas de estas empresas tengan problemas por pérdidas en sus estados de resultados”, analiza Linares.
¿Recuperar las pérdidas?
“En muchos casos, yo veo casi imposible que se puedan recuperar las pérdidas (…). Lo que hay que hacer es revaluar el rendimiento de estas empresas. Ayer vi que (hace unos días) —el objetivo de este estudio era generar debate— se han fusionado tres empresas (…). Se dieron cuenta que está complicado”, dice el autor del estudio.
En este momento no se nota el golpe, agrega Linares, por las reservas que generó la bonanza económica, pero en el futuro los números rojos “nos pasarán la factura” cuando nos demos “cuenta de que se ha perdido mucho dinero”. La Agencia Boliviana Espacial (ABE), por ejemplo, no logró conseguir lo necesario para ser autosostenible, dice él.
Hay utilidades
El Gobierno rechazó el estudio del CEDLA. La Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (OFEP) sostiene que “busca confundir a la población y negar los resultados exitosos del modelo económico estatal que estableció el Gobierno del presidente Evo Morales en 2006”, según un reporte de prensa del Ministerio de la Presidencia.
De acuerdo con esa versión, las utilidades de las empresas públicas alcanzaron a los Bs 42.658 millones entre 2006 y 2017, y el CEDLA “maneja información parcial” y “solo midió 11 de 65 empresas estatales. Aclara también que las empresas estatales tienen “diferente forma de operación, administración y generación de utilidades”.
La OFEP explica que estas empresas fueron creadas “para generar ingresos y distribuir la riqueza; para dinamizar la economía nacional y local, y (para) garantizar la producción alimentaria con soberanía”.
El problema de esos Bs 42.000 millones en utilidades, según Linares, es que el “92% lo consiguió YPFB”. Además, el estudio tomó en cuenta a las empresas donde se invirtieron 10.000 millones de dólares. “Ahí es donde vemos serios problemas”, enfatiza.
Los beneficios sociales
El diputado oficialista y presidente de la Brigada de Asambleístas Plurinacionales de Chuquisaca, Elmar Callejas, dice que el análisis debería considerar solamente las utilidades de las empresas. “Hay empresas que han dado altos números en ganancias; por ejemplo, en lo estratégico, hidrocarburos (YPFB) y telecomunicaciones (ENTEL), que son cosas necesarias que el Estado debe administrar, así como los sistemas de comunicación y transporte”.
En cuanto al resto, Callejas admite que “hay algunas empresas que, evidentemente” fueron creadas para “el beneficio social” y no tanto para generar ingresos. Por ejemplo, “el teleférico”. “Todo (sistema de) transporte en el mundo comienza con subvención”, indica. “EMAPA, de alguna manera, por otra parte, es una empresa que garantiza la seguridad alimentaria, la estabilidad en los precios”, agregó.
“Las ganancias que te dan estas empresas no son para acumular riqueza o capital, sino para distribuir la riqueza entre la población”, insiste él.
¿Y si hay empresas que solo generan pérdidas?, le consultó CAPITALES. En ese caso, si no generan ni utilidades ni beneficio social, hay que cerrarlas. Pero por ejemplo Quipus, Mi Teleférico y EMAPA son necesarias para el país porque generan beneficios sociales, según Callejas, y no pueden ser valoradas solo porque generen pérdidas. “Hay que hacer una valoración entre los beneficios sociales y las utilidades”, refuerza el legislador.
Fiscalización
Los números deberían preocupar a todos, en criterio del ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD), Carlos Salazar, puesto que se trata de recursos del Estado.
“El Estado no ha aprendido a administrar una empresa; esa es su mayor debilidad. Mientras no haya elección técnica (en los puestos clave) de estas empresas, no van a funcionar. En diferentes empresas la mala política en la comercialización, los costos y la sobrepoblación de trabajadores llevan a la quiebra. Una de las muestras es CONCRETEC”, sostiene el dirigente obrero.
Si se van a seguir creando empresas públicas, el modelo debe incluir un buen sistema de fiscalización, agrega. “Pienso que debería haber una ‘Autoridad de Fiscalización de Empresas del Estado’. Con esto, yo creo que se podría mejorar la administración y sancionar (a los responsables) cuando se usen los recursos a favor de particulares”, sugiere Salazar.
La presidenta de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (CAINCO), Lisbeth Rojas, por su lado, dice que hay empresas que son creadas con fondos del Estado y que compiten con el sector privado. Por ejemplo, BOLTUR. “Mientras haya ganancias, todo se aplaude, pero si hay estos resultados (Bs 2.000 millones en pérdidas) es una preocupación porque estos recursos vienen de nuestros impuestos”, opina ella.
Anuncia que el Directorio de la CAINCO analizará el tema en los próximos días, por lo que la institución no tiene aún una postura formal sobre el mismo.
En Chuquisaca
¿Y la región necesita empresas estatales? ¿En qué rubros? La COD planea organizar pronto un congreso para analizar ese y otros asunto relacionados con la economía de la región. “No podemos seguir viviendo sólo de las regalías y FANCESA”, dijo Salazar.
Por ahora, financiada por el Gobierno, lo que está en construcción es ENVIBOL, la fábrica que producirá botellas de vidrio en Zudáñez, todavía en entredicho por la forma en la que comenzará a operar —usará gas licuado y no gas natural, algo que incidirá en los gastos de operación—.
Quizá lo que necesita Chuquisaca, en criterio de Callejas, sean empresas comunitarias, que sean financiadas por el Estado y luego transferidas a los beneficiarios.
Emapa
-185,9 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2007.
Capital Inicial: Bs 192 millones (aporte estatal).
Ingresos de operación: Bs 4,2 mil millones.
Gastos de operación: Bs 7,3 mil millones. La mayoría de los ingresos de operación provinieron del Estado; el 47.2%, de sus propios ingresos. Aportes de capital: Bs 990 millones.
Inversiones: Bs 443 millones. El resto fue a parar a gasto corriente.
Mi Teleférico
-287,9 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2014.
Capital Inicial: Bs 1.633,4 millones (aporte estatal).
Ingresos de operación: Bs 207,4 millones.
Gastos de operación: Bs 199,1 millones.
Los ingresos sólo representaron el 8,4% de sus recursos, pues la gran mayoría se logró a través de aportes de capital del Estado, que sumaron Bs 2.096,8 millones, monto que proviene del (BCB), pero que no es asumido por la empresa.
Quipus
-18,4 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2013.
Capital Inicial: $us 60,7 millones (crédito del PDP).
Ingresos de operación: Bs 659,8 millones.
Gastos de operación: Bs 823,1 millones.
Los gastos de operación ocupan el 81% de los gastos totales en cuatro años; el 8,3%, la inversión. Esto se da porque el principal gasto está dirigido a la compra de insumos necesarios para el ensamblaje de sus productos finales.
Lacteosbol
8,7 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2007.
Capital Inicial: Bs 21,5 millones (aporte estatal).
Ingresos de operación: Bs 1,5 mil millones.
Gastos de operación: Bs 1,4 mil millones. Hay un superávit operacional de más de Bs 100 millones. Estos ingresos de operación sólo representaron 88,7% de sus recursos, siendo marginales los ingresos logrados a través de transferencias y aportes del Gobierno.
ABE (*)
-249,6 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2010.
Capital Inicial: $us 251,1 millones (crédito PDP).
Ingresos de operación: Bs 344,7 millones.
Gastos de operación: Bs 135 millones.
Los ingresos de operación sólo representaron 14,2% de sus recursos, pues la gran mayoría se lograron a través de financiamiento externo, que sumó Bs 1.733,2 millones, monto que proviene de un préstamo de China.
* Agencia Boliviana Espacial.
Easba (*)
-147,6 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2010.
Capital Inicial: Bs 1.254 millones (crédito BCB).
Ingresos de operación: Bs 12 millones.
Gastos de operación: Bs 161,8 millones.
El gasto en inversión llegó a Bs 1.532 millones (89% del gasto total), alrededor de Bs 130 millones menos que el préstamo recibido, el cual fue usado en gasto corriente.
* Empresa Azucarera San Buenaventura.
Boltur
-1 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2014.
Capital Inicial: Bs 6,8 millones (aporta estatal).
Ingresos de operación: Bs 110,9 millones.
Gastos de operación: Bs 113,1 millones.
Tuvo utilidades en los etados de resultados de Bs 100 mil después de dos años de gestión. Sin embargo, logró una pérdida acumulada en tres años de operación de Bs 1 millón.
Enatex
-283,2 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2012.
Capital Inicial: Bs 53,6 millones (aporta estatal).
Ingresos de operación: Bs 264,9 millones.
Gastos de operación: Bs 567,8 millones.
La inversión realizada tan sólo significó la tercera parte de los préstamos adquiridos, por lo cual la mayoría del financiamiento logrado se erogó en gasto corriente.
ECE (*)
-50,7 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2012.
Capital Inicial: $us 40 millones (crédito chino EXIMBANK).
Ingresos de operación: Bs 87 millones.
Gastos de operación: Bs 145 millones.
Los ingresos de operación sólo representaron el 24% de sus recursos, pues la mayoría de los ingresos se logró a través de préstamos de la República de China, deuda que fue utilizada para inversión en equipamiento.
* Empresa de Constructores del Ejército
Cartonbol
-27,6 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2007.
Capital Inicial: Bs 33,6 millones (aporte estatal).
Ingresos de operación: Bs 59,4 millones.
Gastos de operación: Bs 82,7 millones.
Luego de siete años, los estados de resultados 2014-2015 muestran utilidades poco significativas, que no impidieron que la pérdida acumulada en nueve años de operación llegue a los Bs 27,6 millones.
Mutún
-14,4 (MM de Bs)
Estado de resultados (utilidad)
Año de creación: 2007.
Capital Inicial: Sin Información.
Ingresos de operación: Bs 81,7 millones.
Gastos de operación: Bs 77,4 millones.
El 70% de los ingresos de operación logrados se obtuvieron por ventas realizadas en 2010. Es más, entre las gestiones de 2014 y 2016, los ingresos por ventas apenas superaron los Bs 7 millones (9% de los ingresos logrados); los gastos sumaron alrededor de Bs 35 millones.
“El ojo del dueño engorda al caballo”
Mirko Gardilcic C.
DOCENTE FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES - USFX
A propósito de la reciente publicación del CEDLA sobre la situación de las empresas públicas, el valor aproximado de pérdidas bordea los Bs 1.950 millones, cifra de por sí preocupante. Además, la única excepción (LACTEOSBOL) registra una utilidad acumulada de apenas Bs 8,4 millones, que puede ser revelada por la ventaja de disponer de un mercado asegurado a través de los programas de alimentación del propio Estado.
Esta problemática, afortunadamente para el Gobierno, puede ser endilgada a la generalidad de la administración pública, debido a que tradicionalmente se comenta que el Estado no es un buen administrador de empresas, por tres principales causas: 1) Las empresas públicas a la vez “son de todos y de nadie”, pues todos creemos tener derechos pero nadie quiere asumir responsabilidades. 2) Los funcionarios públicos contratados, por lo general, no son los más capaces e idóneos debido al favoritismo político. 3) Los mandatarios, en su afán político, crean supernumerarios que inflan los costos y restan competitividad a las empresas.
Al respecto, las consecuencias de la inadecuada administración son lógicas frente al empresariado privado, que en su objetivo de generar lucro exigirá a su actividad la mayor eficiencia posible en el uso de los recursos invertidos. Uno de nuestros principales gobernantes tiene una premisa: “las empresas estatales que no generen utilidades serán cerradas”. Pero, en la práctica, esto aparentemente no se cumple.
Las empresas deben orientarse no solo a generar utilidades, sino a lograr rentabilidad de los recursos invertidos. En muchos casos, a pesar de alcanzar utilidades, no consiguen ese objetivo que debería constituir la razón de ser de toda empresa.
Posiblemente lo más trascendental de este examen radique en las llamadas “externalidades negativas” que se pueda causar a la economía, en conexión a las distorsiones involuntarias referidas a la competencia desleal que el Gobierno introduce al tratar de viabilizar sus empresas.
En la medida que se otorguen subvenciones cruzadas, beneficios impositivos o cualquier otro tipo de incentivos y tratamientos preferenciales a las empresas estatales, se estará causando graves daños a las inversiones privadas, lo que, sin retroceder mucho en el tiempo, actualmente sucede con la catástrofe venezolana.
Guardando las distancias y la magnitud de los problemas aludidos, es procedente concluir que al menos se deberían examinar tres requisitos básicos a la hora de crear nuevas empresas estatales: 1) Si se tratare de un sector estratégico de vital importancia (agua potable). 2) Cuando exista monopolio en el mercado (energía eléctrica). 3) Que no exista inversión privada en el rubro (teleférico).
Si no se respetan mínimamente dichas condiciones, con seguridad que las inversiones públicas en empresas no rendirán los frutos esperados y más bien pueden ser perjudiciales.