“Permisos de construcción de edificios tuvieron un descenso del 8% en 2018”
Gastón Serrano, ahora past Presidente de la Cámara de la Construcción de Chuquisaca, nos brinda su percepción sobre el estado actual de ese sector de la economía, el cual, por su importancia, se convierte en una especie de barómetro del desarrollo tanto a nivel local como nacional.
Gastón Serrano, ahora past Presidente de la Cámara de la Construcción de Chuquisaca, nos brinda su percepción sobre el estado actual de ese sector de la economía, el cual, por su importancia, se convierte en una especie de barómetro del desarrollo tanto a nivel local como nacional.CAPITALES (C). ¿Cómo se encuentra el sector de la construcción cuando acaba de comenzar el segundo semestre de este año?
Gastón Serrano (GS). Siempre le cuesta al aparato estatal arrancar la gestión, los primeros tres meses son lentos.Seguramente que a las instituciones, por evaluaciones internas, les cuesta arrancar entre enero, febrero y marzo. En esos primeros meses no se encuentran proyectos de infraestructura. Luego van agarrando dinámica, sacando proyectos pero el reporte preliminar que tenemos es que el m de Sucre no ha superado el 35% de ejecución presupuestaria en inversión pública, y lo mismo ocurre con los demás municipios y la misma Gobernación, me animaría a decir.
C. En cifras, ¿se puede hablar de un descenso de la inversión pública en el Departamento?
GS. Los recursos que el Estado destina a la inversión pública, actualmente, y son datos oficiales, son $us 5.300 millones; esos están destinados a salud, educación y lo que hace a construcción son $us 2.300 millones. Preocupa el porcentaje de asignación para Chuquisaca. El 2009 éramos para el Estado más del 8%, ahora somos un 4,5%. Si bien, en montos, los recursos aumentan en las gestiones, porcentualmente nos van reduciendo. Esto sí es preocupante. Algo que es más preocupante todavía, es que no tenemos capacidad de ejecución ¿Cómo podemos pedir más plata si la que tenemos no gastamos? La sensación de las demandas insatisfechas es cada vez mayor, hay cada vez más barrios sin alcantarillado, sin alumbrado público, entonces yo creo, por simple inspección, que la brecha de desarrollo de las ciudades del eje respecto al resto de país es cada vez mayor. Ese 4,5% perdido se ha ido a otro departamento, o el Estado utilizó para financiar sus megaproyectos que no están en la región. Tenemos una estadística de la Cámara de la Construcción de 116 empresas afiliadas, de estas, el 60% está sin trabajo. Un gran porcentaje migró a otros departamentos y son pocas las que tienen trabajo. Tenemos unas 4.000 constructoras en el departamento.
C. En los últimos meses se han visto reclamos de constructores y proveedores que reclaman la Municipalidad ¿Se puede hablar de cierta informalidad, dado que no están afiliadas a la Cámara?
GS. Para iniciar con el rubro de la construcción, lo que te pide el Estado, de acuerdo al monto del proyecto, es el NIT y la inscripción a Fundempresa. Con eso puedes iniciar cualquier actividad comercial. Hay emprendimientos en construcción que acceden a obras de apoyo nacional a la producción y empleo, con obras menores a 1 millón de bolivianos. De ahí hasta los 8 millones, está la licitación pública y una serie de requisitos. A partir de los 8 millones de bolivanos, que también son licitaciones públicas nacionales, hay que cumplir con el registro de firmas constructoras en el Ministerio de Transportes. Ahí concluye el formalismo del Estado. Hay muchas empresas que no se inscriben cuando el límite de los proyectos es de 8 millones.
C. El sector de la construcción refleja el comportamiento de la economía ¿Cómo se encuentra el sector privado a nivel de emprendimientos?
GS. Hay parámetros, tendríamos que hacer una pequeña investigación y buscar información. Aparte de la percepción, están los permisos para construir que emite la Alcaldía y el otro el consumo del cemento. En ambos casos, hubo un freno. La percepción de la construcción de edificios es que ya no se ven. Los permisos de construcción tuvieron un descenso del 8% aproximadamente en la gestión 2018. Aunque no tenemos un reporte oficial, pero también bajó considerablemente la demanda de cemento.
C.¿Qué opinión tiene sobre la obra de impacto del distribuidor de tráfico vehicular de Tintamayo?
GS. El proyecto del distribuidor formaba parte del crédito público que contrajo el Gobierno Municipal con la empresa Concretec. Era uno los 182 proyectos y este tenía un valor aproximado de 50 millones de dólares, que se ejecuta con la empresa Issa Concretec. Tengo entendido que es un proyecto bajo la modalidad de llave en mano que no contaba con diseño final sino más bien solo con la idea, una maqueta y la percepción de cómo iba a desarrollarse. Sabemos que la Sociedad de Ingenieros solicitó varias veces el diseño final, no sé si le habrán entregado, pero al parecer ha costado mucho de que ese proyecto sea público. Al ser Concretec una empresa que no es constructora, que es proveedora de insumos y materiales de hormigón, seguramente por eso tenemos dificultades con ellos; varios de sus proyectos fueron observados, la misma avenida Juana Azurdy, donde se está volviendo a hacer, en la avenida Marcelo Quiroga Santa Cruz. Esperamos que este proyecto concluya de la mejor manera posible, ya en tiempo no creo, por lo que se ve será necesario modificar los plazos de ejecución.
C. ¿Qué experiencia le dejan estos dos años a la cabeza de la Cámara de la Construcción de Chuquisaca?
GS. Ponerse al servicio del conjunto de empresarios de la Construcción tuvo aristas bien marcadas desde mi punto de vista. Vi una serie de proyectos en otras regiones, en el eje principalmente, y ves con una especie de envidia sana lo que se hace en otras partes. Hemos tratado de ver que sean replicados, y ver nuestro norte de desarrollo y que se genere construcción en nuestra región. Lo malo fue que uno se da cuenta lo pesado que la burocracia gubernamental, no sé si es falta de decisión, o definitivamente la intención de no hacerlo, vemos con mucha pena cómo nuestro departamento no avanza. Por ejemplo el crédito BID de $us 50 millones para el rubro turístico, el BID seguramente los ha destinado a otros rubros, tal vez algún porcentaje se pueda recuperar. En definitiva, lo hicimos con mucho agrado y compromiso y viendo también que muchos proyectos acariciados por muchos años se hicieron realidad.