Surapata, remozada y blanca como antaño
La zona será un atractivo turístico apto para la venta de artesanías y gastronomía
Con el objetivo de rescatar los espacios patrimoniales y de promover a Sucre como la Ciudad Blanca de América, la Alcaldía entregó ayer el proyecto "Barrios Blancos en Surapata" con una inversión de 800 mil bolivianos y la contraparte de los propietarios de 230 viviendas que ahora serán parte del recorrido turístico local por sus características coloniales.
Calles estrechas, paredes blancas, claveles en las cornisas, faroles en las puertas y el sentimiento de compositores como Simeón Roncal escritos en las paredes son las características que reavivan el tradicional barrio Surapata, remozado en el marco del programa Barrios Blancos desarrollado por el Gobierno Municipal.
Tras la intervención realizada en 2016, en el barrio Santa Ana, en las calles de Los Gatos, ayer se entregó la segunda parte del programa municipal que pretende abarcar el casco viejo de la Capital. La siguiente parada será en la zona San Roque.
“El barrio se prepara ahora para mostrar nuestra identidad sucrense al visitante, abrimos los brazos de amistad para que la hermosura de la arquitectura del barrio de Surapata, pueda ser ahora un privilegio de disfrutarlo”, apuntó ayer el alcalde Iván Arciénega en la entrega de las fachadas remozadas y agradeció a los vecinos por sumarse y comprometerse con la iniciativa que se puso en manos de 400 jóvenes con el apoyo de la fundación INFOCAL.
El Ejecutivo destacó la importancia de rescatar la arquitectura patrimonial de uno de los barrios más antiguos y con historia de Sucre, que ahora se convertirá en una zona turística de la ciudad, con la venta de artesanías y gastronomía tradicional como actividades generadoras de economía para los vecinos. Anunció además la instalación de cámaras de seguridad.
El proyecto tuvo una inversión de 800 mil bolivianos y el aporte de los surapateños. Como no se logró intervenir en todos los inmuebles –por falta de tiempo, a decir del Alcalde–, los vecinos pidieron completar la refacción en todo el barrio y sobre todo en el estadio Sucre que luce “abandonado”.
Arciénega aceptó las solicitudes y se comprometió a ejecutar el estudio a diseño final del campo deportivo para remodelarlo y hacer gestiones ante el Ministerio de Educación por ser de su jurisdicción.