Listo para Todos los Santos, Quillacollo, “capital de las flores”
Cochabamba está en la cima de la producción florícola del país, seguida de los departamentos de Santa Cruz y Tarija
El municipio de Quillacollo, en el departamento de Cochabamba, es el principal productor de flores del país. Tiene 500 hectáreas de cultivo de flores a campo abierto y más de 150 hectáreas bajo invernadero.
La potencialidad de este lugar fue apreciada en la VIII Feria de las Flores Molle Molle 2018, que se realizó para la venta de flores de la próxima celebración de Todos los Santos.
Quillacollo se encuentra a 12 kilómetros de Cochabamba, en tanto que Molle Molle a 8 kilómetros de Quillacollo. Se trata de una zona ubicada en las faldas de la cordillera Tunari, con una alta productividad en cuanto a suelo, agua y temperaturas frescas.
“Por eso tiene un alto potencial en la producción de flores”, explica a CAPITALES el secretario de Desarrollo Productivo y Medio Ambiente de la Alcaldía de Quillacollo, Ruddy Valverde.
El Distrito de Molle Molle y las comunidades adyacentes son las que más exportan flores a nivel nacional y rumbo a Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay.
Capacidad productiva
A nivel departamental y nacional, Quillacollo es considerada la “capital de las flores” de Bolivia. Los distritos 3, 4, 7 y 8 son altos productores de flores, especialmente los dos últimos.
En ese marco, Cochabamba está en la cima de la producción florícola del país, seguida de Santa Cruz y Tarija.
Por la calidad del suelo, del agua y por los rendimientos que se obtienen, esas comunidades se siguen fortaleciendo con la producción florícola.
Valverde comenta que la capacidad productiva de flores en Quillacollo es de más de 8 toneladas por hectárea. A nivel nacional, produce alrededor de 320 toneladas de flores a campo abierto. De esa cifra, 300 toneladas anuales se exportan al exterior del país vía aérea.
Sin embargo, Valverde aclara que desde hace un tiempo la exportación se redujo un poco, debido a los altos costos del transporte aéreo. “Resultan muy elevados en relación a los costos de producción que tenemos”, complementa él.
Bajo invernadero y a campo abierto
La producción bajo invernadero es de forma constante. No obstante también se hace de acuerdo con los requerimientos y las fechas festivas como Todos los Santos, el Día de la Madre y el Día del Amor. Los productores programan su producción tomando en cuenta estas celebraciones, aclara Valverde.
En cambio, la producción a campo abierto se destina exclusivamente para las ferias y la fiesta de Todos los Santos, que es cuando más flores de estas se requieren.
Variedades
En la producción bajo invernadero producen lilium, claveles y rosas, en todas las tonalidades, que provienen del Ecuador y Europa.
“El municipio de Quillacollo tiene las mejores características de flores. En cuanto a variedades, no tienen nada que envidiar a nivel sudamericano y europeo”, sostiene Valverde.
En producción a campo abierto están los crisantemos, las popelinas, las margaritas, las ilusiones, los gladiolos y los pimpones, en diferentes variedades y especies.
Tipo de producción
Una parte de la producción es convencional y la otra, orgánica. Como la flor no es una especie comestible usan tecnología convencional, químicos, fungicidas e insecticidas, porque las diferentes variedades son susceptibles a diferentes enfermedades y plagas.
La mayor parte de las especies fueron introducidas de Ecuador y de Colombia, en plántulas que luego las replican. También usan semilla certificada controlada por el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria (INIAF).
Valverde dice que las flores de Quillacollo son las más competitivas por su calidad, por el tamaño de la inflorescencia y por el largo periodo que se logra conservar la flor, cosa que no ocurre con otros países donde las flores son bastante perecederas.
“Con una producción de un vivero de 1.000 metros cuadrados, una familia puede vivir tranquilamente con una economía estable”, aseguró Valverde.
Para una buena producción de flores, la calidad del agua es vital. Lo mismo el control de las temperaturas frescas, el PH neutro (que no sea pesado), la alta productividad del suelo y un conocimiento técnico de primera.
Feria de las flores
CAPITALES estuvo presente en la VIII Feria de las Flores Molle Molle 2018, en la que todos los años se comercializan flores a nivel interdepartamental antes de la fiesta de Todos los Santos.
“Llegaron comerciantes de diferentes puntos para adquirir las flores directamente del productor al consumidor”, dice Valverde.
En esta misma actividad se realizó el tradicional Wallunka (alegoría de Todos los Santos para representar a una persona recientemente fallecida que va por el paraíso y se adhiere al cielo, yendo por un columpio adornado con flores. Participan mujeres que, columpiando, deben sacar unos canastillos llenos de flores). Esta actividad tuvo premios, la actuación de grupos musicales para alegrar y resaltar la productividad, y la iniciativa de promover el turismo, que también fortalece a la economía familiar de las comunidades.
Valverde anuncia que se llevarán a cabo otras tres ferias productivas de flores en noviembre. Según él, las comunidades aledañas a Molle Molle se fortalecen con esa actividad. “Como municipio apoyamos estas actividades con flores, insumos e incentivos como fertilizantes, semillas y plantas para fortalecer la actividad agrícola”, detalla.
Las comunidades aledañas participarán el 4, 11 y 28 de noviembre con la feria de las flores y la cultura tradicional del valle.
FRASES
Produzco flores ornamentales y de corte. La producción es intensiva para flores de corte, es cada 60 días. Mi familia está compuesta por seis miembros y todos vivimos de la producción de flores”
Pastor Carrillo
Productor de Molle Molle
Producimos rosas a campo abierto; duran más que las son de invernadero. Mi familia solo se dedica a esta producción, vivimos de esto. Las flores son demasiado delicadas, tenemos que cuidarlas todo el tiempo”
Lizeth Vargas
Productora de Molle Molle