"El desafío está en adaptarse e incorporar la cultura de innovación"
El empresario chuquisaqueño Antonio Valda Careaga recibió hace pocos días una importante distinción internacional, habiendo sido seleccionado entre los 25 banqueros más innovadores de Latinoamérica y El Caribe por la empresa Fintech Américas (“25 Most Innovative Bankers” 2019). Valda es actualmente Vicepresidente Ejecutivo del Banco Nacional de Bolivia (BNB), institución a la que ingresó a trabajar en la agencia principal de Sucre en el año 1983. Habiendo transcurrido 36 años desde su ingreso al mundo financiero, Valda, licenciado en Administración de Empresas en la Universidad San Francisco Xavier, se siente plenamente satisfecho con el camino recorrido y reconoce que sus logros son producto de una clara y definida vocación de trabajo y esfuerzo. “Una aventura que cada día conlleva retos y desafíos y me motiva a reinventarme día a día como persona y como profesional”.
CAPITALES. (C) Usted comenzó su carrera siendo un joven profesional en las oficinas del BNB de la ciudad de Sucre. ¿Qué recuerdos le trae esas primeras experiencias en esa institución a la que se mantiene fiel durante largo tiempo?
Antonio Valda. (AV) Así es, para mí el BNB es un lugar de permanente aprendizaje y formación. En el inicio de mi carrera, Gonzalo Argandoña, el Gerente de ese entonces, fue el maestro de quien aprendí y a quien agradezco profundamente. Los primeros años de trabajo en Sucre fueron impactantes, ya que trabajé como cajero, asistente en varias áreas y como oficial de créditos. Eran cargos no ejecutivos y más bien operativos, que fueron importantes para sentar las bases de mi formación y aprender el negocio desde varias perspectivas.
Soy parte de la generación que empezó en la banca cuando no existían las computadoras, cuando pagábamos los cheques y actualizábamos los retiros de cajas de ahorros y los saldos en tarjetas manuales, haciendo los asientos contables en máquinas de escribir. Recuerdo aquellos días cuando recibimos unos procesadores de computación que eran del tamaño de un refrigerador, donde los procesos de cierre eran sumamente largos y también recuerdo el día en el cual llegó la primera PC. Toda esa experiencia y vivencia marcó mi vida y la recuerdo con cariño porque para mí fue el inicio de una aventura apasionante llamada BNB.
C. Como mucha gente de su tiempo, vivió el período de la hiperinflación que afectó al país a mediados de la década de los 80; ¿Recuerda alguna experiencia o anécdota en particular de esa etapa tan difícil?
AV. Sí, claro, justo en el momento de la hiperinflación yo estaba como tesorero en el banco y teníamos como clientes a empresas grandes. Recuerdo que cuando pagaban salarios giraban cheques y nosotros les llevábamos el efectivo en camionetas y volquetas. Era permanente el constante cambio de billetes, el cambio y la actualización de tasas de interés.
C. A lo largo de los años, los cambios tecnológicos obligaron a la banca nacional –como ocurrió a nivel mundial- a modernizar sus servicios y la forma de trabajo. ¿Qué nos puede comentar de este proceso?
AV. En el pasado, la banca en Bolivia estaba enfocada en la distribución de sus productos y servicios a través de canales tradicionales como las agencias físicas. En estas agencias, nosotros, los bancos, esperábamos a los clientes y ellos tenían que visitarnos para poder hacer una transacción. Con esta visión, los clientes eran pocos y la inclusión financiera era muy baja. Esto fue cambiando y comprendimos que para crecer debíamos buscar a los clientes abriendo agencias físicas cerca de donde ellos nos necesitaban y así empezamos a profundizar la inclusión financiera, ampliando nuestra red de atención y de cajeros automáticos, creando líneas de negocio más especializadas y pensadas en la necesidad de cada cliente. Esta nueva visión nos impulsó a utilizar la tecnología y las comunicaciones para mejorar nuestros procesos internos, contabilidad, procesos transaccionales, etc. Luego la tecnología empezó a desarrollarse, los bancos empezamos a fortalecer las áreas de IT, las empresas de telecomunicaciones nos dieron servicios más eficientes, las tarjetas de débito y crédito empezaron a utilizarse cada día más, el internet entró en la banca y la banca móvil empezó a desarrollarse. En este contexto estuvimos varios años y el BNB estuvo siempre acompañando las tendencias del mercado.
Hoy, el reto de la banca nacional está en cambiar la forma de pensar, dirigiendo sus acciones a mejorar la experiencia de sus clientes en los diferentes segmentos de mercado.
C. Coméntenos acerca de los cambios tecnológicos en los servicios financieros.
AV. En el banco percibimos la innovación y transformación digital como una estrategia de supervivencia y competitividad. Para ser exitosos con esta visión, la cultura de los funcionarios debe estar enfocada en desarrollar habilidades que generen experiencias memorables para nuestros clientes. Los clientes son cada día más nativos digitales, buscan realizar sus transacciones a distancia, utilizando internet o su celular como canal; quieren medios de pago rápidos y seguros; quieren procesos rápidos, son extremadamente críticos, exigentes y volátiles. La Banca debe estar preparada para estos cambios. En el BNB tenemos la visión de ser líderes en innovación; este tema nos apasiona y por ello estamos día a día en movimiento, buscando ver el mundo como cada uno de nuestros clientes.
C. ¿Cuál es el espacio que el sector financiero debe ocupar en la sociedad, pero principalmente en el desarrollo económico del país?
AV. La Banca es un actor muy importante en el desarrollo económico del País, el aporte al crecimiento del PIB es fundamental, la intermediación financiera como canalización de los recursos del ahorro a la inversión y producción es primordial. La expansión del crédito de dos dígitos de la Banca a través créditos al sector productivo, construcción, y vivienda en los últimos años, fue uno de los motores para la economía. Hoy, la cartera de créditos de Microcrédito y Vivienda es la más importante dentro de los portafolios de los bancos, la cual tiene además un impacto social muy alto.
C. ¿Existe una explicación para que el mercado bursátil en el país no haya logrado despegar hasta ahora?
AV. Yo creo que el mercado bursátil es activo en renta fija, la emisión y negociación de bonos corporativos, bancarios y otros instrumentos de deuda, está en niveles muy aceptables para el tamaño de nuestra economía. Los bancos, las AFPs, los fondos de inversión abiertos y cerrados y las agencias de bolsa son bastantes activos. El mercado de renta variable es el que no está desarrollado debido a que las empresas que podrían emitir acciones en bolsa no están maduras para ese tipo de mercado.
C. ¿Cómo se sintió al ser galardonado entre los “25 Most Innovative Bankers” 2019?
AV. Muy contento. Es un honor ser parte de esta prestigiosa lista, para mí y para el banco es un reconocimiento a la visión estratégica de transformación digital que emprendimos hace tres años, también es un reconocimiento al trabajo de todo el equipo del banco y al apoyo del directorio. En el camino de la transformación digital, el BNB se constituyó como líder en el sistema financiero. En 2016, creamos el primer Centro de Innovación, fuimos los primeros en implementar en nuestra estructura organizacional la Gerencia de Innovación y Banca Digital. Al mirar el camino recorrido vemos que hemos avanzado bastante. Sin embargo, somos conscientes que aún hay mucho por recorrer en este apasionante desafío de la innovación en banca.
C. ¿Alguna vez ha pensado en retornar a su Sucre natal, ya sea por asuntos profesionales o personales?
AV. Es una pregunta difícil de contestar. El rol que tengo hoy en mi vida hace que viva fuera de Sucre, pero uno no sabe que te traerá el futuro. Sucre estará siempre, en mi corazón, porque significa mis raíces y mis afectos.
Al mirar el camino recorrido vemos que hemos avanzado bastante. Sin embargo, somos conscientes que aún hay mucho por recorrer en este apasionante desafío de la innovación en banca