Ministro: “No vamos a entrar en pánico con devaluaciones abruptas”
La economía mundial vivió una semana de sobresaltos con la caída del euro, el peso argentino y el oro.
La economía mundial vivió una semana de sobresaltos con la caída del euro, el peso argentino y el oro. Además, existe la proyección de recesión económica en Estados Unidos y descenso del petróleo. En ese contexto, el ministro de Economía de Bolivia, Marcelo Montenegro, explica cómo enfrenta el Gobierno este escenario desafiante y los planes para mantener la estabilidad.
Pregunta (P). ¿Está preparada la economía boliviana en un contexto global de caída del euro, peso argentino, desplome del precio del oro y recesión en EEUU?
Respuesta (R). Ni bien nos enteramos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania tomamos las previsiones necesarias para seguir manteniendo la estabilidad de precios con subvenciones a combustibles y alimentos. Estamos preparados para resistir. No es que no vamos a sentir (efectos), somos una economía interconectada, sino que el efecto será de menor impacto.
P. ¿Todavía es sostenible el tipo de cambio fijo?
R. No vemos una necesidad para modificar la paridad del tipo de cambio. Entendemos que el fenómeno de la guerra no puede ser permanente y entonces no vamos a entrar en un escenario de pánico, como sucede en otras economías con devaluaciones abruptas. Además, las devaluaciones tienen un traspaso en los precios incontrolables que han obligado a un Gobierno como el de Ecuador a hacer una reducción del costo de los combustibles en dos oportunidades en menos de dos semanas.
P. ¿Entonces, ya se tenía programado el gasto en subvenciones que se estiman en $us 3.000 millones para 2022?
R. La subvención la calculamos entre los $us 600 a 1.000 millones y está en el plan fiscal-financiero.
P. ¿Por cuánto tiempo es sostenible la política de subvenciones?
R. Hay que ser claros en este tema. Las políticas para sustituir importaciones de gasolina y diésel se van a ir plasmando en los años 2023, 2024 y 2025, entonces se irá bajando. Ahí se verá la mitigación y el menor costo de la subvención. Entonces, en el tiempo vamos a ir cerrando esas brechas. El Deber