“Wist’upiku” llega a Sucre con sus empanadas y repostería

Wist’upiku, la reconocida marca gastronómica boliviana, abrirá este jueves una sucursal en Sucre para ofrecer sus productos tradicionales pero también para presentarlos junto a las delicias chuquisaqueñas

Empanadas de carne y charque de Wist´upiku

Empanadas de carne y charque de Wist´upiku Foto: Cedida

Bebidas calientes

Bebidas calientes Foto: CEDIDA

Familia Soliz, propietarios de Wist´upiku

Familia Soliz, propietarios de Wist´upiku Foto: Cedida


    REDACCIÓN CAPITALES
    Capitales / 27/07/2021 16:31

    De origen cochabambino, con una historia digna de ser contada y productos auténticos, Wist´upiku abrirá sus puertas en Sucre este jueves con cuatro líneas de producción: cafetería, empanadas, refrescos tradicionales, helados de leche y canela batidos a mano. La experiencia de 83 años de este referente gastronómico boliviano, ahora será puesta a disposición de los chuquisaqueños para ser disfrutada en un bonito local de la calle Calvo.

    Wilson Ramírez Solíz, gerente nacional de Wist’upiku explica que esta empresa familiar nació en Cochabamba con el nombre de panadería San Nicolás, fundada el 26 de noviembre de 1939 por sus abuelos maternos, José Solíz y Eliza Lazarte.  

    Pero entonces ¿Cómo surge el curioso nombre con el que se posiciona finalmente ésta reconocida marca? Pues de la picardía popular de los clientes que iban comprar las empanadas del (boca o pico chueco) o “wist´upiku, refiriéndose al abuelo de Wilson, excombatiente de la Guerra del Chaco, quien en batalla fue herido con una esquirla de granada que se le incrustó en la mandíbula y como consecuencia sufrió una parálisis facial que afectaba algunas de sus expresiones.

    Los inicios

    Durante los años en que vivió don José, la chicha era un producto de alto consumo en Cochabamba, entonces, la pareja de esposos además de dedicarse a la panadería, tenían un puesto de venta de la bebida espirituosa en la calle Lanza, situada en pleno centro de la ciudad, en un sector pintoresco lleno de pacpakus (comerciantes ambulantes), adivinadores, toda suerte de magos y “vivoreros” (gente que comercializa grasa, pieles y pócimas con partes de serpientes) ,que ofrecían remedios para curar una serie de dolencias del cuerpo y del alma.   

    Wilson relata que los comensales continuamente preguntaban “si tenían algo para comer”, Entonces, Eliza creó con los ingredientes que tenía a la mano: masa de pan, quesillo, locoto, quirquiña, cebolla y komer uchu, logrando una empanada picante que hacía reaccionar a los parroquianos. 

    Así nació la empanada redonda pintada con una capa de ají en la tapa, ese detalle le dio el nombre de pucakapa (capa roja), que no tardó en volverse en el acompañamiento imprescindible de la buena chicha perfumada, pero como algunos clientes la preferían sin picante Eliza creó una empanada blanca elaborada solo con quesillo.  

    De esa manera, desde hace 83 años, las dos empanadas se volvieron en parte esencial de la tradición cochabambina.  

    Tercera generación 

    La empresa familiar es de propiedad de los hermanos Wilson, Víctor (falleció hace un mes), y Ana María Ramírez Solíz, además de su mamá, María Blanca Solíz, de 82 años.

    Las empanadas son la especialidad de la familia Ramírez. Por ejemplo, Ana María creó la empanada de pollo, carne y charque, con forma de pucakapa (es el segundo producto más importante de la empresa). 

    También está el wist’u de queso, wist’u picante, wist’u de charque, wist’u de pollo, empanada de carne, empanada de cuñapé y jawita. 

    Cuando Wilson asumió la dirección de la empresa tenía cuatro empleados, que fueron aumentando con el paso del tiempo. Hasta antes de la pandemia había 350 empleados en todo el país, pero a causa de la emergencia sanitaria se redujeron al 50%. 

    Actualmente Wist’upiku tiene 38 sucursales en Cochabamba, Santa Cruz, La Paz y ahora Sucre. 

    Rescate de lo tradicional  

    Wist’upiku también se caracteriza por rescatar la repostería tradicional de cada ciudad, como los cuñapés, pan de Arani, salteña de pollo y de carne, humintas, api, tojorí, pasteles fritos de queso, empanadas blanqueadas de Tarija y otras delicias.  

     “Desde hace años que hemos impulsado el consumo del mocochinchi en los restaurantes, antes no había, ahora hay en todas partes”, comenta Wilson.  

    El sello de los restaurantes de Wist’upiku es mostrar la identidad de la ciudad donde están, a través de su decoración. Por ejemplo, en Cochabamba rescataron las “llantuchas” (toldos donde se venden rosquetes), y los helados de canela y leche batidos a mano.  

    Sucre 

    Wilson cuenta que por motivos de salud vino a la capital donde permaneció 20 días, durante ese tiempo después de indagar confirmó que no había una oferta como la que tiene su empresa. De esa manera se animó a invertir en Sucre. 

    Entre remodelación, equipamiento y vivienda del personal de supervisión se invirtió casi 90 mil dólares. La atención de caja, ventas y meseros estará a cargo de gente de Sucre. En total trabajarán 14 personas. 

    Su local muestra elementos interesantes como una pared de ladrillos a la vista, con forma de la bandera de Sucre que lleva la cruz de San Andrés, arcos al estilo de las casas coloniales, sillas con tejidos jalq’a, lámparas de cestos, entre otros detalles. 

    Wilson anuncia que toda la línea de producción de Cochabamba se replicará en Sucre: cafetería, empanadas, refrescos y helados tradicionales batidos a mano. El producto de menor precio es el cuñapé, Bs 5 y la empanada de pollo, carne y charque cuesta Bs 8. 

    “La inauguración será este jueves solo con la presencia de la prensa y de algunos invitados especiales”, anuncia Wilson. 

    Wist’upiku queda en la calle Calvo 70, a media cuadra de la plaza 25 de Mayo. Tiene páginas con ese nombre en Facebook, Instagram, YouTube y Twitter. Los horarios de atención serán de 7:00 a 21:00, de lunes a domingo. 

    “Agradezco a mi familia por permitirme manejar la empresa desde hace 29 años. Ya estoy de salida, esperemos ver a Wist’upiku fuera de Bolivia. Asimismo, doy gracias a la gente de Sucre por permitirme ingresar en el mercado, estoy seguro que la gente nos recibirá, así como fue en La Paz y Santa Cruz, y a Bolivia por acompañar a mi familia en estos 83 años”, finaliza Wilson. 

    “Wist’upiku”, en números 

    83 años de vida tiene la empresa familiar  Wist’upiku

    90.000 dólares invirtió en el local de Sucre la familia  Ramírez Solíz, en la remodelación, equipamiento y personal de trabajo.  

    350 empleados tenía  Wist’upiku hasta la llegada de la pandemia al país, pero se redujo  al 50% con la emergencia sanitaria. 

    Etiquetas:
  • Sucre
  • Wisupiku
  • LosEmprendedoresNuestrosHéroes
  • Compartir:

    También le puede interesar


    Lo más leido

    1
    2
    3
    4
    5
    1
    2
    3
    4
    5
    Suplementos


      ECOS


      Péndulo Político


      Mi Doctor