Bolivia ingresa al décimo año sin devaluación de su moneda

Expertos no ven prudente devaluar la moneda nacional

El Gobierno anunció que el tipo de cambio de la moneda nacional con relación al dólar se mantendrá invariable en 2021. El Gobierno anunció que el tipo de cambio de la moneda nacional con relación al dólar se mantendrá invariable en 2021. Foto: Archivo

CORREO DEL SUR y El Deber
Capitales / 03/02/2021 23:23

¿Devaluar o no la moneda nacional? La incógnita sale a relucir después de que se conociera que las Reservas Internacionales Netas del país (RIN) de Bolivia alcanzaron la cifra más baja en el último año –$us 5.276 millones hasta diciembre–, según datos del Banco Central de Bolivia (BCB). Las reservas son la garantía del mantenimiento del tipo de cambio fijo, y de su existencia y cantidad depende el suministro de dólares al sistema financiero por la demanda de importaciones.

Con esta consideración, el exdirector del BCB Róger Banegas cree que una devaluación generaría mayores expectativas negativas y afectaría al sistema financiero.

Aclaró que los depósitos del público en moneda nacional equivalen a más de $us 25.000 millones en el sistema financiero.

A su juicio, una devaluación podría provocar un pánico financiero en los ahorristas. “Debe gestionarse el ingreso de créditos externos que permitan incrementar las RIN con inyección de dólares”, anotó Banegas, al insinuar que la colocación de bonos TGN en los mercados financieros internacionales es otra alternativa que ayudaría a incrementar las reservas.

En el mediano plazo, Banegas cree que se debe dejar flotar y dirigir el tipo de cambio (no bajo el régimen fijo actual). “El déficit del sector fiscal y la demanda intensiva de dólares por parte de las empresas públicas es otro problema que debe corregirse”, puntualizó.

Bolivia mantiene la política monetaria del tipo de cambio en Bs 6,96 (venta) y Bs 6,86 (compra) por cada dólar estadounidense, invariable desde noviembre de 2011.

 

Sería muy costosa

Para el economista José Gabriel Espinoza, una devaluación sería muy costosa, en términos de expectativas de la gente. “El tipo de cambio se ha vuelto un ancla nominal, variable a través de la cual las personas establecen la estabilidad de la economía”, refirió.

A su criterio, con una devaluación se provocaría un proceso inflacionario complejo, ya que gran parte de los insumos que utiliza la industria nacional son importados y, por lo tanto, no se ganaría competitividad en el sector exportador porque depende de aquellos insumos importados.

“Al mismo tiempo se generaría problemas en el sector financiero porque una buena parte de los activos que hoy día sirven como garantía están expresados en dólares.

En un proceso devaluatorio el valor en boliviano tiende a caer, pero, el expresado en moneda extranjera tiende a subir y, por lo tanto, ese desfase de la valoración del activo en bolivianos y el valor real del mercado generaría pérdidas al sector financiero”, anotó Espinoza, al insinuar que la estabilidad del tipo de cambio está vinculadas a tres políticas, atraer inversiones, facilitar exportaciones y racionalizar el gasto público.

Para el especialista en finanzas, Jaime Dunn, el tipo de cambio fijo es un puntal importante en la estabilidad económica y financiera del país, por tanto, no se debería tocar.

Afirma que, para incrementar las reservas, antes que tocar o pensar en el tipo de cambio, se deben considerar seis aspectos: poner énfasis en las exportaciones, adquisición de créditos en el extranjero, donaciones que se reciban del extranjero, inversión extranjera directa, apreciar las inversiones de las reservas que están en oro y las remesas que provienen exterior.

 

País entrampado

 

Para el exministro de Economía y Finanzas Públicas en el Gobierno transitorio, Óscar Ortiz, el nivel de reservas y disponibilidad de divisas están bajos debido a la incertidumbre que causó el proceso electoral, las declaraciones del actual presidente sobre una posible devaluación y el impacto del Impuesto a las Grandes Fortunas, que “en realidad un impuesto al patrimonio”. No cree que se recuperen las RIN. Aduce que el país está entrampado por una decisión que tomó hace varios años el entonces ministro de Economía, Luis Arce, de fijar el tipo de cambio, creando una trampa de expectativas. “La decisión de devaluar es muy compleja porque el temor que cause en los agentes económicos se puede volver incontrolable”, dijo Ortiz, al anotar que para mantener la estabilidad cambiaria se debe generar más divisas, a través de exportaciones, créditos externos y atracción de inversiones.

 

Gobierno dice que una devaluación generará especulación e inflación

El viceministro del Tesoro y Crédito Público, Sergio Armando Cusicanqui, ratificó el jueves que durante este año la moneda boliviana mantendrá su valor, por lo que no habrá variación en el tipo de cambio respecto al dólar.

Según la autoridad, quienes piden mover el tipo de cambio para que la moneda boliviana se devalúe creen que con ello las exportaciones del país presentarían una mejora. Sin embargo, afirmó que el comercio mundial durante los últimos años cayó y por ello devaluar la moneda generaría especulación, lo que provocaría un proceso inflacionario.

“El Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial dicen de manera directa devaluar para mejorar las exportaciones, eso no se daría y se ha comprobado con algunos estudios que esa relación no se cumple en el país de manera directa, entonces lo único que se generaría es incertidumbre, especulación y que eso derivaría en inflación”, dijo en una entrevista en Radio Luis de Fuentes de Tarija, según el diario digital El País.

Cusicanqui expresó que al momento más del 90% de los depósitos bancarios están en moneda boliviana y en el caso de los créditos la cifra aumenta a casi el 98%. Anteriormente y en reiteradas oportunidades, la administración de Luis Arce descartó una devaluación de la moneda boliviana para este año, por lo que se mantendrá fijo el tipo de cambio del dólar estadounidense.

“No va a haber devaluaciones”, afirmó a mediados de diciembre el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, para quien además “una devaluación no es una medida en este momento acertada”.

El Ministerio de Economía citó dos razones para no mover la tasa de cambio y conservar el poder adquisitivo del boliviano. La primera es que las exportaciones de gas natural o minerales no responden al tipo de cambio, sino a los precios de los commodities. Y la segunda es que el 75% de lo que importa el país son insumos y bienes de capital. Según Montenegro, devaluar la moneda implicaría una subida de precios “sin motivo” alguno.

“En primer lugar, devaluando en este momento la moneda nacional no vas a exportar más. Por ejemplo, las exportaciones de gas o minerales no responden al tipo de cambio, responden a los precios de los commodities”, declaró. Y añadió que el segundo motivo es que “Bolivia, para producir, necesita mucho insumo importado, maquinaria y capital, y más o menos la importación de esto es el 75%”.

“Por lo tanto, dentro de la forma en que producen las empresas hay mucho insumo y bienes de capital importado”. “¿Qué haría una devaluación? Subiría el coste de producción y si éste no lo pueden pasar (los empresarios) al precio, van a tener que absorber pérdidas de utilidades. Pero si lo pasan al precio, se lo pasan al consumidor. Los precios empiezan a subir sin motivo”.

 

Reservas Internacionales

Acerca del registro del nivel más bajo de las Reservas Internacionales Netas (RIN) en el último mes del año pasado –$us 5.276 millones–, desde el BCB aclararon que la balanza comercial cerró 2020, según información del INE, con un saldo negativo de $us 65 millones.

Hacen notar que en diciembre se registró un déficit de $us 35 millones explicado por el mayor volumen de importaciones debido a que estacionalmente aumentan el último mes del año, respecto a otros meses. Las exportaciones, por su parte, dicen que crecieron en diciembre, respecto a diciembre del año pasado, un 1,3% y un 5,8%, con relación a noviembre.

Según el BCB, el parámetro referencial para medir el nivel adecuado de reservas internacionales, según organismos globales, es de tres meses de importaciones. Actualmente el indicador se sitúa en más de siete meses reflejando una cantidad suficiente para atender operaciones de comercio exterior y financieras de nuestra economía.

 

Bolivia es un referente en la desdolarización

Bolivia es el país que logró la mayor desdolarización de sus reservas en los últimos 20 años con un porcentaje de 79%, según datos del Fondo Latinoamericano de Reservas (Flar). En segundo lugar se encuentra Argentina con 38,3%; Lithuania, 37,9%, seguida de Latvia con 36,2% y finalmente, Perú con una disminución de 35,4%.

Para lograr la desdolarización en la región, según Eduardo Levy, decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella de Argentina, se implementaron diferentes políticas como bajar la inflación, regularizar el uso de la divisa, reducir la ciclicalidad del dólar, buscar la estabilización, aumentar el costo de la intermediación, por ejemplo, con topes o prohibiciones para los depósitos y préstamos en dólares, entre otras medidas.

“Cualquier estrategia que queramos implementar para desdolarizar va a tener que ser múltiple y compleja o si no vamos a pegarle a un lado del problema, pero las otras causantes van a estar aún funcionando”, añadió Levy.

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