Argentina toma en serio intención de dejar de comprar gas boliviano
El presidente argentino Mauricio Macri firmó un decreto instruyendo la construcción de un nuevo gasoducto, con el objetivo de reemplazar la importación del energético a partir de 2021

Argentina da un paso importante en su intención de dejar de depender del gas natural boliviano. Con un nuevo gasoducto en puertas de su licitación, el gobierno de Mauricio Macri espera reemplazar la importación del energético a partir de 2021, cuando se concluya la construcción de la primera etapa del proyecto. Ambos países tienen un contrato vigente de compra y venta de gas hasta 2026, lo que la administración de Evo Morales pretende hacer cumplir.
El Gobierno argentino instruyó ayer a la Secretaría de Energía convocar a licitación pública para adjudicar una licencia de transporte de gas natural y la construcción de un gasoducto desde la Cuenca Neuquina hasta el Gran Buenos Aires y el Litoral, bajo un régimen especial temporario que regirá por un plazo de 17 años, según informó la agencia estatal de ese país Télam.
El Decreto 465/2019 es el punto de partida del proceso de una licitación que será convocada antes de fin de mes para la construcción del gasoducto que permita además transportar la producción de los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta. La inversión estimada es de $us 2.000 millones.
Reemplazo de importaciones
El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, informó, siempre según Télam, que la primera etapa del gasoducto troncal permitirá reemplazar importaciones por $us 240 millones.
De ese modo hizo una evaluación de la construcción de la primera etapa del tercer gasoducto troncal del país, cuya licitación se dispuso mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, que, además, permitirá mejorar la balanza comercial energética y reemplazar importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) y combustibles líquidos por $us 240 millones.
“El gasoducto nos permitirá mejorar la balanza comercial del país y aumentar la producción de Vaca Muerta, lo que significa más trabajo para todos los argentinos, tanto en las áreas como en la cadena de valor industrial”, afirmó Lopetegui.
Entre 2006 y 2013, Argentina pasó de un superávit comercial energético de $us 6.100 millones a un déficit de $us 6.900 millones, un rojo que se redujo hasta alcanzar el año pasado los $us 2.300 millones, mientras que para este año se espera estar cerca del equilibrio, según anticipó hace unas semanas Lopetegui.
Tan solo la construcción de la primera de las dos etapas del gasoducto –que deberá estar concluida en el invierno de 2021– permitirá aumentar la capacidad de evacuación del gas producido en Vaca Muerta en inicialmente 15 millones de m3 diarios y reemplazar importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) y combustibles líquidos por $us 240 millones.
Creciente producción
La producción de Vaca Muerta viene creciendo sostenidamente durante los últimos dos años, y en los últimos 12 meses la producción de shale gas se duplicó, lo que permitió que, en mayo, la producción total de gas del país creció 7,6% con respecto al mismo mes del año anterior y resultó la más alta desde julio de 2009.
Además de sustituir importaciones, el aumento de la producción permitió retomar las exportaciones a Chile (por el momento con contratos interrumpibles) que habían sido suspendidas en 2007 por la caída de la producción.
El acelerado incremento de la producción saturó la capacidad de transporte de gas natural desde la Cuenca Neuquina hacia los principales centros de consumo del país, localizados en el sector comprendido entre el Gran Buenos Aires y Rosario.
Es en ese sector donde se localizan los principales consumos de gas natural a nivel industrial y generación térmica de energía eléctrica.
Los tres gasoductos que movilizan el gas natural desde la Cuenca Neuquina –Neuba I, Neuba II y Centro Oeste– se encuentran saturados en su capacidad de transporte.
Frente a esta situación, a pesar del fuerte incremento de la producción nacional de gas natural en la Cuenca Neuquina, existe demanda insatisfecha en esos centros de consumo que obligan a importar GNL para satisfacerla.
Bolivia hará cumplir contrato de venta de gas a Argentina
Bolivia y Argentina tienen un contrato vigente hasta 2026 y ante cualquier modificación que se quiera realizar será analizada y aceptada siempre y cuando el Estado de Bolivia resulte beneficiado.
Así lo anunció en diciembre el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, al recordar que Bolivia debe entregar hasta 2026 aproximadamente 5,2 TCF de reservas de gas natural, lo que está garantizado. Al momento ya se han entregado 1,7 TCF.
Argentina fue claro en su intención de dejar de importar gas natural boliviano. En diciembre, el exsecretario de Energía, Javier Iguacel, adelantó que ese país está en procura de reducir la importación de gas al punto de que en 2020 deje de comprarlo a Bolivia. “El contrato está vigente, lo haremos cumplir el contrato hasta 2026”, aseveró Sánchez, en ese entonces.
Posteriormente, en febrero pasado, Argentina y Bolivia acordaron en Santa Cruz de la Sierra una mayor flexibilidad estacional con la que el Gobierno argentino espera ahorrar $us 460 millones en dos años.
En un comunicado, el Ejecutivo argentino explicó que bajo los nuevos términos recibirá menor cantidad de gas en los meses de verano, de menor consumo, en el periodo 2019-2020, y evitará el pago de las "penalidades aceptadas por el Gobierno anterior.