La plusvalía, un concepto no solo capitalista
La plusvalía, “el valor del trabajo no pagado al obrero asalariado”; así descrito por Carlos Marx y Federico Engels. “El trabajador no recibe el producto integro de su salario
La plusvalía, “el valor del trabajo no pagado al obrero asalariado”; así descrito por Carlos Marx y Federico Engels. “El trabajador no recibe el producto integro de su salario y la diferencia entre lo que produce y lo que recibe como salario constituye la plusvalía” y se presenta según Marxs cuando el capitalista desembolsa una determinada suma de dinero, para adquirir medios de producción y comprar fuerza de trabajo sin perseguir más que un objetivo, obtener un excedente de valor sobre la cantidad de dinero inicial anticipada por él y del que se apropia gratuitamente el capitalista.
De esta manera, la plusvalía fue vista mal ante los ojos de los sistemas socialistas, quizá olvidando que los precursores de dicha doctrina también se alimentaron acosta del trabajador, Federico Hengels era un gran empresario; sus obreros y empleados trabajaban 16 horas diarias, sin derechos a beneficios sociales, y otros considerados revolucionarios como Marx, nunca le trabajaron a nadie; entonces, este tema no solo es atribuible a aquellos capitalistas tildados como malos, inhumanos y explotadores, pues ningún sistema puede quitar esta práctica desfavorable a la clase trabajadora, ni aquellos que propugnan igualdad en las esferas macro, ni aquellos que ofrecen un trabajo digno a nivel empresarial.
La ley general del trabajo en Bolivia establece que la jornada efectiva de trabajo no excederá de 8 horas por día y de 48 horas por semana, y si, en su caso de exceder este parámetro los empleadores deben explicar, como señala la normativa, al Ministerio de Trabajo, el motivo por el que se está extendiendo dicha jornada laboral; además, las horas extraordinarias y los feriados se pagan con el 100% de recargo y el trabajo nocturno realizado en las mismas condiciones que el diurno con el 25 al 50%; además de existir la compensación, por ejemplo por un domingo trabajado es válido contar con descanso otro día a la semana.
Se tiene una idea errónea al pensar que más horas de trabajo significa más productividad, al contrario, se produce en este caso la teoría de los rendimientos decrecientes, que, relacionado a esto, el trabajador queda más desmotivado, fatigado y es donde más puede cometer errores. Un indicador de este tipo puede ser el ausentismo o la rotación muy continua que puede llegar a tener una organización.
Un mayor desempeño en la fuente laboral está directamente relacionado, con la tecnología, a la formación del personal, la investigación-desarrollo, el conocimiento y las actividades de ciencia y tecnología. Si consideramos que en Bolivia la inversión en Investigación y desarrollo en relación al PIB es de apenas 0.16% y que las actividades en ciencia y tecnología es de 0.17%, (red iberoamericana de indicadores de ciencia y tecnología); entonces, cómo puede hacer la empresa privada para producir más, si al margen de ello, la importación de sus activos en términos impositivos significa un incremento de cerca del 30%.
Otra figura puesta de moda es el contrato como consultores que, al igual que las entidades financieras en nuestro medio, se fijan metas altas que a simple vista del contrato parecieran alcanzables, presentando desde la convocatoria, como es el caso de las entidades financieras. Una figura atrayente con una serie de bondades para el trabajador, y para nadie es desconocido que en ambos casos los trabajadores suelen pasar por momentos de estrés, fatiga y una desmotivación que prácticamente les obliga a renunciar, si en su caso encontraran otra fuente de trabajo.
Lo cierto es que la plusvalía va a estar presente en nuestra economía, y en cualquier sector público o privado, socialistas, capitalistas, comunistas, etc.; en más o menos medida, nos tendrán trabajando fuera de las 8 horas de trabajo establecidas.
Cristian Calderón Collazos
DOCENTE FACULTAD CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES - USFX